Aleksèi sabía que lograr restablecer la salud de Patrick iba a demorar, más que todo porque literalmente le habían destrozado la garganta. Sin embargo, Patrick era obstinado y estaba desesperado por volver a trabajar, de modo que Aleksèi había concedido el permiso para hacerlo, pero con la condición de que procurase no hablar y bajo ninguna circunstancia gritase o sus cuerdas vocales sufrirían mucho por ello. Sin embargo, una vez que Patrick escuchó el informe de Damien, no pudo evitarlo.
Aquello lejos de ser una simple pregunta, había sido un grito enfurecido, en toda la regla.
Después de interrogar a Damien de todas las formas posibles, Patrick lo dejó marchar y Andrew se acercó a él.
No obstante, Patrick estaba muy lejos de estar calmado y en su opinión decir que aquello era una pésima situación, era eufemístico, porque sin duda Swaney estaba pisando terreno peligroso y le quedaban pocas dudas de que el mal nacido de Louis Boicicault había transmitido la información acerca de los aykeris, ya que de otra manera no se explicaba aquel desastre. Pero si Patrick pensaba que sus problemas se reducían a eso, no estaba ni cerca, porque aun seguía paseándose de un lado a otro cuando la puerta de la estancia fue abierta con tanta violencia que quedó colgando de sus goznes.
Tanto Andrew como Patrick sintieron que la sangre se helaba en sus venas al reconocer la inconfundible y extraordinariamente furiosa voz de Lucien.
Patrick se preguntó cómo diablos sabía el príncipe algo de lo que él apenas acababa de enterarse, pero sus pensamientos iban en distinta dirección, aunque estaban relacionados sin duda. No obstante, antes de que Patrick pudiese contestar, ya Lucien estaba gritándole de nuevo.
Patrick y Andrew registraron a toda velocidad que Damien había cometido un error de juicio al pensar que Arlington estaría fuera de servicio por más horas de las que calculó, y algo había sucedido. Sin embargo, había algo que no cuadraba en todo aquello.
Después de escuchar el informe que Damien le había dado a Patrick, Lucien tenía expresión peligrosa, pero esta varió en forma sensible cuando su cerebro registró la misma falla que Patrick.
Andrew salió como una exhalación mientras los otros dos se quedaban sumidos en sus pensamientos e Itlar veía que las cosas podían complicarse mucho, ya que él conocía bien a Damien Emerick, y al igual que Lucien y Patrick, estaba seguro que el Lovet no habría cometido un error de esa naturaleza, lo que al menos para Itlar suponía aceptar una idea mucho más nefasta. Unos minutos después llegó Andrew en compañía de Damien, que al ver a Lucien, enseguida dobló la rodilla ante él.
Todos sabían lo mucho que a Lucien le disgustaba que le hablasen en su lengua natal, de modo que Damien continuó su relato en perfecto italiano y confirmando las sospechas de todos. Los Lovets se miraron y por un momento creyeron que el famoso mal carácter del sizvitel iba a hacer explosión, pero éste estaba mirando a Itlar con expresión de preocupación más que otra cosa y luego dio la espalda y caminó hacia la ventana.
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Editado: 29.09.2021