La distancia comienza a ser intrascendente. La magia y la tecnología se mezclan, así como siempre han estado unidos el bien y el mal, en ese límite conocido como inconsciencia o imprudencia.
Es penoso ver a una persona perdida en la avaricia o en la envidia, mucho más lastimoso es que esa persona, no tenga a quien acudir por ayuda.
No tengo idea de lo terrible que sería ver a los habitantes de todo un planeta, hundidos hasta las cejas, en todos y cada uno de los sentimientos más abominables, que puede sentir cualquier ser racional. ¡La verdad, no creo que pueda imaginarlo, aun que lo estuviera mirando!
En la Galaxia Madinus, se encuentra orbitando un sistema solar, compuesto por siete mundos, orbitando su estrella, siendo el planeta Veriano, el cuarto más cercano a esta.
La tecnología en ese mundo es bastante avanzada, pero en algunas regiones, aún existen pequeñas provincias de agricultores, que aún usan herramientas manuales, para hacer su trabajo.
En general, el problema radica en los seres que habitan este mundo, ya que son fáciles de corromper, no creen, ni saben de la existencia de Dios en ninguna forma, ya que ese mundo en particular, se encuentra en las regiones del universo que pertenecen al Dios Seth, por lo que nunca ha sido visitado por el Creador del universo, porque Jóler, aún se encuentra atrapado en el Cerrojo y por consecuencia, en ese lugar, nadie cree en las Deidades y mucho menos en los Demonios.
El Portal de Salida que corresponde a la llave de Seth Jóler, así como todos los demás portales, han sido afectados por los cambios en la creación de los universos.
Ahora, a miles de años de la creación del planeta, un suceso extraño está a punto de modificar todos los pensamientos de los habitantes del Planeta Veriano, que a lo lejos, desde cualquiera de sus tres Lunas, se le nota el color rojizo de su superficie.
Los nativos de ese mundo son bastante organizados, aunque no tienen un ídolo para adorar, creen en el trabajo duro, y el esfuerzo para lograr las cosas que anhelan. Ven la disciplina como una doctrina que enseñan a sus hijos desde la niñez, además de tener muy buenos inventores e ingenieros, los seres más comunes son, en esencia, campesinos o granjeros, así como también tienen obreros y empresarios.
En una de las provincia cercanas a la Ciudad de Nuevo Puerto, se encuentra una serie de colinas, en las que se hayan unas rocas muy grandes que fueron colocadas y encimadas en una forma redonda hace muchos años, tantos que, ninguno de los científicos que han estudiado esas estructuras rocosas, han logrado datar con exactitud la fecha de su creación.
En ese preciso lugar, se abre por fin el Portal de Llegada que conecta al Planeta Veriano con el Portal de Salida del Salón del Tiempo, para dar acceso al Dios Seth, que tiene la tarea de revisar que todo va a estar bien, dentro de lo normal, en el universo creado y proporcionar a los seres de esa región del nuevo cosmos, la esperanza y el conocimiento de los seres divinos, para que puedan creer en su propio Dios, que llegará un día y los acompañará por siempre.
El Portal de Llegada se abre en el mismo instante que el Dios Esteko, observa el brillo de Antelano durante la batalla de Abi Al y Cráptor, debido a que el último portal usado por los Dioses, indica a las Llaves del Tiempo, que los cuatro viajeros están instalados en el universo y cada uno, se encuentra listo en su lugar.
Desafortunadamente, no ha sido el poderoso Dios, Seth Jóler quien ha cruzado las inmensas dimensiones del tiempo y del espacio, para ayudar al universo.
Rápidamente ha salido del interior del portal, la bestia furiosa que trató de entrar nuevamente al mismo Cerrojo del que salió y que no logró hacerlo.
Ha salido del portal, aún con el dolor del golpe recibido y la humillación de los Dioses del Tiempo que lograron evadirlo, Zula Fráguer, el Destructor.
Muy entrada la noche, el monstruoso ser aparece en el portal y voltea la cabeza en todas direcciones, tratando de hallar a los Dioses, que entraron antes que él al Portal de Salida.
Afortunadamente para todos, es la primera vez que ese Demonio, entra a un universo en su forma física y no sabe dónde está, mucho menos, conoce la ubicación de los tres Dioses. Sin embargo, un aldeano de la región que recién había terminado con sus labores y se dirigía a su hogar, no se percata de la presencia de Fráguer y que es observado, por los ojos diabólicos del Demonio.
Zula, mira detenidamente al sujeto que viaja en un pequeño transporte de trabajo que flota sobre el camino. Fráguer lo observa a lo lejos con atención, e imita la forma de la apariencia física del conductor, y el tipo de ropas que el nativo viste, después, se acerca lentamente, caminando en dirección del vehículo y de esa persona, quien al verlo, lo saluda con gentileza deteniendo su marcha y abriendo la ventanilla de su transporte volador, diciendo.
—Buena noche señor. ¿Hace frío verdad? ¿Qué hace por acá tan solo a esta hora de la noche? —Fráguer, usando las pocas palabras escuchadas, traduce instantáneamente el idioma de esa persona y contesta con una voz amable y tímida—. Tal parece que me perdí y busco un lugar para descansar y pasar la noche. ¿Puede usted decirme que dirección debo tomar para encontrar refugio?