Capítulo 1: Mi muerte.

Habían pasado unos minutos desde que el corazón de Armando había dejado de latir. El vacío del cuerpo y la separación con la vida terrenal se hizo presente de inmediato, Armando podía ver claramente como su cuerpo yacía inerte en el suelo. Aun no se había desprendido completamente de su lazo con su cuerpo físico y tampoco sabia que es lo que había sucedido.

En ese momento era como si su noción del tiempo y el espacio hubiera desaparecido, se quedo parado frente a su cuerpo, tratando de entender que era lo que estaba sucediendo, por varios minutos pensó que era un sueño y no podía concebir otra razón para estar en tal situación. El sentimiento de angustia comenzó a invadir su alma, sin saber que era lo que realmente estaba sucediendo en ese preciso momento. Pasaron varias cosas por su mente, trato de tranquilizarse, cerro los ojos con fuerza como tratando de despertar de aquella horrible pesadilla.

Al abrir los ojos vio con un terrible pesar que aun seguía en aquel lugar y su cuerpo seguía tirado en el suelo, intento pedir ayuda, pero sin su cuerpo físico no pudo levantar el teléfono, salio corriendo hacia el patio de su casa, vio como sus vecinos estaban en sus ocupaciones diarias, le grito a sus vecinos, pero nadie parecía escucharlo. Gritaba con desesperación, pero era invisible para toda la demás gente.

Se acerco a su vecino y amigo Damian, eran compañeros de trabajo y algunos fines de semana se juntaban para ver los partidos de futbol por televisión o iban al estadio local. Le grito al oído con todas sus fuerzas, sin embargo de nada sirvió ya que a pesar de sus gritos Damian no lo escucho. Le volvió a gritar, trato de llamar su atención de todas las formas que se le ocurrió, pero nada servia. Desesperado entro corriendo a la casa para buscar la forma de llamar la atención de su amigo, pero no podía mover ningún objeto.

Se escucho sonar el teléfono, armando quiso levantar la bocina pero tampoco pudo hacerlo, el sonido del teléfono le daba a armando un extraño sentimiento de vacío y nostalgia, como si tuviera muchos años que no escuchara aquel sonido. El teléfono sonó varias veces antes de que se activara la contestadora, armando se dio cuenta que era Amanda, su única hermana, con la que había estado distante desde varias semanas atrás, en su mensaje le decía que esa tarde iba a ir a visitarlo.

En ese momento armando pensó que por fin recibiría ayuda, pero... ¿Cuanto tiempo tardaría en llegar?, Pasaron varias horas antes de que llegara su hermana, se escucho el golpe de una puerta al cerrarse, Amanda se bajo de su automóvil, se acerco a la casa de Armando y toco la puerta, armando corrió hacia la puerta para abrirle, se quedo parado frente a ella unos instantes, levanto la mano pero no pudo abrirla, sus manos atravesaron la perilla de la puerta. Amanda toco nuevamente la puerta pero nadie respondía.

El vecino de armando estaba afuera lavando el auto, Amanda le pregunto si armando había salido, el le respondió que no lo había visto salir de su casa en todo el día. Amanda, se regreso a la casa de armando y toco la puerta, esta vez con mas fuerza, a pesar de que armando escuchaba a su hermana no podía abrirle. Por fin se animo a salir atravesando la puerta y vio la cara de preocupación en la cara de Amanda.

Damian se acerco a Amanda y le grito a armando, pero nadie respondía. Amanda intento asomarse por las ventanas pero estaban cerradas y tenían cortinas. Se fue a la puerta trasera, y parándose de puntitas intento ver por la pequeña ventana de la cocina, afortunadamente estaba sin cortina y pudo ver hacia el interior, recorrió toda la cocina con la mirada pero no podía ver a armando.

Sobre la mesa de la cocina pudo ver una taza de café servida y la azucarera derramada sobre la mesa, Amanda no se sorprendió demasiado, ya que su hermano nunca se había destacado por su limpieza y organización. Así que se quito de la puerta e intento buscar otra forma de ver hacia el interior de la casa.

Amanda camino alrededor de la casa, empujando cada puerta y ventana con la esperanza de encontrar alguna abierta pero todas estaban cerradas. Se regreso a la cocina y parándose nuevamente de puntillas observo con detenimiento al interior. Pero nada parecía estar fuera de lugar, siguió cada rincón de la habitación con la mirada y a lo lejos vio a tina, una gata negra que armando tenia como mascota .

Armando, desesperado por la impotencia de no poder comunicarse con su hermana se tiro en el piso de la cocina recargado sobre la puerta con una profunda tristeza, el deseo de poder abrirle la puerta a su hermana fue tan grande que por alguna razón, Amanda, preocupada por armando tuvo la enorme necesidad de entrar, así que, aun pensando que su hermano se molestaría con ella, rompió el cristal de la puerta de la cocina, con cuidado metió la mano entre los cristales rotos y abrió la puerta.

Como un ladrón, entro a la casa de armando, se acerco a la mesa de la cocina, toco la taza de café y estaba fría, no era una taza reciente. Camino con cuidado hacia la otra habitación y justo al entrar Amanda sintió un escalofrió y grito. Tina, la gata de armando se le andaba restregando en los pies y maullando pidiendo comida.