La Duquesa

XIV

Desperté en la misma posición en la que me había acostado la noche anterior, pero no fui capaz de abrir los ojos. La cabeza me dolía muchísimo y el estómago me ardía. Sin embargo era muy  reconfortante despertarme sintiéndome  protegida por aquellos brazos. Aquel pensamiento fue suficientemente aterrador para hacer que de un brinco saliera de la cama ¡Oh Dios mío! Había pasado la noche junto a un hombre. Como una ola traicionera, los recuerdos de la noche anterior volvieron a mí y la habitación comenzó dar vueltas. Con cautela me senté en el borde de la cama y comencé ordenar mis pensamientos. Unos instantes me giré hacia Toni, el cual se desperezaba en la cama.

-Buenos días preciosa- dijo tumbándose de costado y apoyando su cabeza sobre una mano mientras que con la otra me indicaba que me sentara junto a él, de una forma demasiado tentadora- porqué no vuelves a la cama... a penas me has dejado dormir.

Aquello era demasiado para mí. Estaba cien por cien segura de no haber hecho nada malo, pero a pesar de ello mi vida había vuelto a dar un giro desastroso que consideraba que no me merecía en absoluto.

-Mi padre está vivo... -Dije en un susurro casi inaudible, pero pareció que Toni me entendió, puesto que en un instante estaba de rodillas frente a mí entrelanzando nuestras manos.

-Sira, voy a llamar a mi madre, tenemos muchas cosas que explicarte.

Yo me dejé llevar y esperé pacientemente, en poco tiempo nos encontrábamos los tres en un pequeño salón. Viola, la archiduquesa y madre de Tony no parecía alterada. Aquella mujer era perfecta y parecía que nada podía romper su equilibrio, tomó aire y se dirigió a mí.
-Sira querida, necesito que escuches con atención, lo que te vamos a explicar no es sencillo ni fácil de asimilar.- toda mi respuesta consistió en un leve sentimiento de cabeza.

-Una tarde antes del comienzo del verano tu padre se presentó en nuestra casa todo magullado, tenía un brazo y varias costillas rotas, además de cortes graves y moratones. Insistió en que necesitaba máxima discreción y por ello no nos permitió llamar al doctor. Por lo visto, hacía una semana que había decidido partir en un viaje de negocios, pero la noche antes de su partida llego a su conocimiento un horrible suceso que tuvo lugar hace muchos años.  Por lo que tú padre nos contó, él había sido incapaz de creerse tal historia, por lo que decidió concertar una cita con uno de los implicados. Tu padre no deseaba llamar la atención de nadie y por ello, se cito con aquel hombre alejado de la vista de la gente. He de confesarte que todavía seguimos sin saber cuál era el motivo de la reunión y cuál era aquella noticia que tu padre recibió, pero tu padre aseguro que alguien muy cercano a él había intentado matarle. Transcurrieron un par de semanas, pero tu padre no mejoraba sino más bien todo lo contrario, cada día está más delgado y cansado. Cuando ya había transcurrido un mes en aquella agónica situación aparece un hombre preguntando por él, nosotros nos asustamos muchísimo, pero tu padre lo acogió como un hijo y tras darle instrucciones el hombre desapareció. Un par de semanas después  tu padre falleció, pero no sin antes hacernos jurar que no le contaríamos a nadie ni tan siquiera ti cuál era su paradero, o cuáles habían sido los hechos hasta que aquel hombre no regresara. -viola dejo de hablar por unos segundos, permitiéndome asimilar todo lo que me había contado-este hombre apareció ayer, y nos confirmó que todas las sospechas eran ciertas

Respire hondo, a pesar de lo confusa historia parecía poco sorprendida por el giro que aquellos acontecimientos daban a la situación.

-¿Dónde está ese hombre? -enfría mi mente, debía mantenerme estable si deseaba llegar al fondo de aquella situación.

-Sira...- aquella era la primera vez que Toni intervenía en la conversación y su voz sonaba dubitativa- El hombre al que nos r ejercimos es el mismo que habló contigo anoche y después desapareció, al parecer la misma persona  que intentó matar a tu padre también le perseguía a él.

-pero no lo comprendo ¿ Por qué mi padre no me hizo llamar? ¿Por qué alguien querría matarlo?- Viola se sentó junto a mí y me ofrece una taza de te, yo la tomé y bebí lentamente.

-Sira no te miento al decirte que lo desconozco, solo me queda por añadir que tu padre te dejo un pequeño cofre, nos dijo que tú tenías la llave.

Toda aquella situación era y irrealista. Mi padre había muerto, resucitado y vuelto a morir. Un misterio había envuelto los últimos meses de mi padre y ahora envolvía mi vida, un hombre desconocido parecía ser la clave y...¿ Qué llave debía tener yo?



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En el texto hay: misterio, romace, epoca victoriana

Editado: 13.04.2019

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