Cap. 50 Ikedev II

Riùrik. Octubre-Noviembre, 2006

Si la situación de Norman era complicada, la de quienes habían ayudado a Iziaslav no lo era menos, algo que le hicieron saber a Iziaslav cuando él se disponía a despachar a Kýevska y a Bobby.

• Sarì, desde luego podemos hacernos cargo de devolver a los jóvenes a su lugar de origen, pero tenemos un problema con eso
• ¿Problema?
• Así es, porque quien te perseguía, ahora los perseguirá a ellos por su relación contigo
• Pero no tenemos ninguna
• Puede que tú lo veas así, pero tus perseguidores no – insistió Istvan – Sin embargo, una vez que se anuncie tu regreso, es posible que el peligro disminuya. De manera que te propongo instalarlos junto a la señorita Abernaty hasta que puedan marcharse con seguridad

Aquella en realidad había sido idea de Iyul, y aunque les había parecido una solución temporal y de compromiso, no sabían en ese momento los muchos problemas que se avecinaban.

Como todos sabían que Iziaslav carecía de paciencia, Istvan se ofreció para hablar con los chicos, mientras que no hubo forma de que el soberano aceptara que nadie más que él, hablase con Mia, algo que no extrañó a nadie, pues al menos dentro del círculo cercano, era un secreto a voces que Iziaslav había perdido la cabeza por aquella chica y el único que parecía no haberlo notado era él mismo. Lo que preocupaba a Iyul y a Dylan, era que cuando habían ido a ver a Mia, habían notado que ella estaba en la misma posición, pero si a Dylan se le pasó la preocupación y le parecía fantástico que Iziaslav se enamorase de nuevo si era correspondido, a Iyul lo angustiaba el posible destino de aquella criatura, pues dada las anteriores experiencias, pensaba que aquello tenía altas posibilidades de terminar muy mal. Aunque Dylan no lo culpaba y entendía que pensase de aquel modo habiendo vivido las mencionadas experiencias, pero él era más optimista y pensaba que no tenía por qué terminar necesariamente mal, y por quien comenzó a preocuparse fue por Lucien quien sí podía fastidiar mucho las cosas.

Istvan y como se había acordado, fue a hablar con los jóvenes, de modo que le dio aviso a Aleksèi para que fuesen reanimados y conducidos hasta un salón donde pudiesen conversar sin interrupciones. Al principio Istvan se había mostrado preocupado pensando que los habían mantenido sedados, pero Aleksèi lo tranquilizó al respecto diciéndole que si bien se había sido así en un inicio, luego él se había ocupado de darle al cerebro de los chicos la orden de mantenerse en reposo. De manera que cuando recibió el mensaje de Istvan, procedió a suprimir esa orden y comenzaron a despertar, pero si Bobby lo hizo con cierta desorientación, pero tranquilo, Kýevska era otro asunto y muy molesto en opinión del veldeky.

• ¿Dónde estoy? ¿Quién eres tú? ¿Dónde están los demás?

Alekséi había elevado las cejas con sorpresa, pero de eso pasó a la molestia, pues la chica no se había contentado con preguntar, sino que intentaba incorporarse, lo estaba gritando y de hecho intentó empujarlo.

• Cálmese por favor, señorita – le dijo él
• Estoy calmada y solo quiero que responda
• Kyv – escuchó ella y ladeó la cabeza
• ¡Bobby! ¡¿Estás bien?!
• Independientemente de lo que crea que puede tener, le aseguro que su aparato auditivo no sufrió ningún daño, aunque no sé si pueda seguir así si continúa usted gritándole – dijo Aleksèi y Kyv lo miró entrecerrando los ojos mientras escuchaban que Bobby reía
• Si pasas el tiempo suficiente con ella, te acostumbraras
• Cierra la boca, Robert – le ordenó ella y luego miró de nuevo a Aleksèi – Et de toi, stupide pitre, tout ce que je veux c’est que tu me réspondes [1]
• Respondiendo a su primera pregunta, está usted en un hospital, pues sufrieron un accidente. Con relación a lo segundo, soy un médico, mi nombre es Aleksèi Kolvayevsky y no, no soy estúpido, y de los payasos estoy más lejos aún. Y con relación a su última pregunta, como puede ver, su amigo está a su lado y bien. Ahora, tendrán la amabilidad de acompañarme

Kyv sintió algo parecido a la vergüenza, pues si bien ella tenía un genio muy vivo, herencia de su sangre gala, no solía ir por ahí maltratando a las personas, así que al ser consciente de haberlo hecho con aquel individuo, y, que además, él hubiese entendido que lo había llamado payaso estúpido, fue lo que produjo su bochorno. Sin embargo, casi se le pasó lo anterior cuando escuchó a Aleksèi.

• Por muy poco amable que sea usted, supongo que al menos sabrá reconocer la amabilidad en otros – le estaba diciendo

No obstante, en esta ocasión se controló entendiendo que él se estaba refiriendo a que tenía la mano extendida para ayudarla a levantarse, y seguramente estaba pensando que ella iba a rechazar la caballerosa ayuda.

Aleksèi al igual que Dylan, era esencialmente dulce, la diferencia entre el primero y el segundo, era que Dylan era un inglés de cuna y parecía haber sido educado para fingir frialdad y distancia, y, aunque seguía comportándose del mismo modo, para un devrig era sencillo percibir ciertas características esenciales, de modo que no había nadie que lo conociese en su mundo, que no supiese cómo era en realidad. El caso de Aleksèi era completamente diferente, pues sus dos progenitores eran de naturaleza serena, compasiva, amable y muy dulce en el caso de la que fuese su madre, y a pesar de que Aleksèi podía, y de hecho era sumamente peligroso dada la naturaleza de su especie, él había nacido en una época muy posterior a Iyul por ejemplo, que era amable por naturaleza, pero había crecido como un guerrero salvaje, mientras que Aleksèi no, y su peligrosidad salía a relucir únicamente cuando veía amenazado a sus seres queridos o a sí mismo. De manera que cuando percibió el malestar de Kyv y la razón, suavizó el gesto incluso antes de que ella intentase disculparse.

• Lamento haber sido tan grosera, pero…
• No se preocupe, puedo entenderla – la interrumpió, pero, además, acompañó sus palabras con una sonrisa y a Kyv se le detuvo brevemente el corazón