Una maldita maldición maldita

Tres meses antes
Ethan había perdido al entretenimiento de esa noche, esa chica manejaba como si anduviera en un circuito de carreras y por desgracias, Ethan se había detenido en un momento de distracción. Así que se quedó sin amazona y sin la chica con cabello de fuego.
Ahora debía encontrar con quien "desahogar" lo que sin querer habían provocado las otras dos.
-¡Mierda!-murmuró entrecerrando los ojos.
Bajó del auto, caminó al bosque que rodeaba todo el lugar y se sentó en uno de los árboles derrumbados.
Cualquiera funcionaría, bueno, cualquiera no, tendría que ser un no mágico, se suponía que solo funcionaría con una mujer mágica, de la que se enamoraría.
-¡Mierda!-repitió al ver salir de entre los árboles a una bruja.
Las brujas tenían la fama de ser fantásticas a la hora de follar, pero el solo podría tener una erección con la mujer amada. Si tan solo no fuera una bruja, si solo fuera una mujer normal la tomaría en el mismo bosque, sin juegos ni gritos ni llantos ni nada.
Pero últimamente Ethan no tenía suerte.
-Hola humano
La bruja hablaba su idioma, esto sorprendió a Ethan. Las brujas tendían a ser de lugares fríos y europeos.
-Hola bruja
-¿Quieres jugar?
-No y me sorprende que tú desees jugar conmigo
-No tengo ganas de matarte, pero olí tu excitación desde hace varios metros y debo decir que has llamado mi atención
-Por desgracia esta excitación no es por ti y no puedes encargarte de ella
Ethan se levantó, le dio la espalda y caminó rumbo a su auto. La bruja lo llamó, Ethan solo giró la cabeza.
Ella se encontraba desnuda de la cintura para arriba.
-Mira lo que te pierdes humano, la próxima vez que te cruces por mi camino tendré que matarte y sin jugar antes.
Sin más dio media vuelta, seguro que a buscar quien la contentara.
Con el cuerpo que tenía, Ethan sabía que no sería difícil conseguir a cualquiera que quisiera follarla.
-¡Mierda!-dijo él por tercera vez-maldita maldición, maldita mujer y maldito yo...
Sacudiendo la cabeza entró en su auto y se dirigió a su apartamento. Sería una noche muy larga.