Por favor, ayudame a entenderte...
Sigo esperando el momento
en que la tormenta empiece a caer,
sobre este muerto suelo,
que no hace más que matar todo lo que toca.
Observo detenidamente
el manto plateado,
regresando el tiempo atrás,
por aquellos momentos en que me sentí engañado.
Dame tan solo un segundo,
para contemplar el desierto,
que suele surrarme un futuro de incertidumbre.
El viento intenta escucharme,
pero, suele gritarme que el sol está llorando conmigo.
(Cariño, por favor, marchémonos de este sitio)
Lentamente todo empieza a quebrarse,
dimensiones cuyos diamantes han estallado,
el corazón que antes emanaba pureza,
se ha quedado estancado.
Tengo miedo porque no puedo entenderte,
dices que estoy siendo cínico,
que la locura me ha invadido.
Tu sonrisa sigue siendo tan cálida,
tus brazos se han vuelto frívolos,
y tus labios están en carne viva,
ha dejado de ser lo mismo.
Tu aura es tan negativa,
mi mirada se ha vuelto sombría,
mis respuestas tan frías.
(Por favor, perdoname)
Sin embargo,
no puedo odiarte,
tu nombre rebota en las paredes de mi mente,
mi corazón se ha dañado,
pero, sigue latiendo por ti.
¿Dónde murió esa confianza?
Acaso fui destinado a ser engañado,
me has dejado dañado...
Tan solo necesito un chico,
que pueda acoplarse a mis rimas,
aunque tus brazos estén masacrados,
y mi corazón completamente lastimado...
Cariño, te perdono.
Y lograremos escapar
de este tétrico parámo.
(Tan solo dejame guiarte a tráves de la tormenta)
Poema XIX: "El salvaje oeste II"
15 ago 2018. 15:44hrs