Tres meses antes
Clarissa y Paola estaban sentadas en su sofá comiendo pizza y viendo una película de terror. Clarissa muerta de miedo se sobresaltaba con cualquier ruido haciendo reír a Paola. De pronto Clarissa recordó a su acosador, al ver una figura similar espiando a la protagonista gritona de la película.
Volteó a ver a Paola, su amiga al sentir su mirada se giró hacia ella.
-¿Qué pasa mi pequeño saltamontes?
-Antes de que me encontraras alguien me seguía.
-¿Alguien?
-Un hombre.
Paola se incorporó un poco más interesada.
-¿Era guapo?
-¿Tal vez era un asesino y tú preguntas si era guapo?
-No me importaría morir siempre y cuando fuera guapo y la muerte fuera sin dolor.
-¿Cómo puede alguien matarte sin dolor?
Paola levantó las cejas y sonrió. Clarissa gruñó.
-¿Otra vez hablando de "eso"?
Paola se echó a reír a carcajada limpia.
-¿Eso? Clarissa, tienes edad para llamarlo por su nombre.
-No quiero, es algo, bueno, debe ser algo intimo y no porque tú andes presumiendo...
-¿Qué hago "eso"?
Clarissa apretó los dientes e hizo una mueca.
-Calma Clary, no pasa nada si aún tienes ideas románticas sobre la primera vez y el amor de tu vida-Paola la abrazó-aunque debes buscarte alguien más...¿cómo decirlo para no pervertir tus dulces oídos?...alguien más "grande" que mi nuevo novio, ¿ok?
-¿Más viejo?
Paola volvió a reír y entonces Clarissa tuvo la respuesta de a que "grande" se refería. Se sonrojó y eso ocasionó que Paola riera más, contagiando sus carcajadas a Clarissa.
Ambas reían tranquilas sin saber que alguien oscuro las vigilaban muy de cerca.