Ray
No puedo creer que lo siguiera, pero los planes de Bruno son muy divertidos. Aunque “cazar a Gustavo”, por dónde sea que lo mires no parece un buen plan, mucho menos si solo consiste en dar golpes.
Aún tiene ira reprimida, eso noté en sus ojos cuando vino a verme. Las chicas dicen que Bruno es tonto, pero él tiene las cosas fríamente calculadas.
Hoy me levanté temprano, hice el desayuno, Graham salió temprano como es su costumbre y como exoneré a Bumsu para que vaya al cine con Adriano, ella pasó su mañana encerrada en su cuarto, solo salió para desayunar y almorzar. Me encargué solo de limpiar la sala, la lavandería, el baño y mi pieza. Ojalá valga la pena, Adriano te deseo la mejor de las suertes. Con Bumsu la necesitarás.
Es extraño, pero la ausencia de Aníbal y Soraya fue palpable, el silencio lo dice todo, yo estaba acostumbrado a él en el rancho y la única vocecita que alegraba mis días era la de mi hermano, pero ahora. El silencio me hace sentir muy solitario.
Bruno llegó sin avisar, cuando le abrí la puerta estaba sudoroso e intranquilo, habló tan rápido que primero no le entendí, Susana ya había partido a reunirse con Adriano, y Bruno sabía perfectamente que no había nadie más que yo en este departamento.
Me lo dijo claramente, uno de sus amigos le había pasado el dato. Gustavo estaba en una fiesta de esas insanas. Perfecta oportunidad para pelear sin ser separados por los adultos.
—¡Vamos! Traje mi auto —dice excitado—. Hoy me toca romperle la cara. Si quieres sigues tú, sino lo buscamos otro día —señala sonriendo de solo imaginar que ya estaba en un ring junto al hombre que golpeó a nuestra amiga.
No puedo negarme. La respuesta siempre será un sí, si es para defender a alguien, más si es a una mujer.
El auto de Bruno es asombroso, tanto o más que el de Aníbal, es un Porsche de color azul metálico y brillante. Quedo fascinado por él. Algún día me comparé un auto, aunque para mí basta que pueda ser lo suficientemente bueno para viajar largas distancias y tenga varios asientos.
De pronto, Bruno dijo algo que me saca de mis ensueños.
—Oye, ¿alguna vez has golpeado a alguien? —Bruno esta con ambas manos en el timón, parece interrogarme, su voz es neutra.
—Siendo franco, nunca —confieso un poco avergonzado.
Bruno eleva una ceja, parecía saber cuál era mi respuesta, sonríe como burlándose— ¿Y ya has estado con alguna chica?
Mis mejillas se sonrojan y no sé porque la imagen de Lisbeth pasó repentinamente por mi mente— ¡Cómo crees! ¡No!
—Muy inocente —soltó varias carcajadas—. Bueno eso no importa, no te obligaremos a pegarle a ese idiota. Con lo que le voy a hacer será suficiente, gracias por acompañarme.
—No tienes porqué agradecer, aunque no me lleve bien con Susana, jamás voy a permitir que alguien le falte el respeto. Pegar a una mujer es inaceptable.
—Sí, es cierto. Bien, el plan es este, llegamos a la fiesta, buscamos a Gustavo, lo llevamos al jardín trasero, lo golpeo y luego nos vamos. ¿Entendiste?
—Sí…
Bruno suspira— Ojalá Adriano pueda cumplir su meta de hoy.
—¿Cómo así?
—Ayer trabajamos en eso. Hoy tomaría la mano de Susana y así haría ver sus sentimientos para que esa tonta lo vaya asimilando. Sería bueno que ya se olvidara de Aníbal. Él está embobado con Soraya. Soy amigo de Su, pero sé que Aníbal solo la ve como una amiga.
—¿Le avisaste que Gustavo golpeó a Bumsu? —le pregunto, el auto se detuvo para descansar en la luz roja.
—No le avisé y ¿tú? —replica con despreocupación.
—Tampoco…
—Yo te voy a decir una cosa, Aníbal puede ser un amigo de Susana, pero no su mejor amigo, aunque ella lo diga así. No es por ser un boca floja, pero Aníbal nunca piensa en nadie más que en sí mismo. Y tampoco es por hablar a sus espaldas, pero… hechos son hechos.
Solo escuché sus palabras, pero no pude darle mi apreciación al respecto. Conocí a Aníbal cuando Bumsu estaba en el rancho de doña Amelia y percibí a Aníbal como un hombre amable que no juzga a las personas por su procedencia, siempre me incluyó y por eso puedo decir que no es una mala persona. Pero ello, no mido su calidad como amigo, quizás Bruno ha percibido y visto otras cosas que yo no, está en su derecho de sacar sus conclusiones y yo estoy en el mío de tener mis propias reservas, ya que lo importante aquí es como se siente Bumsu y cómo ellos llevan su relación de amistad.
*
Susana
No había tomado el bus desde hacía mucho tiempo, solo lo vi y quise subirme en él, además tenía tiempo, pero cuando vi los asientos sucios, de repente, quería saltar de allí y tomar un taxi, lo que me frenó fue el pasillo atiborrado de personas, no quiero rozarme con ninguna de ellas.
Según Google Maps faltan quince minutos para llegar a mi parada, ojalá que se libere un poco el espacio. Mis ojos no se separan de la pantalla de mi celular, por eso veo rápidamente el mensaje entrante del gemelo, me dice que ya ha llegado al cine y está esperándome en la entrada, también me pregunta qué soda quiero para que ya la vaya ordenando.
#36969 en Novela romántica
#23946 en Otros
#3553 en Humor
amor adolescente, dolor desesperacion tristeza y alegria, amistad recuerdos traicion superacion
Editado: 16.02.2024