La dolorosa vida de Ángel.
CAPÍTULO 45
Me sonrojo y me pongo nervioso... ¡Crismei está desnuda! Tiene buen cuerpo ahora, ya no parece una niña... Debo admitir que se ve muy hermosa y ardiente.
—¡C-Crismei, estás desnuda!
—¿Eh?
Crismei se da cuenta de que está desnuda y se cubre los pechos con sus manos.
—¡No miren!
Mi quito mi camisa y se la doy.
—Creo que no tengo otra opción.
Me quito los pantalones y se los doy. Me quedo en ropa interior, que es negra.
—P-ponte esto.
Me doy la vuelta y veo un escena muy asquerosa. Una gran parte de las gradas está destruida. Hay muchas personas heridas y algunos aventureros están en el suelo, cubiertos de sangre... Creo que están muertos.
—¡¿Qué pasó en este lugar?!
Ansmel me toca el hombro derecho.
—Cuando Markalia envió tu alma a Dermol, tu cuerpo se rodeó de magia demoníaca y empezaste a atacar a todos.
—¿Y-yo hice esto?... ¿Yo?
—Sí... Lo hiciste.
—¿P-por qué pasó eso?
—No lo sé.
Jisas me toca el hombro izquierdo.
—¡Estuviste increíble! ¡Tentáculos negros salieron de ti y empezaste a atacar a todos!
Volteo a ver a Jisas y mi cabello cambia de color, mis ojos se vuelven rojos y las marcas aparecen.
—¡No me toques!
Lo intento golpear con mi puño derecho, pero me detengo justo antes de golpearlo en la cara.
—N-no... No debo atacarte.
Me acerco demasiado a él.
—¡Quiero hacerlo!
Me alejo de él.
—Pero aún no puedo.
Vuelvo a ser el de antes... Mis cambios desaparecen.
—Aléjate de mí, Jisas.
Crismei, que ya tiene puesta mi ropa, se acerca a mí... Aunque le queda muy apretada... Era obvio... Sus pechos se pueden ver un poco... Su escote es atrayente... Mierda, realmente cambió demasiado.
—Me queda apretada... Ángel... ¿Qué fue lo que viste en Dermol?
—¿Conoces Dermol?
—Sí.
—Yo también.- Dice Ansmel.
—¡Yo también, amigo!- Dice Jisas.
Cambio otra vez y tomo del cuello a Jisas.
—¡No soy tu amigo!
Siento la necesidad de golpearlo.
—N-no lo hagas, Ángel.... No lo hagas...
Hablo conmigo mismo y me alejo de Jisas.
—No lo hagas...
Suspiro e intento relajarme.
—No lo haré.
Vuelvo a mi forma normal.
—Ansmel, eres amiga de Jisas. Por favor, aleja a Jisas de mí.
—Jisas, vete.- Dice Ansmel.
—¡Lo haré de inmediato!- Dice Jisas.
Jisas se aleja de nosotros corriendo.
—Vaya, eso fue fácil.
Veo a mi alrededor, ya no hay personas en las gradas, solo están los heridos.
—Debemos ayudar a los heridos... Luego les cuento lo que me pasó.
—Sí, pero creo que primero debemos ir a la posada por ropa.- Dice Crismei.
—Sí... Supongo que no puedo estar en ropa interior.
Ansmel se aleja de nosotros.
—Yo me encargaré de los heridos, tú descansa.
—Muchas gracias, Ansmel.
Crismei y yo nos dirigimos a la salida.
—Crismei... Respecto a lo que me dijiste.
Me sonrojo y volteo a otro lado.
—¿L-lo dijiste en serio?
Crismei me abraza.
—Claro que lo dije en serio.
—P-pero... Bueno... L-lo siento, no sé que decir.
Me acaricia la mejilla y la volteo a ver.
—Eres alguien muy bueno. Eres tan bueno, que incluso siendo un demonio, aún te preocupas por los demás.
—P-pero ahora soy un demonio.
—Eso no me importa.
Me da un beso en la boca. Nos besamos por unos segundos y luego nos separamos.
—Te amo.
—Crismei... Hemos estado juntos por años... Siento algo por ti, pero no sé que siento... No sé si sea amor... Siempre te he visto como una compañera y amiga.
—Oh... Ya veo.
Crismei baja la cabeza... Está triste.
—Pero...
Le acaricio la mejilla izquierda.
—Ahora que ya no pareces una niña, supongo que podríamos intentar... Ya sabes...
Me sonrojo... Mierda, esto es algo incómodo de decir.
—S-ser una pareja.
Crismei voltea a verme sonrojada.
—Ángel...
Nos besamos mientras nos abrazamos... Supongo que esto está bien... Sí... Está bien.
Editado: 12.09.2020