Capítulo 15

Nathaly

Estoy con Patrick en mi habitación quise ir con mis amigas para asegurarme que estuvieran bien, pero cuando patrick me tocó esa corriente eléctrica que siento cada vez que lo tengo cerca o me toca, no puedo controlarlo es un deseo que nubla mi mente.

Es algo único no tengo gran experiencia pero se que esto no es normal es una necesidad insana.

Patrick toma mis piernas y me eleva para que rodee su cintura y no le da tregua a mi boca, la mejor decisión que he tomado es darme esta oportunidad de aprender con el, aunque en el fondo se que algo está creciendo pero sacudo mi cabeza y dejó ir ese pensamiento.

Patrick toca mi cintura y adentra su mano en mi espalda con sus dedos toca suavemente mi sujetador y envía mil sensaciones que llegan a mi mente.

Carga con mi peso hasta la cama y me deposita suavemente, no me había dado cuenta que cerré los ojos si no hasta que sentí su peso encima de mi, siento su miembro presionar mi vientre, me sonrojo solo de pensar que está de esa forma por mi.

– No te quiero presionar muñeca pero yo estoy dispuesto a hacerte sentir cosas maravillosas, solo quiero que me des rienda suelta no haré nada que no apruebes– Dice con una voz ronca a causa del deseo.

– Se que esto para ti no es fácil, soy una inexperta y se que pronto te aburrirás, ya que esto es un juego de niños para ti pero no quiero las cosas apresuradas– Le digo y se que puede conseguir a cualquier chica que quiera y está perdiendo el tiempo conmigo.

El detiene los besos en mi cuello y se separa de mi, el miedo se apodera de mi, la inseguridad de que no soy suficiente, hay momentos en que odio a mis padres por sobreprotegerme tanto, no tuve todas las experiencias de una adolescente normal, solo por tener padres sumamente ricos y para acompletar políticos.

– Nunca más en tu vida vuelvas a decir que no eres suficiente, no te has visto joder– Se pasa una mano por la cara y niega como si estuviera loca

–Eres preciosa muñeca pareces una ninfa de esas que cuando eres niño te cuentan, no se te puede explicar en palabras lo hermosa que eres y no solo el exterior sino también el interior, aunque aveces seas una niñata exasperante eso te hace quién eres Nathaly no dejes que tus inseguridades hablen por ti, quisiera que vieras con mis ojos lo que yo veo cada vez que mis ojos te ven–.

Siento que no respiro que esto es un sueño, esas palabras tan hermosas no pudieron salier de el, es que lo pone tan difícil por qué no puede ser un idiota, insensible y patán. Tiene que ser tan hermoso, tan perfecto.

Tiro de su corbata y con mi peso doy la vuelta para quedar a horcajadas sobre el, siento su miembro palpitar bajo de mi, le doy una sonrisa y me lanzo a sus labios.

Nos separamos por falta de aire– Dime ¿Que quieres enseñarme?– El sonríe de forma lobuna y no podría verse más sexy.

– Solo quiero que te dejes llevar y confíes en mí, ¿Muñeca confías en mi?– Su mirada es hermosa y ese brillo que tiene la hace ver más espectacular de lo que es.

– Confío en ti con mi vida– El sonríe y me besa con una intensidad única, siento sus manos por todos lados, es una sensación exquisita, me restregó encima de él, buscando alivio en mi centro, el sonríe en mis labios y en un rápido movimiento estoy debajo de él. Con delicadeza sube mi vestido a mis caderas, yo me tenso inmediato, llegan mil dudas por minuto tendré unas bragas decentes, dios apiádate de mi y que sean unas lindas y no unas mata pasión o como diría Susan las de mi abuelita.

Veo a Patrick mirando esa parte de mi cuerpo y no descifró que dice su mirada, miró hacia mis bragas y son de un encaje bellísimo de un gris espectacular, Gracias Susan te haré un altar por regalarme estás braguitas por mi cumpleaños y le agradezco a todos los ángeles por colocarmelas hoy. Ahora otra pregunta hace cuánto quite el pasto de esa zona, no recuerdo. Es que tengo los recuerdos congelados por todas estas sensaciones, salgo de mis pensamientos cuando esa voz tan sexy que me persigue hasta en mis sueños habla.

– Tan angelical que te vez y usas estás braguitas tan pecadoras– Me guiña un ojo. El sonrojo creo que me llega hasta la cintura.

– Yo este, yo Susan he, Susan me las regalo– Con esos balbuceos parezco retrasada.

– Cuando vuelva a ver a Susan tengo que agradecerle, está a sido la mejor vista que he tenido en mi vida– Empieza a besarme los muslos, poco a poco siento corrientes por todo mi cuerpo, va subiendo hasta que llega a mi entrepierna y sopla y besa encima de mi braga y me siento feliz al recordar que tengo la sola limpia desde ayer.

– Puedo quitar está hermosa braga de tu cuerpo Muñeca, no haré nada que no quieras– Yo asiento eufórica

El sonríe y quita mi vestido, yo alzó mis manos para que se le haga más fácil, su mirada brilla del deseo, el empieza a besarme los labios suavemente y baja por mi mandíbula y sigue el recorrido hasta mi cuello, dando suaves chupetones que no dejarán marca y llega al valle de mis senos, que siguen tapados por el sostén y mete su lengua hasta donde puede y yo apretó mis piernas, se siente tan rico que es increíble.

Susan nunca a tenido relaciones sexuales pero si a experimentado toqueteos con chicos, siempre he tenido el pensamiento que no quiere entregarse a nadie por qué quiere tener su primera vez con el idiota de mi hermano, yo amo a Liam pero quisiera que llegará un chico que valiera la pena y enamorara a Susan y la hiciera feliz y que el idiota sufra cuando se de cuenta que no la va a tener más nunca y que la perdió para siempre y yo le hechare alcohol en la herida por supuesto. Susan a dicho que las sensaciones que dan esos toques y besos son de otro mundo y eso lo estoy sintiendo en este momento, en estos momentos se puede acabar el mundo y ni me daría cuenta.

Oigo un click y se que es el último de los broches del sujetador y veo como lo retira de mi cuerpo y siento el frió que llega a mis pezones erectos.