La Heredera de la Muerte [los Cuatro Reinos I]

02- Revelación.

A nuestro infierno


 

Estas tres palabras se repetían en la cabeza de Genna una y otra vez.


 

Y después de media hora en aquel vehículo rompió el silencio.


 

- ¿Qué quieres decir? - frunció el ceño y levantó ambas cejas, Gia volteó en el asiento del acompañante para mirarla a los ojos mientras que Kaius la observaba por él espejo retrovisor sin entender.


 

- ¿De qué hablas? - cuestionó confundido.


 

-Lo que has dicho antes, ya sabes... A nuestro infierno- repitió aquellas palabras que tanto conflicto le causaban.


 

Ambos hermanos intercambiaron una rápida mirada que Genna no pasó desapercibida.


 

-Sólo lo dije Genna, no es realmente un infierno, iremos a casa- explicó el mayor.


 

- ¿A casa? Estoy segura de que la casa está en sentido contrario y si no recuerdo mal, la última vez que estuvimos ahí, que fue hace aproximadamente menos de una hora... nos intentaron secuestrar o matar... ambas palabras son malas.


 

-No a esa casa Genna- susurro Gia intentando calmarla- a nuestra verdadera casa, donde todo comenzó.


 


 


 

Genna seguía sin comprender de que trataba todo aquello, pero sin embargo se mantuvo callada, lo último que quería esa noche era quedar como estupida frente a sus hermanos.


 

Sus mente comenzó a funcionar a mil por hora y recordó algo importante que estaba faltando con ellos.


 

-¡Behtan! ¿Dónde esta Behtan?- hasta ese momento ninguno se había acordado del mayor de los cuatro.


 

-Tranquila, se quedó con mamá y papá- contestó la morena.


 

-Entonces están en peligro... debemos volver- la angustia subía por su pecho hasta su corazón, su familia aún estaba en peligro y no podía creer lo tonta que había sido al no darse cuenta de aquello mucho antes.


 

Sin más, intentó pasar por el asiento de en medio para voltear al volante e ir en dirección a su hogar, no funcionó, Gia la empujó por los hombros mientras Kaius gritaba insultos y tomaba con fuerza el volante.


 

- ¿ESTÁS LOCA, GENNADY? podríamos haber tenido un accidente- gritó el único hombre entre ellas.


 

-Pero, ¡KAIUS! Debemos volver por ellos- las manos la temblaban y estaba sospechado que su propia cara había perdido color.


 

-Estarán bien Genna, tranquilízate o me verás utilizar la fuerza bruta contigo- amenazó a Gia.


 

Gennady los observó con los ojos muy abiertos y pánico en ellos, pero sólo asintió y lentamente se recostó en los asientos traseros.


 

*********


 

La luz del sol daba directamente en su rostro, una de sus manos fue a parar a sus ojos intentando ocultarlos de la luminosidad, su cama se sentía incómoda y algo no le permitía estirar las piernas, un poco frustrada talló con el dorso de su mano sus ojos antes de abrirlos y enfocar el techo del auto.


 

Rápidamente se sentó en un sólo movimiento y descubrió que al auto ya no estaba en las calles, se encontraba estacionado en una pequeña colina que daba vista varias iguales, todas con un césped completamente verde y algunas flores esparcidas, asomó la cabeza un poco más por la ventana y divisó a sus hermanos bajo un enorme árbol, ambos hablaban entre ellos y movían las manos exageradamente, Gennady puso los ojos de blanco antes de abrir la puerta y salir hacia ellos, los dos inmediatamente se quedaron callados y la observaron.


 

-Despertaste- sonrío Gia poniéndose de pie y limpiando las hojas tras su pantalón.


 

-Sí- afirmó en un murmuro - ¿Qué es este lugar? - preguntó curiosa aún observando cada rincón.


 

-Desde aquí llegaremos a casa, Genna- esta vez fue la voz de Kaius la que se escuchó.


 

-No comprendo.


 

-Esto es extraño, lo sabemos, pero hay cosas que no sabes- aclaró la mayor.


 

-Creo que me di cuenta de eso hace unas horas Gia ¿Cómo pretendes llegar a la supuesta casa desde acá?


 

Gennady esperaba una respuesta mientras que ambos hermanos se miraron con un gesto incómodo y preocupado.


 

-Es mejor que lo descubras por ti misma- Gia hizo una pausa antes de continuar – Síguenos.


 

Genna se quedó en completo silencio y miró la sucia suela de sus tenis, en la noche al correr por los charcos se habían llenado de barro y ahora tenían tierra seca por todas partes, hizo una mueca de disgusto antes de suspirar y seguir a sus hermanos.


 

No había notado que en la parte trasera de donde se encontraba el auto había un sinfín de árboles, algunos más altos que otros, la luz del sol apenas pasaba entre ellos y era exactamente ahí a donde se estaban dirigiendo. Caminó con cautela intentando no tropezar con ninguna raíz o pisar algún animal extraño, incluso habían ramas bastante bajas que tenia que esquivar para no lastimar su rostro, y así siguieron por unos diez minutos hasta un pequeño lago, donde una enorme piedra sobresalía en una esquina cerca de una pequeña cascada.


 

-Es aquí- comentó su hermano con seriedad.


 

-Si bueno, el lugar es bonito y todo eso, pero ¿Dónde esta la casa? – pregunto ya frustrada de dar tantas vueltas con el tema.


 

-Esta ahí – señalo hacia el agua.


 

-Si esta es una broma, déjame decir que es la peor que has hecho y por si no lo notaste, no está dando risa Kaius.


 

-No entiendes nada Gennady, debemos subir a la piedra, vamos- sus hermanos escalaron la piedra y una vez más, rodó lo ojos en su dirección y los siguió.




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