Su pasión

Presente
Ethan caminó por el mismo sendero que había visto que la chica había recorrido, iba haciendo muecas y gestos porque el clima no era muy agradable, era como la primera vez que la había visto. Siempre la encontraba bajo la lluvia, incluso una vez, sin saber que ella era a quien buscaba, la había visto. Con una mochila al hombro y cara enojada. Pero cuando se acercaba para verla mejor un auto se detuvo a lado de ella y después de un breve intercambio verbal, su chica subió al auto.
Su chica.
El término le dio risa. La risa murió cuando escuchó gemidos en el bosque. Esperaba que no fuera su chica de cabello de fuego. Llegó hasta donde se encontraban los causantes de semejante sonido. Él no era un mirón pero no podía apartar su mirada del encuentro que se llevaba a cabo en medio de los árboles entre un par de arbustos.
Ella era una bruja, o al menos eso parecía.
Él era un vampiro, de eso no cabía duda.
No deseaba saber que era la tercera persona en ese sitio.
De pronto la bruja se puso de rodillas, acercándose a la entrepierna del vampiro.
Ethan se quedó sin aliento mientras la bruja lamia el miembro del chupasangre como si fuera un helado. Su propio pantalón de repente se sentía demasiado ajustado.
El vampiro mientras tanto permanecía estático en lo que la otra mujer (por lo menos hasta donde pudo distinguir le parecía una mujer) estaba recostada con su cara en el coño de la bruja.
De pronto la bruja se detuvo, olisqueando. Ethan se tensó.
La bruja giró su cabeza hasta donde se encontraba el cazador, casi echa a correr cuando la vio guiñarle un ojo y regresar a la polla del vampiro.
Cerró los ojos cuando los gritos del vampiro llenaron el ambiente. Debía irse, pero se sentía marcado.
Era como si la bruja le hubiera dicho "en un momento estoy contigo".
Era mejor correr. Debía encontrar a la chica de cabello de fuego.
Cuando la encontrara le haría pagar lo ajustado de sus jeans.