Ella~
El príncipe de los ojos bonitos lo podría llamar desde ahora. Nos encontramos pocas veces en estos meses, pero esos bastaron para dejarme cautivada por su belleza y personalidad.
Hoy es el gran debut de la primera canditada a ser princesa heredera, solo espero encontrármelo o tan solo verlo.
Gea es especial y eso lo se muy bien. Lo recalcó muchas veces, pero es de verdad agradezco que ella se ña persona más afortunada. Espero que cuando se convierta la emperatriz, al menos me recuerde para poder convertirme en una general, yo se que es imposible.
Todo en este imperio es imposible, nadie contrataría a una mujer ni de su soldado. Este imperio impone reglas sólo para los hombres, las mujeres tiene que vivir con normas. Condiciones, poder que venga del esposo, y herederlo a su hijos. Es comprensible, lo que pasó hace 200 años, ningún ciudadano lo perdonara, el rencor viene de que una mujer mato a su emperador. Ahora creen que todas las mujeres mataran a un supremo gobernante, lo único bueno de todo eso era que el emperador ya tenia descendientes. Al menos conozco la historia, por esas largas horas de platica con los enseñadores de conocimiento que hay para las candidatas. Pero pienso que es ridículo que piensen así.
Lo primero que se pondrán la nobles está noche, es que lo más seguro sean vestidos con Tim, más elegantes y sofisticados que la de principal del día de hoy.
Dudo mucho que alguien llegue a la altura de la belleza de Gea. Podría yo considerarme atractiva de algún modo, pero es de tan solo mirarla ella no necesita de nada para ser linda. Se ve muy linda a pesar de tener la primera ropa que se ponen antes del vestido, es simple y ella lo luce.
Sus ojos cafes, el cabello castaño. Todo encaja perfecto en su vestido turquesa y esos fiais bastantes ajustables a su tamaño.
Acepto que Gea si es más bonita que Raily, pero ella también tiene su belleza. Lo destacable y la elegancia que le falta por mucho a la señorita principal de esta noche.
No es quitar mérito de ninguna de las dos, quizás algún día alguien también se comente a su mismo sus pensamientos sobre mi.
¿Casarse? No
¿Luchar en la guerra sabiendo que hay una gran probabilidad de morir? Si
Aún no entiendo la razón del porque tengo que asistir a un banquete al cual no soy bien recibida. Los nobles de la corte, saben que existen dos canditadas perfectas para el puesto de emperatriz consorte, alguien que lo único que tiene que hacer es tener descendientes imperiales para convertirlos en el futuro emperador o algo así. Después de hacer eso, las dejaran en el olvido, el emperador buscará otro amorío con la reina, la princesa o la primera duquesa del imperio.
Total esta que podrá tener a las cuatro como sus esposas y no parecer adulterio. Aparte de eso tener concubinas reales, y concubianas menores. Varias mujeres a su disposición sin ninguna objeción.
No tendría ningún caso ser la concubina, si el hijo sería llamado ilegítimo cuando crezca, algo más es que definitivamente no lo puedes matar porque tiene sangre real, solo por eso.
No quiero quedarme aquí si seré una reina o princesa. Teniendo en cuenta que mi esposo o como quiera llamarlo tendrá cada noche a una mujer diferente en su cama. ¿Qué no es eso repugnante?
Crecí en Jeicok's, pero alguien me mostró otras ideas del mundo. Muy diferentes a como las ven ellos.
Ningún título de una mujer tiene relevancia en Jeicok's. Estoy enterada de cads cosa, por las clases largas; nunca presto atención, pero escuchó.
—Señorita Nemesi—expande sus labios de oreja a oreja, disimulado la expresión en su rostro— Recuerdo bien esto, usted es una invitada más, entre cuando todos estén distraídos. Si alguien la llega a ver entrando, los rumores se esparciran, lo único que tienes que hacer es observar los bailes de príncipio a fin, ¿entendido?
—Qué pasaría si el contesto que no entiendo, digo porque para que iría a un banqueta al cual no seré bienvenida ni en otro mundo.
—Porque tienes que ir. Por obligación a la etiqueta, además algunos nobles ya saben que usted existe.
—¡Ah! Que gran horror, no honor. Quiero salir de aquí sin que nadie sepa de mi existencia, no quiero que unos nobles sepan de mi existencia—Expresa con tono sarcástico, muy antipática—. Iré, pero me pondré lo que yo guste ponerme e iré a la hora que desee.
—Eres bastante arrogante.
—Así nadie me hará caso y queran verme fuera de este palacio lo más pronto posible.
Se acomoda el vestido que tiene puesto, se le dijo que nada de cosas pomposas ni más relucientes que el vestido de la principal, Gea. Colores opacos y poco vívidos sin ese toque que la represente, tampoco tienen que notarse de colores feos. Lo importante es destacar lo menos posible, ser común es más fácil decirlo.
Acariciandose el cabello sutil, desenreda cada mechón que se logra notar. Es abundante, muy suave y reluciente.
Aunque quiere mostrar su bendición otorgada a toda la gente, prefiere de algún modo evitarlo. La razón es que nadie en Jeicok's tendría ojos de color, lo asimilan con los de Soik. Y aquí odian a los Soik.
El traje de cabellero del campo de entrenamiento una parte y del otro, los pantalones son más ajustables a su cuerpo. Perfecta para ser llamada una rebelde Jeik. Su objetivo es molestar a los de Jeik, causarles poca empatia y más arrogancia. Tiene que mostrarse diferente a lo que es el resto de mujeres con las que conviviria.
Cuando ya esta casi lista para dirigirse a la sala de trono se coloca un Tim, que es más bien una túnica transparente para algunos. Ahora su vestimenta es única, repugnante, horrosa y poco común. Recibirá las mejores críticas de su vida esta noche.
—Veo que no pusiste atención a lo que te dije.
—Condesa Fret, no soy su muñeca. Por el día de hoy, déjeme ser libre—Dice efusiva de emociones transmitidos por toda su piel que le recorren hasta en las venas—. Entraría a esa sala gigante, con un trono enorme, que seguro valdrá millones de monedas de oro, porque esta hecho de oro y esmeralda. No lo he visto, pero creo en mi de eso vale . Si yo tuviera un lindo vestido que sea hermoso, entraría.