CAPÍTULO 1: ¿Quiere las malas o las peores?

El paisaje era insuperable, las 3 horas de traslado valían totalmente la pena. Pues habían grandes campos verdes, llenos de una fauna increíblemente hermosa, el sonido del lago a las espaldas, el mejor clima que el verano podía ofrecer, no se podía pedir más. Lush recordó la clase de historia que tuvo hace ya 16 años, la maestra hablaba sobre el planeta natal de la humanidad Tierra, grandes paisajes se asomaban tras cada imagen que recorría el lente holográfico en medio del salón, sin embargo, todo esto cambió cuando pasaron a la guerra contra los pilares. Todos esos campos verdes, todos esos lagos, todos esos animales que parecen ser más mitológicos que reales, desaparecieron en unos cuantos minutos, sin resistencia, sin defensa, todo lo que el ser humano había llegado a construir y preservar, se había esfumado, junto con una cantidad de mas de 6 mil millones de vidas humanas, para ese entonces la Tierra era un planeta más dentro de la colonia universal llamada “AMANECER”, el cuál, es un conjunto de planetas habitados por humanos (y una que otra raza aliada) que daban continuación a lo que llamaban “Vida”, la cual estaba siendo amenazada, sin embargo tras años de pelea y resistencia, la humanidad había recobrado la tranquilidad. Lush se perdió por completo en este pensamiento, decidió abandonar ese amargo sentimiento que lo rodeó por un segundo y se volvió a enfocar en lo que sus ojos observaban, sintió la cálida presión en su mano de su prometido.

-Te fuiste por un segundo- Dijo Renco con una sonrisa.

-Lo lamento.- Contestó con una sonrisa igual a la de Renco- a veces me pregunto, ¿Por qué la tierra se fue así?, es decir, ¿Hicimos algo tan malo para merecer eso?- Se preguntó Lush más a sí mismo y por un momento regresó esa amargura.

Renco quedó pensativo por unos segundos, no era la primera vez que Lush se cuestionaba tan de la nada aspectos respecto a los sucesos de la guerra del equilibrio, sabía que vivía con el miedo de algún día volver a pasar por una guerra así de catastrófica. Él también pensó si la humanidad había pagado un pecado, alguno muy fuerte con la caída del planeta natal, pero darle importancia al tema haría que su prometido sólo pensara de más. Vió que estaba ya un poco cabizbajo, así que decidió ayudarlo a liberarse de ese pensamiento.

-Sea lo que haya pasado, quedó atrás. Por el momento no nos queda más que disfrutar de lo que hacemos hoy y lo que haremos mañana – Contestó Renco acariciando la nuca de Lush- Sé que se escucha mas fácil de lo que parece, pero mientras tu pasado no te persiga, ¿por qué tendrías que perseguirlo tú?

Lush sabía a lo que se refería, se tranquilizó, respiró y se acercó a Renco con tranquilidad para besarlo. Eso fue lo último que recordó, al abrir sus ojos despertó en una camilla improvisada en el suelo de un edificio con el techo quebrantado, parecía que en cualquier minuto se caería en su totalidad, se levantó lo más rápido que pudo y observó a su alrededor un centenar de personas acostadas, gritos, llantos, el olor a quemado, ruido de armas disparando, médicos, enfermeros corriendo de un lado a otro, era un total descontrol ahí adentro. Tenía que salir, a como pudo caminar Lush se acercó a la puerta principal que estaba a no más de 20 metros. La puerta estaba totalmente polarizada y no se podía observar con claridad hacia afuera, “Una bomba? ¿Un terremoto? ¿Qué mierda sucedió?” Pensó Lush, mientras se acercaba a la manija de la puerta y la empujaba con fuerza, cuando la abrió, vió que sus pensamientos no estaban ni remotamente cerca de lo que tenía en mente, era un millón de veces peor, edificios totalmente destruídos, fuego por todos lados, gente en el suelo muerta, algunos por las estructuras caídas, otros con hoyos en el cuerpo ya que habían sido disparados, volteó hacía el cielo y las vió por primera vez, volvió a recordar su clase de historia, volvió a sentirse a salvo por un segundo dentro de sus recuerdos, cuando la maestra frente a ellos activó el lente holográfico:

-Dentro de la fauna humana que se perdió en la tierra existían animales realmente maravillosos como ya se los he mostrado. – Dijo la maestra, haciendo una breve pausa- . Pero en la fauna de una de aquellas razas de los pilares, fue la que más nos llamó la atención. En la tierra existían diversidad de insectos, entre ellos les enseñaré particularmente el popularmente conocido como “Escarabajo”. Era un insecto de apenas unos cuantos centímetros, pero en Ghu´te, planeta natal de los  Khaz encontramos esto – El lente holográfico cambió de imágen para enseñar lo que parecía ser un escarabajo gigante, sin embargo, al poner más atención se podía observar que era un animal diferente, compartían muchos rasgos pero eran idénticos en forma, con un color café fuerte rodeándolo, era imponente y no sólo por sus 3 metros de altura y 15 de largo, sino por sus tenazas que salían de su cabeza como cuernos.

Lush lo reconoció, había visto imágenes de las naves enemigas que tenían esa misma imagen y eran cientos encima de él, cientos de escarabajos gigantes disparando a la tierra… Habían vuelto.

-¡ Lush, Lush! – Escuchaba detrás de él, pero no podía voltear. 

 – ¡Reaccione Comandante Lush!- ¿Comandante? Pensó .   -¡¡Lo necesitamos!!-

Reaccionó tras unos segundos, había despertado tras un muy largo sueño, empezaba a escuchar las voces de las personas a su alrededor.

-Pulso estable –  Dijo una mujer a lado suyo.

-Sólo fué un pequeño ataque cardíaco Comandante, nada de qué preocuparse-  Mencionó un hombre no mayor a él, de unos 35 años.

De un momento a otro, Lush comenzó a recordar donde estaba, quien era y por qué había despertado de un sueño criogénico. Sus órdenes antes de dormir fueron específicas: “ No quiero que me levanten al menos por 2 excepciones. Uno, que hayamos descubierto cómo volver a dormir criogénicamente para no desperdiciar mis años de vida en guerra. O dos, cuando hayamos perdido esta guerra y necesitemos un milagro”. La segunda opción la dió como último remedio, antes de dormir había dejado cientos de estrategias de combate que hacían imposible perder, pero ocuparían más información para derrotar al enemigo, información que estaba aún en un futuro algo lejano para cuando comenzaran a tener pistas de lo que requerían para dar un golpe firme, lush habría llegado a las 80 años, así que decidió mantenerse en sus 32 y ayudar de forma eficaz en un futuro.