La Hija De Poseidon [1.1]

Capítulo 22| La nueva Diosa

Y L E N I A🌊🌊🌊

Y L E N I A
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Despierto por que unos cálidos besos recorren mi cien pasando por mis mejillas, mis labios y abro mis ojos buscando al responsable. Un par de ojos negros me regresan la mirada dejándome ver la noche iluminando esas pupilas con pequeños puntos de luces me miran con amor. Adonis me sonríe depositando un beso en mis labios no hay nada mejor que ser despertada así.

– Buenos días princesa – acaricio mi rostro corriendo mis mechones azules para que lo viera mejor.

– Buenos días mi príncipe – me senté en la cama estirándome acomodando mi melena azulada.

– Debes levantarte hoy te sumergirán en las aguas de los dioses – Adonis nunca dejo de supervisarme siempre está pendiente de mí. Lo observe abrir mi armario para sacar una toalla que dejo a los pies de mi cama. – Ve a darte una ducha llamare a una ninfa para que venga a ayudarte para arreglarte – estaba muy nervioso se le notaba Adonis es obsesivo por planear todo que cada minúsculo detalle sea perfecto.

Salí de la cama estirándome aprovechando que Adonis se fue camine al espejo para verme. Este era mi gran día un momento que jamás olvidare pasaría de ser una mitad mortal a una diosa por entero y estaba algo aterrada.

– Tranquilízate Ylenia eres fuerte eres valiente y en pocas horas serás una diosa – hable al reflejo en mi espejo.

Corrí el cabello de mis ojos caminé hasta el baño para preparar la tina y tomar una relajante ducha. Al terminar salí para entrar en mi habitación donde ya estaban las ninfas. Habían preparado el hermoso vestido que mi papá me regalo para usar este gran día. Era corto con una falda de color verde agua. El corsé es color piel transparente con encaje de color verde agua los hombros son al descubierto con mangas cortas.

Una ninfa me maquillo aplicando purpurina azul en mis ojos arreglo mis unas. Me pusieron mi vestido, el reflejo que me mostraba mi espejo hacia que me sintiera bonita.

Una ninfa me maquillo aplicando purpurina azul en mis ojos arreglo mis unas

Una ninfa me maquillo aplicando purpurina azul en mis ojos arreglo mis unas. Me pusieron mi vestido, el reflejo que me mostraba mi espejo hacia que me sintiera bonita.

En mi cabello me hicieron una trenza colocando algunas flores en verde agua

En mi cabello me hicieron una trenza colocando algunas flores en verde agua. Mi collar adornaba mi cuello, no me lo había sacado desde que mi mamá me lo entrego. Era lo único que me recordaba a ella me hacía sentirla cerca de mi la extrañaba menos.

Aileen me había entregado la noche anterior un par de tacones brillantes verde agua un regalo de bienvenida según ella

Aileen me había entregado la noche anterior un par de tacones brillantes verde agua un regalo de bienvenida según ella. Las ninfas me colocaron mi corona ajustándola con mi peinado tome mi tridente que comenzó a brillar por un instante dándome energías y luego dejo de brillar. Estaba lista le pedí a la ninfa que llamara a Adonis, él me acompañaría hasta la sala donde sería la ceremonia. Volví a mirarme en el espejo recordando cómo era yo antes de ser una semidiosa y sonreí por un momento hoy iba a resurgir de las aguas siendo otra chica. Todo había cambiado en menos de dos meses una nueva vida estaba a punto de escribir y quería que fuera alado de Adonis. Unos golpes en la puerta me sacan del mar de pensamientos que tenía en esos momentos, camine hasta la puerta gire el pomo de la puerta para encontrar a Adonis tenía una sonrisa enorme sus ojos brillaron al verme. Estaba vestido diferente parecía un guerrero griego.

– Princesa Ylenia me permite escoltarla hasta el estanque de los dioses – decía en un tono formal, pero con algo de burla.

– Sería un honor caballero claro que le permito – me reí con él sintiéndome un poco menos nerviosa

– Mi princesa estas hermosa podría besarte, pero te sacaría todo el maquillaje de los labios – tomo mi rostro entre sus manos acariciando mis mejillas. Poso su frente con la mía nos sonreímos sentía tanta libertad, protección cariño así debía sentirse ser amada.

– Gracias, será mejor que vayamos deben estar esperándonos – entrelace mi mano con la suya lista para caminar hacia mi destino.

– Antes de eso ten Ylenia, no lo abras hasta después de la ceremonia – me entrego una cajita y dejo un beso en mi cien.

– Está bien de acuerdo mi príncipe – caminamos juntos hasta la gran puerta del salón de reuniones de los dioses. Entramos para ver a todos reunidos vestían muy elegantes y tenían presentes de sus padres.




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