Sabrina llegó a un rincón donde no era muy fácil de verla, estaba sola y triste, con las piernas cogidas por los brazos, pensaba en lo que había hecho, no lo entendía. Su expresión revelaba que no tenía ni idea de lo que había hecho, ni como lo había hecho. Eran las 22:00 de la noche, las luces de las farolas llevaban una hora encendidas.
—¡Sabrina! ¡Sabrina! ¡¿Donde estas?!—Melania la buscaba desesperada como Lily y Bianca. De pronto una figura sombreada se movía entre ratos. —¿Sabrina?—Se acercó a ella, Sabrina lazó la cabeza y la miró pero no pasaron ni dos segundo que le giró la cara. Milenia se sentó a su lado muy feliz.
—¿Sabes lo que acaba de pasar?—Preguntó con la cabeza agachada.
—Si—Sonrió. —Tu magia es elemental.
—¿Elemental?—Preguntó mirándola.
—Elemental significa que puedes utilizar los poderes de la naturaleza, la tierra, el aire, el agua y el fuego.
—Ah…
—Te has enfadado con Lily ¿verdad?
—Es que me quitó el móvil.
—¿Por el móvil te has enfadado? Bueno, está bien, no te lo voy a discutir, cada móvil es personal, pero… ahora que has descubierto tus poderes debes controlarlos.
—¡Ahí están!—Dijo Bianca. Después de dar vueltas y vueltas, Bianca y Lily las vieron y fueron hacia ellas.
—Os hemos buscado por todo el camping—Dijo Lily.
—Pues seguid buscando—Dijo Sabrina.
—Lily…—Dijo Milenia, señalaba a Sabrina con los ojos.
—¿Qué?—Bianca le dio un codazo para que reaccionara. —¿Qué? Ah, Sabrina, lo siento, no tenía que haberte quitado el móvil, si te sirve de consuelo, tu eres mil veces más guapa que ese Pau ¿Me perdonas?
—Está bien, te perdono, pero no me lo vuelvas a coger—Ambas se abrazaron, Bianca se puso encima de su hermana abarcándola también.
Llegaron a la parcela y vieron que el coche ya estaba preparado para irse, los padres de Lily y Sabrina se iban a ir con una de ellas.
—¿Ya os vais?—Preguntó Melania a su tía.
—Si tesoro, si no nos vamos ya cogeremos caravana y por la noche es un tostón.
—Te voy a echar de menos hermanita, cuídate mucho—Dijo Lily.
—No es por nada pero es que solo te vas tres días—Dijo Bianca.
—¡No estropees el momento!—Dijo Sabrina.
—Vale, vale perdón.
—Ya verás Lily, lo harás genial—Dijo su padre abriendo la puerta del coche.
—Seguro que si, voy a ganar la competición.
—Por supuesto, has llegado muy lejos para obtener tu meta, no te rindas ahora—Dijo su tía, la madre de Bianca y Melania.
Lily entró en el coche junto con sus padres y salieron del camping. Melania, Bianca y Sabrina siguieron al coche para despedirse hasta el final.
Una melodiosa voz sonaba mientras despedían a sus tíos y a su prima. Era una niña de unos 11 o 12 años, sentada en un escalón del bar del camping.
—¡Hoy duermo yo en la parte de arriba!—Dijo Bianca.
—No… ya sabes que a mí me gusta la parte de arriba—Dijo Sabrina.
—Y a mi también me gusta.
—Pero yo soy la invitada.
—Entonces no te vamos a invitar más.
—Familia, dulce familia…
Unos ojos en la oscura noche observaban atentamente cada movimiento de las tres, sin saber que alguien las estaba observando se fueron directamente hasta su parcela, jugaron un poco a las cartas y a las 23:30 se fueron a la cama, eso no significa que iban a dormir ya, pero ya estaban las tres tumbadas en sus camas.