La Elegida (en Edición)

Capitulo 97

POV. Alice Camberleck.

-Ella es preciosa- sonrió Lessie a mi lado, observando a la niña correr entre los árboles.

-Lo es- reí con ternura escuchando su dulce risa- No comprendo aún como ha llegado a mi vida.

-Todo sucede por alguna razón, Alice- respondió en suspiros- No cometas los mismos errores que Cassandra..

-¿Cuales errores?

-El no atreverse a confiar en su corazón, lastimandote sin siquiera evitarlo.

-Eso no ocurrirá- sentencie con seriedad- Es una niña pequeña, no permitiré que sufra como lo he hecho yo a su edad.

-Se que cuidadas muy bien de ella- sonreí observando como la menor corría hasta mis brazos- No permitas que nadie le dañe quitándole de tu vida.

-Lo prometo- sonreí besando su pequeño.

-¿Como es tu nombre, cariño?- murmuró con dulzura Lessie, acariciando sus rizos.

-Lucero- contestó la pequeña sonriendo con timidez entre mi cuello.

Rei con diversion- ¿Qué sucede, mi Lucero?

-Me siento protegida en tus brazos, Alice- susurró con alegria, paralizando mi corazón ante su ternura.

Mi mirada de encontró junto a la de Lessie quien nos observaba de una manera extraña.

-Es ella- murmuró audiblemente.

¿Quien es ella?

******


-¿Que harás con ella?- musito observando a Lucero dormir.

-Cuidaré de ella- respondi con seriedad, no gustandome su tono de voz.

-¿¡Que harás que!?- exclamó alterada.

-Me quedaré a su lado.

-¡Tienes dieciocho años, eres una niña, Alice!

-Tengo dieciocho años humanos- gruñi harta de escucharla- ¿Cuantos en realidad tengo?

-Yo...

-¡Responde, Mercy!

-Hace un siglo- susurró con temor.

-Tengo cien años. ¿Te parece que soy pequeña?- pregunté turbada.

¿Cien años?

Por el amor de Gea..

-Realmente eres una anciana, princesa- rieron algunas voces en mi interior.

-Malditos demonios- gruñi.

-¡Eso no viene al caso!- gritó- No puedes tenerla.

-¡Claro que puede! Es mi jodida vida y mi maldita decisión.

-¡No puedes hacerlo!

-¿Porque jodida razón no podré?

-Porque tu destino y el de todos cambiaría.

Reí con sarcasmo comprendiendo.

-¿Le temen al verdadero sufrimiento?- indague creando fuego ante su cuerpo, logrando que retrocediera asustada- ¿¡Temas pagar por sus verdaderos pecados!?

-¡Eso no es cierto!- alzó su mano apagando las llamas.

-¡Entonces dime una maldita razón, Mercy!

-No quiero perderte- tragó saliva con nerviosismo.

-¿De que hablas?- frunci el ceño con confusión.

-Una vez que decidas cuidar de una pequeña guerrera, tendrás que formar un vínculo con esta.

-¿A que te refieres?- le mire- ¿Qué clase de vínculo?

-El de una madre- respondió- Tendrás que aceptar serlo o morirá.

-¿Morir?- exclame con horror.

Jamás lo permitiría.

Mercy asintió en silencio observando mi reacción.

-Lo hare- acepte luego de unos breves segundos en silencio- Lucharé por su felicidad.

-Aunque cuidaras bien de mi hija..

*******


POV. Narrador oculto.

-No escucharé tus incoherencias- negó la mujer con enfado.

-¡Estas cometiendo un error!- la riñó con seriedad.

-¡Basta! ¿Puedes callarte por un miserable segundo?

-No, no me callare y dejaré que acabes con tu vida de esta manera- contestó cansada- Ella te ha envenenado, tienes que luchar contra tus demonios y aceptar la bendita realidad.

-Alisson no me ha hechizado- la reprendió con agresividad- Ella es mi hija y tiene razón en lo que me ha dicho.

-¿Que te ha dicho esta vez?

-Que debo de matar a Alice, ella jamás será mi hija. Sólo es un ser despreciable del cual es fácil engañar.

-Te arrepentirás Cassandra..

Ambas mujeres se encontraban en silencio observandose con seriedad, una guerra de emociones sin fin.

En la cual la oscuridad de adueñaba de la mayor, creando un sentimiento de odio sin siquiera entender el porque..

Pero no sabían que alguien había escuchado todo.

Absolutamente todo...

-¿Que fue ese ruido..?- murmuró la mayor con su corazón acelerado, escuchando pasos corriendo detrás de la habitación.

******


POV. Mercy.

-¿Que sucede?- murmure observando su rostro descomponerse.

-Algo sucede- respondió antes de salir de la habitación a toda prisa.

-Princesa- le llame con desesperación corriendo tras sus pasos.

¿Qué estaba ocurriendo?

Podía sentir un dolor agonizante en su interior..

Algo predecia y no era nada bueno..

-Debes callarte- siseo en susurros tras una puerta.

-¿Que ocurre, Alice?- murmure- No comprendo.

-Que debo de matar a Alice, ella jamás será mi hija. Sólo es un ser despreciable del cual es fácil engañar.




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