DOCTOR RENÈ: Esta bien Renné, sabes que harè lo que me pidas sin pensarlo por ti irìa al infierno de ida y vuelta sin dudarlo un segundo.
RENNÉ: Lo sê mi ranita viejita,
RENÈ LOMBARDI: Hey respeta que soy tu mayor y tú mêdico ademâs.
RENNÈ: Lo sê ranita, lo sé, por eso te confíe a ti esa obligación, por eso ní en mis padres quise poner el peso de semejante decisiòn, porque ellos jamás podrìan hacerlo, tal vez papá sì, pero mamá no lo creo. Asì tiene que ser, asì que consigue a alguien que me reemplaze algun gatito o un perro o algún maleante sin familia cremalo y colòcalo en mì lugar; en una urna fina y elegante digna de mi.
DOCTOR RENÉ: Pequeña hay algo que debes saber.
RENNÉ: Dimé por tu tono se que se trata de algo importante, de que se trata.
DOCTOR RENÈ: Llegaste en un estado crtico y no sabiamos de tu estado hasta que ya estabamos en la cirugia, pequeña tu estabas embarazada y con la caida tan aparatosa que sufriste, los golpes que recibiste en esta, la gran perdida de sangre que sufriste y todos los medicamentos que te pusimos, no logramos salvar a tu bebe. Lo siento Renné de verdad lo lamento mucho.
RENNÉ. Esta bien viejito no te preocupes, ya lo temia mañana pensaba venir a verte para que me recomendaras a un obstetra y ya ves , ya no es necesario. No vayas a pensar que no me duele o que no me importa, Sòlo que mientras estuve en el limbo vì a un niño pequeño de cabello negro como la noche y ojos grises casi plateados, de tez rozada y mejillas regordetas que me dijo que aùn no era mi tiempo para estar en el cielo que me esperaba mucho por hacer aùn en este mundo que yo siempre voy a ser su mami por que asi debe ser. Qué no me preocupara por él que todavía no era su hora de cuidarme en este lado terrenal y me pidió que no perdiera la fe. Y sabes me lleno de paz, solo no era mi hora de ser mamá ni la de él de ser mi hijo, estoy tranquila viejito y deja de fruncir el ceño que te ves más viejo de lo que estás.
Aunque eso no quita de mì cabeza esta idea que ronda desde que desperté ranita y necesito de toda la ayuda que me puedas dar quiero ver arder el mundo y tú me ayudarás.
DOCTOR RENNÈ: Haber loquita tienes que recuperarte primero estuviste a punto de morir, y no te entiendo me da miedo en este momento tratar de entenderte. Me inquieta tu seriedad extrema y esa frialdad en tus ojos me da miedo, pareces la diosa de la maldad. Jajajaja. ya en serio pequeña que tramas.
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Editado: 20.11.2024