Sus ojos se abrieron con dificultad, la luz matinal entraba completa por el ventanal de cristal iluminando la habitación. Intentó tapar su rostro con el antebrazo pero fue imposible moverse unos brazos afianzados a su cuerpo se lo impidieron.
El recuerdo de lo sucedido la noche anterior llegó a su cabeza como una película que iba muy rápido.
Con suavidad quitó el brazo de su compañero para levantarse de la cama y salir de ahí y no volver, jamás el vestido que traía puesto quedó arruinado la parte de arriba estaba rasgada, rápidamente tomó una sábana para cubrirse.
—Es más cómodo que uses mi camisa —hablaba una voz masculina adormilada—. ¿A dónde vas?
Se dió la vuelta no quería despertar a Takeru pero su plan había fallado, suspiró resignada a tener que usar su ropa y enfrentar su situación.
—Buenos días —dijo con una sonrisa forzada se despojó de la sábana para tomar la camisa que el japonés dejó tirada anoche, tenía razón era más cómoda que andar envuelta en esas enormes sábanas —ya estaba por irme.
Ella se sentó a orillas de la cama dando la espalda a Takeru él se incorporó, una media sonrisa salió de sus labios; anoche comprobó que lo que Noa y Von Parker tenían no era un juego aunque entre esos dos las cosas no terminaron bien, intuía que Alexander no tomó bien el otro oficio de Noa.
—Eso pude notarlo ¿pero te ibas a ir envuelta en unas sábanas? —cuestionaba el japonés fingiendo inocencia—, hacer eso no es muy lógico...
—No, no tengo nada más y arruinaste mi vestido, ademas seguro están preocupados por mi.
—Entiendo —no quería parecer intenso, o aún peor humillarse más pero para él lo ocurrido anoche no fue cualquier cosa y odiaba admitirlo—, Noa debemos hablar, yo quiero saber algo y es sobre lo ocurrido anoche...
—No te preocupes Takeru se que no debí venir aquí y de verdad disculpa lo de anoche yo pensé que podía... —Miraba al japonés por encima de su hombro y no era capaz de darle la cara solo miraba por la esquina de su ojo.
Salió de la habitación dejando solo a Takeru, el pelinegro se dió de vuelta mirando el lugar en donde la morena había dormido la noche anterior.
———
Estaba harto de escucharla enumerar las razones por las cuales no podían estar juntos y para él ninguna tenía validez o sentido alguno.
—Yo te quiero a ti. —Luego de decir aquellas palabras alzó a la morena en brazos volviendo a hacer suyos sus labios.
Llevó a la pelinegra a su habitación, abrir la puerta fue tedioso pero no imposible, dejó a Noa en la cama. Ambos se despojaron de la estorbosa ropa, la lujuria se adueñaba de Noa quien terminó encima de Takeru desabrochando su camisa.
—Eres jodidamente hermosa. —Dijo con voz ronca incorporandose un poco en la cama apoyando sus codos en el colchón.
Ahora era Noa quien tenía el control de la situación tomando los labios de Takeru a la vez que acariciaba su torso, el pelinegro no resistió más las ganas de tener a la chica completamente bajo su cuerpo pidiéndole más. Por un momento quedó mirando su rostro lo único que iluminaba el lugar era la tenue luz de la luna, lentamente se iba introduciendo en la morena los pasados movimientos sacaron profundos suspiros de parte de la morena.
—Ah Noa joder tú, tú eres...
—No Takeru, no digas nada más ahora las palabras no son necesarias y lo sabes.
Aquella era la señal que esperaba quería tenerla hace mucho esperaba esto pero ahora había un plus, ella también deseaba tenerlo era hermosa nunca había visto a una mujer así.
Los besos subían de nivel Takeru se había acomodado a la figura de la chica bajo su cuerpo, una vez más pero los ojos de la chica estaban brillantes y una lágrima bajaba por su mejilla.
—Yo lo siento, ¿estás bien? Noa responde?, ¿qué pasa? —ella puso las manos en su pecho con intención de alejarlo él así lo hizo la morena se incorporó con intención de irse pero su huida se vió interrumpido por Takeru que la tomó del hombro.
—Solo déjame ir.
—No puedo, no mientras estés así Noa pensé que confiabas en mi.
—No lo entenderías...
—Y tienes razón no lo entiendo, pero si no me dices menos podré comprenderte si no quieres está bien, no soy un insensible.
—Bueno si me hubieras dicho eso un par de meses atrás no te hubiera creído.
—¿Tan mal concepto tenías de mi? —al ver el rostro de la chica—, si está bien lo admito fui algo patán contigo.
—Es un avance al menos reconoces que eres un idiota.
Rió al verla así ahora estaba más tranquila, sabía que su motivo para estar así era Von Parker pero nada ganaba con preguntarle sabía que ella no iba hablar.
—Bueno señorita ya es tarde ya es hora de dormir.
El japonés extendió las sábanas cubriéndose con estás y también a la morena a su lado.
—Lo mejor es que me marche...
—Noa duerme es tarde. —Takeru se acomodaba bajo las sábanas.
No sabía cuánto tiempo había dormido se dió vuelta y allí veía a la ex bailarina dormir pacífica a su lado, Noa había pasado a un lugar donde no salía de su mente. Era tonto él era el que usualmente perdía interés en las mujeres pero con Noa era diferente.
———
—De verdad creo que he cambiado mucho por tí bailarina, solo espero que este cambio no me traiga consecuencias.
•••
Pidió a Nick ir al departamento de Takeru, Cameron subió para llevarle ropa a su amiga apenas la pelirroja entró al penthouse abrió de manera desmesurada sus ojos.
—Ulala Nini pero el japonés tiene muy buen gusto, ¿no tiene hermanos? —Cameron entregó la ropa a Noa dentro de una mochila—, olvídalo es broma. —Dijo la pelirroja volviendo a su serio semblante recordando las llamadas que recibió hace poco.
—Ya vengo Cameron aguarda aquí si.
—Si claro no me moveré tú tomate tu tiempo Nini.
Editado: 17.03.2024