—Mira que hermoso — Lisa estaba examinando la piedra que T/n llevaba en la mano, su anillo de casada era sencillo pero muy impresionante.
—Lo sé — contestó con una sonrisa, estaba que sudaba azúcar de la felicidad que sentía.
—Pero mira que alegre te encuentras; parece que alguien disfrutó de su noche de bodas.
— ¡Lisa! — la reprendió T/n.
Pero era cierto, ayer durante el almuerzo ella se asustó al ponerle nombre a lo que siente por Taehyung.
Pero ese pensamiento la hizo feliz, tiene un año para enamorarlo. Sino... Ya verá donde la lleva la vida pero no se rendirá sin luchar.
Taehyung en cambio se muestra tierno y cariñoso con ella; ayer fue increíble la forma desinteresada en la que ayudó a su hermano. Y por la noche la ayudó a arropar a la su hija y le hizo el amor de forma delicada, como si la adorara solo con su cuerpo, ella se siente en una nube de felicidad.
—Bueno iré a contactar con el centro de materiales para corroborar estas medidas, si necesitas algo me notificas.
—Está bien. Gracias Lisa.
—De nada.
T/n se dirigió a su escritorio pero un golpe en la puerta la detuvo.
—Adelante.
—Hola señora Kim — Ella todavía no se acostumbraba a su nuevo apellidó, pero se impresionó más al ver a Irene en la puerta.
—Hola, ¿Qué sucede? — era raro tener a Irene buscándola.
—Quería hablar contigo. El señor Kim me dijo que fuiste tú la que intercediste para evitar que me despidieran; te quería dar las gracias por eso — se notaba que no quería decir lo que dijo, y ella supo que fue Taehyung quien la mandó.
—Mira Irene, yo sé que nunca nos hemos llevado bien... pero no solo por eso te deseo el mal. Pero no vuelvas a besar a mi esposo, sino; no podré volver a interceder por ti ¿entendido?
—No se preocupe — dijo cruzándose de brazos — mientras él no quiera nada de mí. Yo no haré nada, con su permiso — giró sobre sus talones y salió de mi oficina.
¡Qué arpía! — pensó T/n.
Ignoró las palabras de Irene y se concentró en su trabajo, estaba feliz por tener ya terminados los Stan del concurso; se decidió a llamar a su familia, pero fue igual que siempre... nunca contestan su llamada.
Ella no sabía porque eran así, pero no importaba; Sabía que no podía hacer nada para cambiar la situación por mucho que lo deseara.
Otro golpe en la puerta la trajo de vuelta a la realidad y Taehyung entró a la oficina.
—Hola querida esposa.
—Hola querido esposo.
—Te venía a recoger para ir a almorzar en la cafetería o si quieres ir a algún otro lado por mí no hay problema.
—No, la cafetería suena bien, ya sabes... debo presumir estar casada con el jefe — bromeó aprovechando el buen ambiente.
—A riesgo de parecer arrogante; pensé que te habías casado conmigo por mi estupendo sentido del humor— dijo con una sonrisa sardónica.
—Ya... seguro que tu agudo ingenio y arrolladora personalidad fueron otros de los motivos.
El soltó una divertida carcajada.
—Gracias por tu voto de confianza.
—De nada. Es lo menos que puedo hacer después de todo lo que has hecho por mí.
Él se acercó a ella y la besó; le quería decir que lo hacía porque obtenía un beneficio propio pero sería una vil mentira.
Quizá en un principio si lo fuera pero las reglas del juego están cambiando.
—Ven salgamos de acá, ese escritorio se ve muy tentador.
T/n todavía aturdida por el beso se imaginó el escenario de esa afirmación.
Ella sobre el escritorio mientras Taehyung la besaba y la amaba con toda la sensualidad que desbordada ese hombre.
—Sí — dijo con la voz ronca — será mejor que salgamos.
Agarró su bolso y salieron de su oficina con sus manos entrelazadas.
—¿Es cierto que tú le dijiste a Irene que se disculpara conmigo?
—Sí, me pareció lo justo; yo la hubiera despedido si tu no hubieras intercedido, así que lo mínimo que podía hacer era agradecerte, ¿Por qué? — ella rió.
—Digamos que su idea de disculpa es muy... peculiar. Me dejó muy claro que no haría nada que tu no quisieras — le dijo T/n tratando de sonreír, pero sentía un nudo de ansiedad en el estómago ante la posibilidad que el acepte la propuesta.
—No está en mi lista de fantasías tener algo con mi asistente — se encogió de hombros.
—Algo me dice que no me gustaría saber los puntos de esa lista — enarcó una ceja en su dirección
—Yo creo que si — apoyó su mano en su cintura y la acercó para decirle al oído — porque tu protagonizas muchas de ellas.
No pudo evitar ponerse colorada al imaginarse las diversas situaciones. Últimamente su imaginación estaba muy activa.
Taehyung lanzo una carcajada al verle, ella le pegó en el pecho de forma juguetona y le sonrió. Le gustaba bromear con el de esa forma. Ya enfrente de la cafetería en teléfono de Taehyung sonó.
—Adelántate, debo atender.
—Está bien; te espero adentro.
Ella entró a la cafetería bajo la atenta mirada de sus compañeros, ya no era una simple compañera de trabajo. Ahora, todos sabían que era la esposa del jefe; Irene también se encontraba en la cafetería, la observó con desdén y la ignoró.
T/n no sabía si enojarse o reírse.
De la noche a la mañana todos pasaron de ignorarla a temerle; era increíble.
—Hola T/n — la saludó Jackson, es el encargado de paquetería.
—Jackson, ¿Cómo estás? — respondió de forma educada.
—Bien, he... te quería felicitar por tu boda... me alegro por ti y... por el señor Kim.
—Gracias Jackson — T/n no sabía que más decir. Era una situación un poco incomoda.
— ¿Te puedo preguntar algo? – consultó Jackson con nerviosismo en sus palabras; T/n lo observó con un poco de duda pero no podía negarse.
—Eh... sí, dime.
— Disculpa si es muy atrevido — dijo en voz baja para que nadie más los escuchara — pero quiero saber... ¿Fue el la razón por la...
—Listo cariño — la voz de Taehyung interrumpió la conversación — debía contestar esa llamada urgente— la tomo se la cintura en un gesto posesivo, cosa que no pasó desapercibido para Jackson.