La dolorosa vida de Ángel.
CAPÍTULO 2
Llegamos al comedor y veo a muchos estudiantes comiendo. Me da curiosidad ver a unos estudiantes leyendo unos libros y me pregunto: "¿Qué se estudia en una escuela de hechiceros?"
—¿Qué les enseñan en una escuela de hechiceros? Supongo que les enseñan a realizar hechizos, pero ¿qué más les enseñan?
—Nos enseñan historia y nos enseñan a realizar hechizos. Es todo.- Lo dice muy dulcemente mientras sonríe.
Esta chica es completamente diferente a Sonia.
—¿No les enseñan matemáticas?
—No, matemáticas no nos enseñan.
Bueno, supongo que para usar magia no necesitas matemáticas.
—Ya veo.
—Siéntate, iré por comida.
—Gracias.
Me siento en una de las mesas del comedor que está vacía y la chica se va.
Este mundo parece interesante, pero odio a Sonia.
—Este lugar es interesante, pero quiero irme.
Saco mi teléfono.
—Supongo que puedo jugar un poco mientras espero.
Abro las aplicaciones y veo que los juegos que tenía descargados se habían borrado.
—¡¿Se me borraron los juegos?!
Reviso todo el teléfono. Las aplicaciones que había descargado habían sido borradas.
—Al menos no se me borraron las fotos de mi galería, solo se me borraron las aplicaciones que descargué... ¿Por qué?
Tres estudiantes se acercan a mí. Son dos chicas y un chico. Parecen muy interesados en mí porque me observan con curiosidad.
—¿Tú eres el familiar de Sonia?- Dijo una de las chicas viéndome con detenimiento.
—Lamentablemente sí.- Digo con un tono triste.
—¿Qué clase de magia tienes?
¿Hay diferentes clases de magia? Genial... Pero yo soy normal, no tengo magia.
—No tengo magia, solo soy un humano normal.
Los tres me observan con asco.
—¡¿Eres un plebeyo?!- Dijo el estudiante mientras me observa con asco.
Los estudiantes se empiezan a reír de mí.
Intento controlar mis ganas de golpearlo.
—¡¿En serio alguien sin magia fue invocado por medio del muro celestial?!
Siguen riéndose y se alejan de mí.
—¡Vámonos, me dan asco los plebeyos!
Los estudiantes se van y me siento un poco enojado.
Me discriminaron por no tener magia... Malditos ricos.
—Uy sí, me dan asco los plebeyos. Idiotas.
La chica llega con la comida y me pone el plato con comida frente a mí.
—Toma.
Se me hace agua la boca con solo oler el delicioso olor que sale del plato.
—¡Gracias!
La chica me trajo un plato con carne y verduras.
—¡Se ve deliciosa!
Empiezo a comer. Esta carne es realmente deliciosa.
—¡Esto está delicioso!- Digo con comida en la boca.
Se le sale una risa y luego me sonríe.
—Por cierto, ¿cuál es tu nombre?
Termino de comer lo que tenía en la boca y le contesto.
—Me llamo Ángel, mucho gusto.
—Yo me llamo Charlotte, mucho gusto... Entonces, ¿cómo es tu mundo?
Paso unos segundos pensando en cómo describir mi mundo. Es raro describirle a otra persona cómo es mi mundo.
Recordé las fotos que tengo en mi galería. Puedo mostrarle fotos de mi mundo.
—Espera...
Abro la galería y le muestro las fotos.
—Son fotos de mi viaje a un país llamado Estados unidos. Creo que mi mundo es muy diferente al tuyo.
Charlotte observa mi teléfono con brillo en los ojos.
—¡¿Qué es eso?!
Supongo que mi teléfono es raro en este mundo.
—Este es un aparato de mi mundo, se llama: "Teléfono". Sirve para hablar con personas aunque estén muy lejos. También sirve para tomar fotos y vídeos.
—¿Fotos y vídeos?
¿No existen las fotos? Vaya... Este mundo es raro.
—¿No sabes qué son?- Digo confundido.
—No. Dime qué es, por favor.
Este mundo es bastante raro... Quiero irme.
—Las fotos son estas. Las fotos permiten capturar un momento del tiempo.
Le muestro las fotos de mi teléfono. Le muestro una foto en donde estoy comiendo con mi madre y mis tíos en una mesa.
—Por ejemplo, en esta foto estoy comiendo con mi familia.
—¿Es como una pintura?
Es parecido... Supongo.
—Supongo que sí.
Debo explicarle con un mejor ejemplo.
Abro la cámara.
—Mira.
Le tomo la foto y se la enseño.
—¡Increíble!- Dice sorprendida y con los ojos brillantes.
Empiezo a grabar.
—Dí: "Hola".
Parece un poco confundida.
—¿Hola?
Termino de grabar y le muestro el vídeo. Su reacción al ver el vídeo es muy tierna. Observa el teléfono de cerca sorprendida.
—El vídeo es como una foto en movimiento.
—¡Es increíble!
Guardo el teléfono en mi pantalón.
—Es un aparato muy común en mi mundo, todos tienen uno.
—¡Tu mundo es increíble!
—Aunque en mi mundo no hay magia, no sé por qué fui invocado.
—Fuiste invocado por medio del muro celestial, es la primera vez en miles de años que eso pasa.
—¿Por qué yo? Yo no tengo magia.
—Tal vez sí tengas.
Esa posibilidad es nula. Estoy 100% seguro de que no tengo magia.
—No lo creo.
-Minutos después-
Después de algunos minutos, termino de comer y me levanto de la mesa
Estoy bastante agradecido con ella... Es muy diferente a Sonia.
Sonia es un demonio sin corazón, y ella es un hermoso ángel.
—Gracias por la comida.
—No, gracias a ti por mostrarme cómo es tu mundo.
—Luego nos vemos, adiós, Charlotte.
—Adiós, Ángel- Lo dice con una gran sonrisa y se aleja caminando.
Me agrada mucho.
—Que dulce es Charlotte. Quisiera ser el familiar de Charlotte.- Pienso sonriendo.
Me imagino a Charlotte siendo mi ama. Me la imagino abrazándome y dándome besos mientras me dice: "Te invoqué usando el muro celestial, estoy muy feliz. Te trataré muy bien, Ángel".
Editado: 12.09.2020