A veces es mejor morir

Presente
Clarissa miraba a una mujer que le era muy familiar, incluso podía decir que ya la conocía. La llamaban Juliet y se encontraba entre Michael y otro hombre igual de atractivo. También se encontraba el cazador, su cazador. Ethan, el rey demonio y Michael estaban en una habitación con esa mujer que para Clarissa era muy importante. No lo sabía a ciencia cierta pero para ella, esa tal Juliet debía estar bien. Era de vital importancia mantenerla con vida.
Ethan se alejó de ellos, pero Michael y el rey demonio la amenazaban, algo acerca de sus poderes.
Juliet peleaba, eso hizo que Clarissa la admirara un poco más. Amenazaban con robarle... Clarissa no entendía que le podían robar a una mujer como ella, se notaba educada y de buena familia pero no creía que a los demonios o vampiros les pudiera interesar eso.
Michael sujetó el cabello de Juliet echando su cabeza hacia atrás, le murmuró cosas sucias al oído mientras el rey demonio la tomaba de la cintura y acercaba su cuerpo al de la elegante mujer. Ella no mostró nada de miedo en ningún momento. Michael acercó sus labios a los de la mujer...
De pronto el escenario cambió y se encontró con Ethan arrojando las viseras en el pasto fuera de la guarida de Michael y a Paola entrando corriendo en la misma. Comprendió todo lo que decían ella y el vampiro guardia. Supo lo que pensaba su amiga.
Ató cabos y aunque le parecía una verdadera pena que los miedos de Paola se hicieran realidad, Clarissa pensó que si un vampiro y un demonio la violaran, como pensaba había hecho con Juliet, ella preferiría estar muerta a vivir con ese pesar en su corazón.
Y ahora que ya había visto la verdadera cara de sus pretendientes, no tenía idea de que tenía que hacer.