Puedes tomar esta noche
el camino más largo a casa,
conduce por la carretera
aquella que siempre se estanca,
desvíate por aquel sendero
que tiene un gran árbol y
un bello lago.
Quiero estar en este auto,
escuchar las canciones de tu disco favorito,
que me cuentes tu historia,
sobre tu color favorito,
tu mentira blanca
y aquella que te condena.
Quiero quedarme contigo,
que cada fragmento de segundo
solo sea opacado por el sonido de tu voz,
poco a poco estás tan lejos de ser un extraño.
Me encanta ver tus labios pronunciando
esas dulces palabras que me maravillan,
la tierna forma en que extiendes tu brazo hasta mi hombro
me sigues contando cada capítulo de tu historia,
algunas lágrimas que calman la sequía,
unas cuantas risas que serenan la melancolía.
Tienes una costumbre de buscar mis labios
para decirme que deje de hablar,
son mis manos que se posan en tus mejillas,
es tu mirada la que me busca cuando el beso termina.
Y es esa sonrisa,
la causante de mis desvelos,
la razón por la cual siento que estoy completo.
Mis cinco sentidos se sienten tan perdidos,
pero se transforman en uno cuando te sienten cerca.
Quédate conmigo,
aquí donde el desierto brinda abrigo.
El camino a casa aún es largo,
el manto estelar es algo majestuoso,
emana un brillo radiante,
que se posa en tu rostro
y me hace suspirar.
Condunces y me narras sobre tu infancia,
lo más divertido que ha pasado en tu vida,
la historia de tu familia,
cada pequeño detalle me lo confías...
Me dejas a la puerta de mi casa,
me cargas entre tus brazos,
unos últimos besos,
y siento que estoy completo...
Poema XIV: "Único"
15 jul 2018. 22:56hrs