CAPITULO 16 - La muerte de Myriam
ELENA:
James estaba realmente furioso, se podía notar en sus ojos, que se habían dilatado.
—Escoltaré a Elena, nos retiraremos; no tengo por qué estar en este lugar sabiendo que me deshonraste al decir esas palabras hacia mi invitada —
Mencionó James mientras me tomaba del brazo y avanzábamos, pasando por el lado de su padre.
—James, mantén en claro que no quiero que vuelva a suceder una tragedia como la de Myriam — Siseó
—Pero bien tú sabes que lo que sucedió no fue culpa del humano — Respondió James volteando
—James, serás el próximo Alpha; espero que tengas claro que no cualquiera puede ser tu compañera; es tu deber como sucesor —
Al final terminamos saliendo de ese gran salón y estábamos en el auto, James le dijo a Terry que no lo siguiera y él manejaría.
—Elena — Titubeó — Lamento que hayas escuchado eso...
—Al ser una desconocida, pienso que me trataron mejor de lo que pensaba. — Dije suspirando
En realidad creí que iban a tratar de espía, o que aquellas chicas iban a buscarme pelea.
—Ahora que lo pienso, aquella Myriam de la que hablaron ¿Eran tu hermana, no?
—Sí —Admitió —Myriam amaba a los humanos
Comentó en el trayecto. ¿Acaso su hermana se había enamorado de un humano?
MYRIAM: (AÑOS ANTES)
—Padre — Exclame de rodillas frente a su oficina — Por favor; yo lo amo deme su aprobación.
Dije rogando, mientras los ancianos estaban parados en la oficina comentando lo irrespetuosa que era. Padre se levantó muy molesto dejándome y me quede sentada en el suelo.
—Eres la princesa, tienes sangre de Alpha, no puedes desperdiciar tu vida así. ¡¿CÓMO TE ATREVES ASOCIARTE CON MISERABLE HUMANO?!
Su voz se escuchó muy fuerte. Mi madre entró a la oficina corriendo a ver que sucedía.
—Rompe con él de inmediato; no toleraré esto —Siseó y salió de la habitación mientras los seguían sus subordinados.
Madre se agachó para abrazarme, mientras que las lágrimas salían y caían por mi rostro.
—Haz caso a tu padre, arreglaremos un matrimonio digno para ti — Dijo finalmente levantándose— Llévenla a su habitación y no permitan que salga. — Ordenó y enseguida me sujetaron y llevaron a esa habitación.
El nudo en mi garganta seguía, y el dolor constante no paraba. Necesitaba salir y ver que nada le había sucedido a Will.
Me las arreglé para salir de mi habitación comportándome bien, había pasado una semana y todos creían que había aceptado eso. Pero para mí aún seguía doliendo. Mis padres al ver que había cambiado decidieron regresar a lo profundo el bosque, así que solo estaba bajo la supervisión de James y de algunos ancianos que se habían quedado.
Sería fácil pedirle permiso a James, siendo mi hermano seguro entendería. Me deshice de mis sirvientas y logré entretener a los ancianos con unas travesuras que hice en sus oficinas.
Abrí la puerta y ahí estaba él. El mismo chico de siempre que ahora se encargaba de resolver problemas territoriales.
—Myriam, me alegra que viniste; creí que estabas mal y por eso no bajabas a desayunar— Dijo dejando todo atrás para darme un abraso.
—James tengo algo que pedirte, necesito ir a verlo —Confesé y vi como desviaba la mirada
—Papá y mamá confiaron en mí para que te cuidara.—
—¿Y desde cuándo les haces caso? Ellos nos miran nada más como una cosas, que como sus hijos —Reclamé ante tal respuesta
—Myriam — Regañó — Es peligroso el mundo humano —Puso una escusa vacía
—Mentiras, ellos son como nosotros, son personas alegres, muy amigables —
—No puedo poner mi confianza en ellos, es por tu bien, si otra vez escucho eso ordenaré que te encierren en tu habitación — Recalcó volviendo a sentarse, se había convertido en la persona que antes detestaba ser.
Pero al final del cabo no pudo frenarme, ya que ate un montón de vestidos en forma de soga para bajar de mi habitación.
Rápidamente logré dar con el pueblo, era uno pequeño dónde todos se conocían, y ya me habían vuelto uno de ellos. La señora Darla, mamá de Will me obsequió una rica sopa, y pase con Will la noche en su casa.
Sin embargo no creí que en mis decisiones afectaran tanto.
Olfateé que los ancianos estaban cerca, así que me levante y desperté a Will, lo mejor sería que no me encontraran en una casa porque podría matar a todos dentro. Saque a Will porque tenía demasiado olor a mí y no podía ocultarlo. Quizás si lo metía al río podría desvanecerse.
Al ser una loba con sangre de Alpha mi lobo era casi igual de grande que de mi hermano, ordene a Will subirse, con mi rapidez llegaríamos muy lejos en tan poco tiempo y quizás cruzaríamos la frontera.
Pero algunos factores ocasionaron que no fuera el caso, la pulsera de protección y a la vez de descarga eléctrica se activó. Y mierda no me lo podía sacar, ni siquiera al mojarlo se apagaba. El dizque regaló de mis padres.
Por el tanto dolor nos detuvimos a medio camino y le dije a Will que se zambullera en el agua, pero fue en vano los ancianos ya nos habían alcanzado.
Me volví a transformar y traté de proteger a Will, pero eran cinco contra uno, y antes de perder la conciencia pude ver como Will caía sin vida al suelo.
Desperté después de dos días según la sirvienta y todos parecían felices, lo cual me desmotivaba aún más.
Este ya no era mi hogar, ni mi familia.
Entonces probé todas las cosas para acabar con mi vida. La penúltima vez fue intentando aventarme del último piso pero llegó James.
—Detente, Myriam — Escuche su grito
—James—Apenas pronuncie con mi garganta herida de haber gritado un día consecutivo
—Es peligroso, no camines más —Mencionó de nuevo —¡Iré por ti.!
—¿Por..qué estás aquí ahora? ¿Por qué no pudiste salvar a Will?— Mencione entre lágrimas —Creí que como mi hermano lo sabías... ¡Pensé que estarías de mi lado!
—Detente Myriam no lo hagas—
—Acaso no te das cuenta de que ya no tengo razones para seguir aquí, nadie me considera como su familia; me siento tan sola sin él — Comente antes de lanzarme
Sin embargo desperté de después de una semana, ya que tras la caída a pesar de algunos huesos rotos, se recuperaron porque soy de sangre Alpha. Como odiaba haber sobrevivido, todo por culpa de compartir esta sangre.
Sin embargo a pesar de que todos miraban mejorías pude percibir que mis órganos internos ya no sanaban y me quedaba menos de un mes.
Decí comportarme como ellos querían, ser la princesa que todos deseaban hasta que llegó el día en el que vi que moriría. Deje varías cartas a todas las personas con las que alguna vez hable; una disculpa para la señora Darla, que seguramente estaba sufriendo la pérdida de Will.
Salí de la mansión, ya que nadie me vigilaba ahora. Fui hacia el lago y deje caer mi cuerpo sobre las flores que algún día con Will planté y cuide.