Ya el tiempo había pasado y, sin sentir como este avanzaba, es de la forma en que llego diciembre. Durante este tiempo, el escuchar como queman los cuetes empezaba frecuentarse. Pero, en el caso de Lui, debía de esperar para poder quemar también.
Pero, ver que las ventas cada vez eran más, no es algo difícil de ignorar. Sin que esto le afectase, en esta ocasión tendría algo en que poder pensar mientras llegaba el momento de poder comprar y quemar unos también.
Lui, que se encontraba en la tienda atendiendo con Elva, pensaba que ese día, por alguna razón ella se mostraba un poco más tranquila de lo normal. Esto sí que le sorprendía, pues en ni un momento estuvo tratando de hacer alguna competencia ni estuvo siendo tan activo como es de costumbre. Mientras despachaban, ella era cada vez más seria que era difícil de saber si era la misma de siempre.
Bueno, al ver que así era como la miraba antes, entonces esto no debería de ser algo del otro mundo, eso era lo que creía Lui. Pero, de un momento a otro, en su mente paso – alto, si es así como era antes. Eso sólo puede significar que otra vez se está yendo más lejos de mi alcance. Si no hago algo pronto, volveremos a ser desconocidos – la miro – bueno, no es que pueda decir que sigamos siendo desconocidos. Pero, de todos modos, debo de encontrar una forma de hacer que nos volvamos acercar –. Sin siquiera pensarlo dos veces más, Lui, se acerco a Elva y, por alguna razón fuera de su entendimiento, le toco el hombro para que ella lo viera. En el momento en que Elva se voltio y le prestó atención, Lui le mostro un pequeño barco de papel que hizo. Ella, quedándose viendo detenidamente esto, coloco su dedo índice junto a sus labios y luego se retiro por un momento del mostrador y se dirigió a la parte de atrás. Esto parecía que no habái sido una buena idea. Además, Lui sentía que no logro llamarle la atención por lo que ella, para no tener que ser mala con él, se fue mejor a otro lugar.
Lui, con un suspiro, apoyo su cabeza en el mostrador. Por supuesto que no podía quedarse de esta manera sin entender que era lo que tendría que pasar si no llegaba hacerla reír o ser como siempre había sido. De cierto modo, la forma en que actúa le parecía mejor en este momento. Lui, sumergiéndose en sus pensamientos, pensó – tal vez ya se cansó de estar siempre conmigo. Que más podía esperar de alguien como yo. Para ser sincero, nunca había tratado de jugar con las niñas antes. En mi antigua escuela como cuando me transferí, siempre me relacioné más con mis amigos y compañeros. No es que pueda entender que es lo que les gusta hacer o jugar – en ese momento en que la tienda estaba vacía, la radió se escuchaba una melodía alegre y relajante.
Conforme seguía pasando el tiempo, Lui empezó a sentir un poco de sueño. Pero, como no se podía permitirse dormir mientras estaba en el trabajo, se estiro un poco con la intención de poder despertarse un poco. Pero, con un gran bostezo, en su mente nuevamente empezó a pensar – de verdad, cómo me gustaría poder haber traído algo para entretenerme en este lugar. Pero, si lo hiciera, ¿será que Elva pensará que no me tomo las cosas en serio? La verdad, no me gustaría que ella pensara así de mí. Es mejor que pueda ser un poco más confiable para ella. Sólo eso puedo hacer. Después de todo, ella no deja de decir que somos rivales. Y, por lo orgullosa que se escucha cuando dice eso, no la puedo defraudar – la hermosa luz de la tarde dejaba teñir un anaranjado en el lugar – sí, no puedo dejar que miren que soy el peor rival que ella pudo escoger. Aunque sea la única forma de acercarme a ella, yo sé que por lo menos... – bostezo nuevamente – si puedo compartir un poco más con ella, esto puede ser suficiente ¿Verdad? – empezó a cerrar lentamente los ojos.
El sueño y la tranquilizante música, que se bañaba con ese atardecer y una fresca brisa, era tan acogedor para Lui. Ya no podía aguantar seguir así, por lo que no podría continuar luchando contra esto. Mientras entrecerraba los ojos, fue que vio que alguien estaba parado en la puerta que los llevaba a la parte de atrás. Lui, pensando – quizás sea alguien más o Elva, bueno, creo que los nietos de la señora van a venir hoy, puede que sean ellos – cerro los ojos para poder dormir profundamente.
En el instante que Lui cerro los ojos, un fuerte golpe en la espalda lo hizo levantarse rápidamente. Él, mirando alrededor inmediatamente, fue que vio el rostro de Elva tan cerca del suyo. Sin poder saber cómo manejar la situación dio un paso atrás, pero termino tropezando con su otro pie y cayo de espalda. Elva, que dejo salir una pequeña risita, le extendió la mano para ayudarlo a levantarse. Lui, aceptando la ayuda, tomo su mano, aunque estaba un poco avergonzado.
Lui, apartando la mirada de Elva, dijo – gracias – Elva – no hay problema. Pero no puedo creer que estuvieras quedando dormido en este pequeño tiempo en que no estuve – Lui, que deseaba contradecir con cualquier cosa la afirmación de Elva, volvió a verla y, justo en el momento en que estuvo a punto de hablar, Elva rápidamente añadió – Eso es bueno. Por que eso me quiere decir que nunca me has visto como una molestia – Lui – Pu... pues... veras, no es eso que te haya visto como una molestia en algún momento – Elva – es verdad, después de todo, somos rivales y no podemos estar tranquilos hasta ser el vencedor sobre el otro – Lui – ¿Ah? – Elva – por cierto – se dirigió corriendo a la parte de atrás y le trajo a él una rosa que había hecho con papel y continuó diciendo – mira esto es lo que estuve haciendo durante este tiempo. A que es muy, pero muy, muy, muy linda – Lui, viéndola detenidamente, pensó – conque esta es la razón por la que se fue a la parte de atrás – luego dijo – es hermoso – estas palabras que retumbaron en Elva, la hicieron apartar la mirada por un momento y luego dijo – bueno, ya que te gusto, creo que yo gano nuevamente – Lui, pensando – cierto, ella sólo lo hizo por que quería tener que ganarme después de ver mi barco. Esto es muy injusto –.