La eternidad en un mar de estrellas.

Cap. 26: Mantener los dientes bien apretados.

Para cuando Sasha terminó de contarme sobre cómo descubrió que Yannel nos iba a traicionar, ya habíamos llegado a nuestro destino, bajamos del camión de carga y caminamos hacia el portón negro de la casa de mi tío Paul, entonces toqué el timbre de la puerta y los tres esperamos pacientes a que ésta se abriera, unos dos minutos después, apareció el mismo hombre de ojos amables que una vez intentó ayudarme.

—… ¿Massiel…? —Volteó a ver a mi primo—. ¿Sasha…? ¿Están vivos?

—¿No deberíamos estarlo? —bromeó Sasha.

Mi tío dio un paso hacia delante y me abrazó con fuerza, duró así por un minuto sin decir nada, luego se separó de mí y de la misma forma fue y abrazó a Sasha, y por alguna razón extraña y graciosa, también lo hizo con Alan—. Entren —dijo al terminar.

Mientras nosotros tres tratábamos de ubicarnos en la sala, mi tío corrió a la cocina para preparar té, desde ahí gritó el nombre de mis primos para que bajaran de sus habitaciones y lo ayudaran a preparar algo para que nosotros comiéramos, fue súper raro, yo nunca había recibido tanta atención, creo que hasta me sentí intimidado. Mi prima Matilde y mi primo Ignacio bajaron casi de inmediato, nos miraron desde las escaleras unos segundos para examinarnos y luego de acercarse a saludarnos, fueron hacia la cocina para ayudar a su padre.

—… Es hermosa —farfulló Alan luego de ver a Matilde cruzar la puerta de la cocina.

Sasha y yo lo miramos sorprendidos, era la primera vez que él mostraba interés por una chica, y tenía que ser nuestra prima. Justo estábamos por abrir la boca cuando apareció mi tío de vuelta con cuatro tazas de té.

—Estaba realmente preocupado por ustedes, mi madre no me dijo nada luego de que ambos desaparecieran, tampoco mis hermanos, temía que algo les hubiera pasado, pero ahora están aquí sentados en mi sala, y no saben el alivio y gozo que siento de verlos bien.

Sasha y yo sonreímos conmovidos.

—Están tan grandes, ahora lucen como todos unos hombres, ¿cuántos años tienen?

—Yo cumplí 25 hace unas semanas —respondió Sasha.

—Y yo cumpliré 19 en unos meses —contesté.

Mi tío volteó a ver a Alan esperando su respuesta.

—Uhm… yo tengo 17.

Mi tío sonrió—. Oh vaya, eres casi de la edad de mi niña, Matilde cumple 16 en dos semanas. Y mi otro niño tiene 14. Todos crecen tan rápido, me hacen sentir viejo —dijo mientras reía ligeramente—. Pero bueno, no es momento de ponerse sentimental, me imagino que han venido por algo relacionado al poder de Sasha, ¿no es verdad?

Sasha asintió.

Mi tío nos contó que cuando Sasha tenía 4 años, mi abuela Ruth lo llevó con él para que su esposa sellara una parte de su poder. En realidad el poder de Sasha no solo le permitía ver el futuro cercano de quienes tenía enfrente, también era capaz de ver las sombras de la muerte. Cuando Sasha despertó su poder aún era muy pequeño y lloraba por temor a aquellas tenebrosas sombras, era imposible ponerlo a trabajar estando como estaba, por ello mi abuela acudió a la esposa de mi tío Paul para deshacerse de ese problema, aunque claro, mi tío accedió pensando que mi abuela le había pedido ese favor pensando en el bienestar de mi primo.

—Ahora que lo pienso… es cierto, creo recordar llorar al ver «monstruos» cuando era niño —confesó Sasha—, no pensé que se debiera a ello. Supongo que no recuerdo el momento en que mi poder fue sellado debido a la corta edad que tenía cuando eso pasó, al principio pensé que quizás no lo recordaba porque me habías borrado la memoria.

Mi tío negó con la cabeza y luego le dio un sorbo a su té—. El poder de borrar los recuerdos… me parece de lo más desagradable, incluso si son malos, los recuerdos de los momentos malos son una parte importante de tu vida, los cuales te hacen ser quien eres ahora, cada uno de nosotros está construido a partir de experiencias, al usar mi poder… es como si me deshiciera de algo que está defectuoso, pero para mí, tal y como son, me parecen personas hermosas, no necesitan ningún ajuste.

Recordé la primera vez que lo conocí, ese mismo día crucé un par de palabras con Matilde, jamás olvidaré la forma tan madura en la que hablaba, y el hambre de ayudar a las personas que desbordaban sus palabras, creo entender por qué mi prima es así luego de hablar un poco más con mi tío ese día. Sin duda, Matilde e Ignacio tuvieron suerte de ser sus hijos, creo que tanto Sasha como yo, los envidiamos un poco ese día.

Yo desconocía la razón por la que el nombre de mi tía nunca fue mencionado en toda la conversación, pero recuerdo haber notado que no había ninguna foto de ella adornando las paredes, incluso hasta el día de hoy desconozco la razón de ello. Por suerte, no necesitamos la presencia de mi tía, Matilde fue suficiente como para liberar el poder de Sasha, una vez lo hizo, vi la cara de él palidecer, no tengo idea de cómo lucirán aquellas sombras que yacen a nuestras espaldas, pero supongo que no deben verse muy bonitas.

Lo último de lo que hablamos ese día, fue sobre la posibilidad de hacer realidad aquel sueño que Matilde me contó una vez, mientras terminábamos de cenar, comenté que luego de rescatar a Eider de Tahiel, el pequeño grupo de personas que nos habíamos reunido para ayudar al supervisor se quedaría sin un motivo para permanecer junto, y pensé que sería bueno crear un nuevo propósito, y qué mejor que el de detener a aquellos que usan sus poderes inadecuadamente, y rescatar a aquellos que son vistos como monstruos y darles un lugar al cual pertenecer, como era el caso de Eider. Por supuesto, el que más parecía apoyar mi idea fue Alan, quien prometió con todo su entusiasmo crear la mejor base e instalaciones para la futura organización contra el crimen de Matilde.



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En el texto hay: muertes, viajes en el tiempo, super poderes

Editado: 29.10.2023

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