Estábamos viviendo una época difícil a nivel país, mi nación cayó en manos de gente destructora, de carroñeros, infinidad de empresas cerraron sus puertas porque mantenerlas en funcionamiento les implicaba más perdida que ganancias, otras tantas fueron intervenidas oficialmente, la tasa de desempleos se elevó increíblemente, los productos alimenticios escaseaban, los servicios colapsaron, en fin en el país se instauró una especie de dictadura que muchos denominaron revolución, la economía se fue a pique y todo el dolor, la ira y el desencanto personal experimentados en el pasado aunado al deterioro de la sociedad provocaron secuelas en mi persona y mi salud se vio fuertemente afectada, al punto que mientras realizaba largas y extenuantes colas para obtener algunos productos básicos mi corazón reaccionó provocándome un infarto que por intervención Divina no fue fulminante, no me pregunten como lo superé, porque yo misma no lo sé y aun los médicos se sorprenden, en base a los estudios y pruebas realizadas ellos mismo lo llamaron el mega infarto,….. ¿Que si creo que alguien obra de manera increíble? … ¡si lo creo!…….. Creo fervientemente que alguien maneja nuestros hilos……… nos hace caer…… luego nos levanta……….. Decide cuando sí y cuando no….. Nuestra existencia y nuestro destino ya están diseñados y le pertenecen por completo.
En mi pasado inmediato cuando enfrenté duras lecciones que no lograba comprender pensé que moriría de dolor, no pasó, pero mi corazón sí lo sintió, y poco a poco se deterioró y lentamente fue enfermando hasta sufrir un gran daño que hoy por hoy emergió dejándome entender cuanto había menguado mi salud por soportar y arrastrar cargas emocionales demasiado pesadas, sentí que fui muy desconsiderada conmigo misma, entendí que las emociones y sentimientos pueden enfermarte y dañarte físicamente tanto o más que cualquier agente externo sí no trabajas en ellas a tiempo.
En el momento que el médico me comunicó su diagnóstico yo estaba desconcertada y él estaba asombrado, no lograba entender como una persona de mi talle y contextura , había superado algo así, nos paseamos una y otra vez por cada detalle de ese perturbador día: experimenté un opresivo y fuertísimo dolor en medio del pecho que me hizo doblarme en el piso, por unos instantes me sentí ahogada, como si algo comprimiera mi pecho, en fracciones de segundo sentí como si algo estuviera contenido dentro de mí, esperé un rato y como pude me incorporé, tambaleaba y no coordinaba bien mi andar ni el movimiento de uno de mis brazos, no estaba sola, mi hijo me acompañaba, posteriormente al acudir a hacerme las evaluaciones mi presión superaba los 200, mi colesterol por encima de los 250….toda yo era un caos andante.
Estábamos acercándonos a la navidad cuando todo esto aconteció y como es costumbre la mayoría de los servicios médicos y laboratorios cierran sus puertas hasta los primeros días de enero, aun así el cardiólogo que me atendía se mostró preocupado y extendió unos días más su salida de asueto hasta corroborar que en base a los medicamento prescritos mi tensión se estabilizara significativamente solo así podría dejarme ir confiado por lo menos por el resto de las navidades, obviamente restringió mi dieta y no pude saborear ni disfrutar esos deliciosos y exquisitos platos que se preparan en esta época, aunque si les soy sincera estaba más enfrascada en recuperarme, en cumplir el tratamiento y que los malestares y secuelas presentes desaparecieran lo antes posible.
En casa David me abrazó y lloró fuertemente aferrándose a mí, cuando se enfrentó al hecho de que pudo haber sido peor me suplicó que luchara: ── Ely tu eres fuerte por favor hazle frente a esta nueva situación y batalla con esto. ──Por favor no te dejes aplastar por esto. ── No se te ocurra dejarme solo, te necesito.
Entonces noté en su mirada y en sus hermosos ojos café sinceridad, honestidad, evidente preocupación……..no quiero engañarme, pero fue lo que sentí, no parecía fingido y no creo que alguien en momentos como estos tenga la osadía de fingir tales emociones…… y Dios obró nuevamente, mis hijos se acercaron invadidos por el sentimientos presente y todos nos abrazamos, fue el abrazo más tierno, hermoso y esperanzador….. y sí…… a pesar de todo, a pesar de las pruebas el brillo de estas navidades fue el más acogedor el más deslumbrante porque la magia acogió a mi familiar y será por siempre el recuerdo más perdurable y maravilloso.
Arribamos a un nuevo año y cuando las fiestas pasaron y todas las actividades volvieron a la normalidad visité otros especialistas que me sometieron a otros electrocardiogramas, ecocardiogramas y pruebas de esfuerzo, quería estar plenamente segura del diagnóstico que había recibido pero todos y cada uno evidenciaron lo mismo.
Por petición de algunos amigos acudí a un hospital donde hacen mucho énfasis y su gestión principal y especialidad es este tipo de patologías, volvieron a hacerme todos los estudios y luego de pasar por un periodo de espera me realizaron un cateterismo cardiaco donde los resultados arrojaron las arterias y/o vasos principales del corazón obstruidas en un rango entre un 70% a 90%.
Mientras decidían que hacer conmigo sí realizarme una angioplastia y colocar stent coronarios o someterme a un bypass coronario me prescribieron una gran cantidad de medicamentos que según los especialistas me ayudarían en el proceso y los cuales de hecho debía tomar por el resto de mi vida.