Año 158. 7° luna de Fjōrõa.
Primera Base Militar, Sabotaje.
930 hrs.
Kaori Jacob.
La Primera Base Militar es una de las instalaciones más modernas dentro del extenso territorio de Sabotaje. Constituido por más de veinte laboratorios dedicados a la física, la química y la biología, la estructura abarca cerca de una hectárea cuadrada en el corazón de Nerea, la ciudad de los akanes.
Es un gigantesco bloque de piedra maciza cubierto por completo de paneles solares. Hay dos entradas a la construcción, un único sistema de ventilación y cientos de habitaciones subterráneas que resguardan peligrosos artilugios que son estudiados por los mejores ingenieros de Yezza. Es dentro del territorio de la Primera Base donde se desarrollan los más importantes proyectos tecnológicos y dónde cientos de akanes buscan crear el arma de Destrucción 10, una extrañísima máquina de aniquilación que logra combinar la precisión, la potencia y la gravedad de daño en tamaño compacto.
Justamente la Primera Base Militar es el centro de los procesos medianamente políticos que se ejecutan dentro de Sabotaje, y es el lugar de reunión de los coroneles más sobresalientes entre las tropas de Rexión. Y a una de estas juntas es a la que me dirijo ahora.
Camino altivo a través de pasillos de piedra perfectamente iluminados con bombillos de luz blanca. Las paredes de cristal que permiten observar dentro de los laboratorios principales se encuentran a cada lado del corredor, y todos los akanes detienen sus labores para saludar a su general.
Me dirijo a una de las salas superiores del edificio por las escaleras metálicas que conectan todos los pisos entre ellos. La junta tendrá inicio en 7 minutos exactamente, y aún así al llegar a la sala me encuentro con todos los integrantes de la reunión sentados en la mesa.
-Muy buenos días- saludo con respeto. Los oficiales se levantan para darme la bienvenida y devolverme el saludo.
-Buenos días, General- responden cordialmente.
-Tomemos asiento, por favor- digo con calma.
La Sala Principal de la Primera Base Militar es, por mucho, una mediocre réplica de la Sala de Conferencias del SINEFU. No tiene sus amplios ventanales ni su increíble iluminación, carece del sentido de la privacidad y el ambiente perpetuo es de zozobra y ansiedad. Sin embargo, las paredes de la estancia están cubiertas por completo con enormes pantallas de la más alta resolución, cuyo propósito es brindar información visual a lo largo de las conferencias que se realicen dentro de la habitación.
-Me parece que podemos comenzar con la reunión- apunto.
-Por supuesto, General- responden en coro, sentándose en la mesa a la par en que yo tomo asiento.
-Me gustaría iniciar con los avances del Proyecto PROCIAL- indica Alek, un akan de edad adulta que está a cargo del Departamento Inmediato de Defensa. Tiene el cabello negro y lacio que se encuentra peinado de forma sutil hacia un costado, sus cansados ojos grises repasan las líneas de los reportes que sostiene entre sus manos.- Hemos reconsiderado implementar el antix blue dentro de las aleaciones principales de la construcción. Realizamos algunas pruebas para conocer los resultados en la combinaciones del antix blue con el grafeno y se obtuvieron conclusiones favorables para el propósito del proyecto. Los akanes del Departamento Interino de Prototipos ahora mismo realizan diferentes mezclas de metales con accionadores químicos para implementar los recursos extraterrestres que hemos obtenido en la última década.
-¿Se han confirmado las hipótesis previas de los efectos secundarios del antix blue?- pregunto por simple protocolo.
Alek asiente con la cabeza.- Así es, General. Se realizaron las respectivas pruebas pero lograron desmentir los efectos negativos. El antix blue no representa un riesgo tóxico notable.
-Perfecto. Me gustaría revisar los archivos y visitar los laboratorios de pruebas lo antes posible. Frederick ha estado insistiendo en que le presente los resultados de los experimentos.
-Por supuesto, General. Visitaremos los laboratorios principales después de la reunión.
-De acuerdo- digo conforme. Coloco mis brazos sobre la mesa y cruzo mis dedos para adoptar una postura más cómoda y una expresión seria.- Pasando a temas más delicados, Annie, ¿cómo están las muestras del planeta Terra-C?
Annie, una joven akan de 22 años con el cabello castaño siempre amarrado en una cola de caballo y cuyos ojos amielados se esconden tras unas gafas azules, me mira asombrada por unos momentos. Asiente rápidamente y busca entre sus carpetas hasta encontrar los archivos solicitados.
-Bueno, hemos expuesto a las muestras a diferentes atmósferas controladas en sistemas cerrados. Actualmente los resultados son desfavorables para nosotros. Su planeta está rodeado por una capa de gases cuya estructura molecular aún intentamos descifrar. Por el momento nuestros registros marcan que son inmunes al ácido clorhídrico, al cloruro de zinc, al cloruro de aluminio, al hidróxido de sodio y al hidruro de sodio. Apenas comenzamos las pruebas de ácidos con oxígeno y no hemos encontrado una sustancia que los afecte directamente- concluye la chica, colocando los papeles de vuelta en la mesa.
-Bueno, tenemos suerte de que su evolución se haya estancado antes de desarrollar inteligencia lógico-matemática o inteligencia creativa- digo con seriedad.- Espero que las pruebas puedan arrojar conocimientos satisfactorios para nosotros.
-Estamos trabajando en ello, General- afirma Annie.
-De acuerdo, si los resultados son inconclusos en las pruebas del planeta descubierto, asumo que los saboteadores del Equipo de Exploración aún siguen en Neneari.
Un hombre robusto de facciones toscas y cuyo cabello abundante comienza a tornarse blanco se aclara la garganta a pocos asientos de mi. Su nombre es Henry y es el saboteador encargado de dirigir los estudios de Rexión, la escuela que entrena a los saboteadores.