Susana.
No puedo creer lo estúpida e impulsiva que soy. ¡Ni yo misma me comprendo! Se supone que no iría al H.A. porque lo odio y ahora estoy aquí, en el auto del Gelado junto al estúpido Runin, yendo hacia el campus. Qué mierda... Si seré de bruta...
—Más te vale que no me hables allá, Runin —le ordeno al sujeto que está a mi lado derecho que levanta una ceja y me mira extrañamente.
—Ni que lo fuera a hacer, eres una loca, podrías morderme en cualquier momento —bufa—. Vas a ver que estudiaré y haré amigos, así no tendré que pedirte ningún favor.
—¡Já! Pues mírate. ¿Crees que los del H.A. te verán como un potencial amigo, vistiendo así? —frunzo el ceño y a pesar de sonar altanera, lo que le digo es verdad. Puede que no todos los del H.A. sean detestables, pero la mayoría lo es.
—¡Já! ¿Quién dice que no puede ser así? —dice con entusiasmo el muy estúpido.
Doy un largo suspiro y le sonrío— suerte en eso, rancherito —. Creo que mi comentario ha hecho más que perturbarle porque cambia la expresión de su mirada por una de inseguridad y duda.
—Ray, no te dejes desanimar por esas niñas vulgares que creen que todos son como ella. Personas así, tan superficiales e incrédulas, son detestables —espeta el Gelado. Me sobresalto ante ese sorpresivo comentario y, por supuesto, le recrimino.
—¿Pero qué mierda? ¿Cómo te atreves a hablar así de mí? ¡Idiota! ¡Imbécil!
—¿Ves, Ray? La vulgaridad no tiene límites. He aquí un ejemplo. La señorita fue una estudiante del H.S. ¿y de qué le valió? —habla seria y serenamente sin perder su vista del volante—. Esfuérzate, Ray, y aprende todo lo que puedas para aprobar ese examen de ingreso.
—¡Oye no me ignores! —le grito al Gelado, realmente estoy furiosa. ¡Cómo me puede decir eso! ¿Cómo es que se dirige a mí de esa forma si yo soy la heredera? El Runin no dice nada y no me mira tampoco, se ha ensimismado con esas palabras optimistas del idiota de Graham. ¡Ach! Cómo sea, no me importa lo que diga el Gelado.
—Ya llegamos —Graham detiene el auto, Runin desciende y yo espero dentro. Graham, alias el Gelado, parece tener algo de decoro, de verdad no lo esperaba, pero quería saber si en realidad era un caballero. Suelta un suspiro y baja de su auto, con delicadeza abre la puerta y así yo bajo del auto.
Estuve a punto de decir un gracias con un aire de petulancia fingido, pero detrás de mí el idiota resopla con descarada sorna—Me estabas haciendo demorar, solo por eso la abrí para ti. De lo contario, créeme que no me hubiera tomado la molestia de [L1] hacerlo.
¡Mierda! Me vengaré de ti estúpido Gelado, eres una de las pocas personas que me ha dejado un sin sabor horrible.
*
Ray.
La situación estuvo muy tensa. No me equivoqué en llamarla "Bum-su". Realmente, esa chica hace explosiones cuando abre la boca. Desde el comentario de Graham ella está con una expresión de querer matarlo, ni siquiera lo disimula, pero ese hombre sí que tiene agallas, diciéndole eso a ella, quien prácticamente es como su jefa.
Bumsu, apenas baja del auto, sale disparada y entra al local que tiene un gran letrero en la entrada que dice "High Academy". La infraestructura es grandiosa, todo es de color blanco y hay muchas ventanas amplias, tiene cinco o seis pisos. ¡Muy genial!
Me despido de Graham, él me dice que me recogerá a la una de la tarde hasta que comience a conocer los lugares y también me entrega una tarjeta de débito, me quedo sorprendido porque me asegura que esa tarjeta contiene ocho mil dólares para mis gastos personales y que pronto se me abonarán dos mil más. Se forma un nudo desagradable en mi garganta, sintiéndome una escoria. Ese dinero no es mío, pero solo tengo cara para agradecer cuando me lo es entregado.
—No tienes porqué agradecer, menos a mí —me dice con una leve sonrisa—. Todo esto es simple y llana voluntad del señor Fred. Tu hermano también recibirá esa cantidad, así que no te preocupes por temas de dinero, a él no le faltará eso.
—De todas maneras, muchas gracias por ser amable conmigo. Le estoy muy agradecido al señor Fred. Él ni siquiera me conoció del todo y aun así pensó en mi para después de su muerte.
—Solo estudia y cumple lo que él quiso. Ese sería tu mayor agradecimiento.
—¡Claro que lo haré! —exclamo con convicción y luego recuerdo lo que pasó hace unos momentos— ¿Le pedirás disculpas a Bumsu?
—¿Por qué habría de hacerlo? —responde sin inmutarme o mostrar arrepentimiento—. No era mentira lo que dije.
Le quedo mirando y él me apura para ya entrar. Asiento y me dirijo adentro.
¿Y ahora a dónde debo ir?
Miro hacia todos lados, hay muchos chicos y chicas caminando. Algunos están sentados en las sillas o en las escaleras, ninguno de ellos me presta atención, por lo que es bueno para mí porque no sabría qué expresión poner si me quedasen viendo.
Luego de hacer un recorrido por todo lo que alcanzo a ver, observo a Bumsu parada frente a un gran panel en el centro de una pared. Dudo en acercarme, pero lo hago de todos modos. Al lado de ella hay muchas chicas, lo cual genera un contraste, ¿quién lo diría? Bumsu parece una mujer bonita después de todo.
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Editado: 16.02.2024