Cap. 13 Los Korsacov

El castillo de Korszemel había sido construido por orden de Milorad en el lugar de donde presumiblemente eran originarios los Korsacov. Cuando Artam Korsacov llevó a sus hijos allí por primera vez, les contó que en la antigüedad, aquel lugar recibía el nombre de zemel’nyye Kors, que vendría a ser tierra de Kors quien fuese el que diera origen a la dinastía de los Korsacov. El hijo de éste, Korsacovitch, había perdido su territorio a manos de su vecino Yaroslavitch, hijo de Yaroslav y quien a su vez daría origen a la dinastía de los Yaroslávich, pero viendo éste último el valor y la decisión con la que Korsacovitch había defendido su tierra y a los suyos, le perdonó la vida y lo invitó a unirse a él como su guerrero, y fue así como juntos emprendieron muchas y grandes campañas, conquistaron enormes extensiones de tierra y pronto los nombres Yaroslavitch y Korsacovitch se volvieron los más temidos de su época.

Poco antes de morir Yaroslavitch, reunió a sus hijos, a los ancianos y a los guerreros,  y ante ellos le devolvió sus tierras a Korsacovitch haciendo jurar a todos los miembros de su tribu que jamás ningún individuo que llevase sangre Yaroslavitch, o perteneciese a su tribu, intentaría usurpar los derechos de un Korsacovtich ni despojarlos de lo que les pertenecía, y le devolvió también su libertad al que había dejado de ser su guerrero para convertirse en su amigo, pero éste no la quiso y le juró su lealtad y la de todos sus descendientes por siempre.

Algún tiempo después, un descendiente de Korsacovitch fue enaltecido por Maikata Priroda por su valor y su lealtad inconmovible hacia los Yarasolávich, convirtiéndolo en uno de los siete Levjaners que le fueron otorgados al Hlavary, dando así origen a una larga dinastía de Levjaners de esta familia.

Muchísimos años después, un Korsacov que fue el apellido que adoptaron los descendientes de Korsacovtich cuando comenzaron a usarse los apellidos, se casó con una Yaroslávich y así quedaron unidas por la sangre las dos dinastías más poderosas de aquella parte del mundo, y sus descendientes seguirían expandiendo sus territorios y acrecentando su poder durante mucho tiempo después.

Los Korsacov estaban muy orgullosos de sus orígenes, pero también lo estaban de la lealtad con la que habían servido a su soberano durante todos aquellos años y con la que lo seguirían sirviendo por todo el tiempo que durasen sus vidas.

Los Yaroslávich fueron recibidos por un Havarik que los hizo pasar al salón donde los esperaban los Korsacov.

• Dhakvrevit, nym sarì  --  saludaron Milorad e Istvan doblando una rodilla ante Iziaslav
• Zdravi, priyatel  --  saludó a su vez Iziaslav haciendo poner de pie a Milorad y abrazándolo, procediendo luego de igual modo con Istvan
• Dhakbrevit, iuv larsèvirieris asalyris [1]  --  dijeron los Levjaners inclinándose ante los tres príncipes
• Dejavrys  --  respondieron Alexander y Derek que ya había aprendido

Después de eso fue el turno de las mujeres de la casa que hicieron una graciosa reverencia ante el soberano

• Dhakvrevit, nym sarì  --  dijeron ambas
• Jovanka, Istziar  --  dijo él tomando la mano de la primera  --  Permíteme presentarte a mis nietos, los sizvitels Lucía y Alexander
• Dhavrevit  iuv larsèvirieris asalyris et levyiram ev nami avari  --  los saludó ella
• Dhavjà, sarìevi Jovanka  --  respondió Alex por ambos
• Y éste caballero  --  dijo Iziaslav sujetando el brazo de Derek  --  es el sizvitel Derek Phillipe y a todos los efectos prácticos mi otro hijo  --  finalizó con un asomo de sonrisa ante la mirada de Derek
• Dhakvrevit, iuv larsèvirier  --  dijo ella
• Ho njè viedaker zadvalienè hakiervi Jovanka [2] --  dijo él tomando su mano y besándola

Istziar le había dicho muchas cosas de Derek a su madre, pero ciertamente no que hablase devriùrik, de manera que Jovanka estaba sorprendida y Derek casi rio al notar su asombro.

• Sarì  --  acertó a decir ella
• Derek  --  dijo él dedicándole una encantadora sonrisa  --  ivilim Derek, ilè greykarik [3]

Después de eso, fue presentado Phillipe a quien dieron la bienvenida en su propio idioma, algo que Phillipe agradeció, porque si sus nietos entendían el devriùrik, él ciertamente no, y luego los niños se olvidaron de la formalidad y corrieron hacia Istziar mientras Jovanka saludaba a Madeleine.

• Dharahyri Madeleine, me alegra mucho volver a verte  --  la saludó Jovanka
• Gracias Jovanka, a mí también me alegra mucho estar aquí de nuevo
• Iván, Iliar  --  dijo Jovanka --   no sabía que ustedes también estaban invitados  --  agregó con algo menos de amabilidad en su voz

Pero mientras Phillipe experimentó cierta incomodidad, no había nada que les importase menos a aquellos dos que lo que Jovanka o cualquier otro pudiese decir.

• ¡Oh vamos, Jovanka!  --  dijo Iliar  --  Somos demasiado encantadores y ciertamente más agradables que tu arvaer
• Y no supondrás que íbamos a perdernos toda la diversión  --  agregó Iván con el mayor descaro