STUART ADAMMS - SCOTT
Aún no comprendo, ¿Porqué le dejo todo a ese hombre?, se que me equivoque de fea manera, pero yo tambien lo estoy pagando de la peor forma haberla perdido a ella y a mi hijo, me ha destrozado, tanto que ya no volvi a la mansion le avise a Madison mi asistente personal que tuviera listo mi piso para quedarme en él, lo cual cumplio acatando mi orden al pie de la letra, como me gusta, ella conoce muy bien mis secretos y gustos, al tener ya seis años como mi asistente y compañera de cama cuando lo he requerido es muy útil y capaz, además de que es muy discreta y pasa desapercibida facilmente, u ella sabe como cumplir cada uno de mis deseos por eso no la he dejado, acata cada orden sin replicar es muy sumisa y obediente asi que al llegar a mi piso ya tenia mi cena lista que trajeron de mi restaurante favorito y unas botellas del mejor vino y whiskey que sabe que me encantan.
No estoy para lidiar con nadie asi que le indico a Maddie que le ordene a mi secreteria olivia que por unos dias me disculpe con clientes e inversores de la empresa. Hasta que pase el duelo por la muerte de mi esposa.
Y como imagine ahí esta la linda y sumisa Maddi en un rincón de rodillas y con cabeza gacha esperando por mi con sólo su sexi lencería de encaje que debe de usar sólo para mi, tambien trae colocada su sexi colita de conejo y sus orejas. La observo disimuladamente mientras ceno y bebo. Y ella permanece igual serena y tranquila esperando que le indique acercarse. Termino mi exquisita cena y bebida, y le hablo con mi vos en un tono seco y frío... Anda conejita traviesa acércate, te indique que me esperarás. Y ella temerosa y obediente me respondió no señor. Entonces a que debo esta desobediencia acaso esta conejita quiere que la castigue, su señor. A pesar de que no estoy de humor, para juegos ni castigos.
Mi ssseñor me dice dudando un poco. Por eso lo hice para que calme y desahogue su pena con su sierva mi señor.
Asi que quieres que me desahogue, crees poder soportarlo sucia coneja atrevida, te crees capaz de aguantar mi furia contenida en este momento, que no soy capaz de controlarme.
Lo sé mi señor y estoy dispuesta, disponga de mí, como le apetezca, y al escuchar esa respuesta no lo soporto me tomo de un trago lo que quedaba de mi bebida, la tomo del brazo y la arrojó contra el sillón de mi sala de estar, la volteo dandome la espalda con sus nalgas hacia mi y coloco mi rostro en ellas restregandolo en ese delocioso trasero, no lo soporto mas y empiezo a provocar su dulce sabor, su aroma me vuelve loco y su dulzor manda corrientazos de placer por todo mi cuerpo, y la embisto fuertemente y de forma descontrolada que solo la puedo escuchar gemir y chillar de placer de una forma tan deliciosa que tengo que no puedo evitar correrme dentro de ella, terminamos recostados en mo afelpada alfombra de la sala aferrado a ella como si ella fuera mi unica salvacion y consuelo en este momento y se que no debo sentir nada. Pero no lo puedo evitar al verla dormir tan tranquila y sentirla estremecer al alejarme de ella cuando voy a buscar una frazada para cubrirla del frio intenso que se comienza a sentir.
Un latigazo de culpa me envuelve cuando veo las fuertes marcas que he dejado en su cuerpo, no me pude controlar y descargue todo en ella, su fragil y delicado cuerpo me causa ternura no se porque me recuerda a mi amada.
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Editado: 20.11.2024