Limerencia

Es el amanecer,
la ciudad se deleita con las sinfonías que brotan de los laureles,
mi mano se reposa en tu pecho,
es el latir de tu corazón que se coordina con dilatar mis pupilas,
es tu dulce melodía la que se posa en mi oído,
perece toda monotonía que resultaba de un monodía.

Deseo quererte,
deseo que me quieras.

Las vitrinas se empeñan de la tormenta,
son pequeños chubascos que nos hacen cobijarnos,
dejar que el frío recorra las habitaciones sin encontrarnos,
son filmes que proyectan las pantallas de tu habitación,
el sonido estéreo que combate contra los truenos,
tu respirar que desconecta todos mis miedos.

Solo quiero estar contigo,
justo ahora, se siente tan bien;
es lo único que deseo.

Es el atardecer,
el frío no da por donde ceder,
es el gélido invierno en la ciudad,
es el verano entre tus brazos.

Solo quiero que la limerencia me consuma,
se siente tan bien,
es lo único que sueño.

No puedo pedir más:
es el anochecer derramada sobre el cristal del que estallan.

Son las 3 de la madrugada,
estoy acurrucado en tu alma,
y no quiero nada más...

Poema III: "Limerencia"
27 jun 2018. 22:18hrs