La Elegida (en Edición)

Capitulo 5

Me encontraba corriendo por los pasillos del instituto, no sabia si la profesora me dejaria pasar.

Al llegar a la puerta, toque suavemente mientras trataba de regular mi respiración.

La puerta se abrio segundos despues, apareciendo frente a mi el rostro enfadado de mi profesora de Historia, su ceño se encontraba fruncido mientras me miraba muy seria, por un segundo su mirada me dio escalofríos.

-¿Puedo saber el porque de su llegada tarde señorita?- me regaño a modo de pregunta.

-Disculpe no volvera a pasar- mi voz sono aspera- mi auto se descompuso a mitad del camino- mentí.

-Que sea la última vez que sucede Camberleck- me dio una mirada rapida, antes de dejarme pasar.

Mi mirada se dirigío hacia cada uno de mis amigos quienes se encontraban con el ceño fruncido, acusandome con la mirada.

Maldecía internamente, sabia que no me salvaria de sus preguntas esta vez.

El tiempo paso rapidamente, al tocar el timbre que anunciaba que la clase habia terminado, todos salieron rapido del salon, como si fuera a acabarse el mundo.

Rodee los ojos a encontrarme con mis amigos al salir, sus brazos estaban cruzados, mientras que me miraban con enfado, pero habia algo más en su mirada, podría notar que habia nerviosismo.

Lo cual hizo que me tensara rapidamente, pero no deje que se dieran cuenta. 

Cada vez más me preocupaba el echo del que me ocultaran cosas, sentía que cada vez eran más las cosas que no querian decirme.

Les di una mirada rapida a cada uno antes de hablar.

-¿Qué sucede?- pregunte seria.

-No piensas contarnos nada del por que llegaste tarde- me regaño Kim.

-Ya lo saben, se me descompuso el auto a mitad del camino- mi voz sonaba indiferente, eso los hizo enfadar.

-¿¡Qué mierda te sucede, ya ni nos cuentas nada!?- grito Rose, provocando así que me enfadara.

Justo ellos vienen a decirme que no les cuento nada, cuando ni ellos son capaces de decirme que sucede- pense con enojo.

-¿Que yo no le cuento nada?- reí ironica, mientras aplaudia sarcasticamente- ¡siempre les fui sincera, son ustedes los que me ocultan cosas y me reprochan a mi- me miraban con una mezlca de nerviosismo y confusión- y no me digan que no es así, cuando saben perfectamente que es la verdad!- mi voz se fue elevando, causando que me miraran con panico.

Podria jurar que mis ojos estan tan oscuros como la noche y mi pelo de un negro oscuro.

-N-o sabemos d-e qu-e hablas- contesto nerviosa Eliza.

Trataba de hacerme creer que no sucedía nada.

Pero Error, la conocia perfectamente como para saber cuando miente y cuando esta nerviosa, como en este momento.

Respire hondo tratando de tranquilizarme, mire para diferentes direcciónes tratando de ver si nadie habia visto la escena.

Pero para mi buena suerte nadie se encontraba en el pastillo, solo nosotros.

-¿Saben que?- mi voz sonaba cansada- dejemos el tema así- bufe resignada. 

Sabia que no me dirian nada por mucho que lo intentara, me miraban con alivio tal vez pensaban que lo olvidaria y todo volveria a ser como antes.

Reí de una forma tan fría que hasta me dieron escalofrios.

Pase por su lado sin nisiquiera mirarlos, me dirigí rapidente hacia el baño de mujeres.

Trataba de tranquilizarme, por que si me enojaba sabia que me descontrolaria y lo menos que queria en este momento era captar la atención de los demás.

Me encontraba sentada dentro de uno de los cubiculos, mientras me fumaba un cigarrillo.

Recuerdos pasaban por mi mente, desde que nos conocimos, los momentos que pasamos juntos, cuando discutiamos y a los minutos nos encontrabamos abrazando, cuando nos regañaban por meternos en problemas, todo lo que vivimos juntos.

Una lagrima solitaria se deslizo lentamente por mi mejilla.

Como pudimos pasar de contarnos todo ha ocultarnos cosas- pense, secandome rapidamente la mejilla.

Apaga el cigarro, vienen hacia el baño.

Una voz suave retumbo por mi cabeza, rapidamente le hice caso.

Segundos despues pasos resonaban en el piso.

Dos voces que rapidamente reconocí, Kim y Eliza se encontraban hablando.

Rapidamente preste atención a lo que hablaban.

-¿Qué haremos ahora?- era la voz de Kim, sonaba aterrada- no podemos seguir mintiendole, se dara cuenta- reprocho.

-No podemos decirle la verdad, no nos corresponde- esta vez era Eliza la que hablaba.

¿De que verdad hablan?

¿Ah quien le ocultan cosas?

-Se dara cuenta, Alice no es ingenua sabes como se pone cuando se enoja, es un monstruo cuando se enfada de verdad, admite que cuando se entere va a ponerse peor de lo que pensamos- mientras mas hablaba, su voz se tornaba más temblorosa, eso solo sucedia cuando tenia miedo de algo. 

¿Porque Kim me llamo monstruo?

Esa pregunta me descoloco un poco, nunca pense que cuando me enojaba podria ser peor de lo que me imaginaba.

Ahora entendia el porque de sus miradas con panico cada vez me enojaba.

-Lose- bufo cansada- pero se lo prometimos y tenemos que cumplirlo- su voz sonaba insegura- ¿piensas que no me duele ocultarle cosas?- elevo su voz, evidentemente enfadada.

-Claro que lose, a todos nos duele tener que ocultarle la verdad- la voz de Kim sonaba tranquila- solo espero que cuando se entere de todo nos perdone- suspiro.

-También yo- respondio esta vez Eliza.




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