CAPITULO 23 - La hermana de Elena
ELENA:
Luego de esa escena James me llevo al doctor de la manada, ya que estaba preocupado, al ser humana era más débil en comparación a cualquier otra chica en la mansión.
El doctor dijo que no había nada de malo en mi cuerpo, esas pastillas solo eran alucinógenas, pero al estar mi cuerpo sano lo que hacía era tratar de expulsarlas.
— James el doctor dijo que ya estaba bien — Dije quejándome por la excesiva atención
— Sobre la ceremonia, creo que tendremos que posponerlo, Rita dijo que no se sentía bien y estaría descansando.—Mencionó James llegando a la habitación.
—¿No hay quien se encargue?—Pregunte — Puedo hacerlo yo.
—No, la costumbre es que lo haga un familiar; mi abuela vendrá a instruirte, pero necesitamos a alguien encargado de adornar. —
En ese momento pensé a quien podría pedirle ayuda, no tenía amigos; pero mi hermana no se negaría.
—¿Podría ser mi hermana? —
—Por supuesto, yo cubriré el viaje así solo pídele que venga —
Así resolvimos el problema, pero ahora iba a conocer al único familiar que le quedaba, solo esperaba llevarme bien.
Fui al invernadero después de cortar la llamada con mi hermana.
Ella era la segunda hija, tenía diecisiete años, su cabello no era tan rojizo como el mío; se parecía más a mi madre, con ojos marrones y piel mestiza. Ya había terminado su preparatoria, y no había logrado alcanzar una beca, según me había contado iba a buscar trabajo, pero al ser menor de edad era muy difícil.
Estuve desplantando las plantas en mal estado, había llevado como taller extra jardinería, pues siempre me había gustado aunque en mi casa no teníamos ni jardín.
Rápidamente paso el día y a la mañana siguiente mi hermana llegaría a las nueve, estaba totalmente nerviosa, ella tenía un carácter fuerte. Esperaba que se lo tomara bien lo de vivir lejos de la tecnología, los Starbucks, y que ellos eran de diferente especie.
Finalmente el auto que la esperaría en el aeropuerto llego y fui a recibirla.
—¿Qué diablos es esto, Elena?—Inquirió cerca al ver todo lo que rodeaba a la mansión... Árboles.
—Conversemos adentro — Le susurré y ella jaló la maleta de la maletera del auto.
Ingresamos a la mansión, por lo que sabía James se había ido un rato para vigilar el trayecto de llegada de su abuela.
En mi campo de visión apareció Terry, era mejor presentarle, ya que estaría hasta que esa ceremonia.
Pero yo era la sorprendida al ver como Terry volteó y cambió de dirección enseguida.
¿Qué había pasado?
—Oye — Dijo Camila dejando la maleta y corriendo, obviamente corrí tras de ella. —Hey detente — La escuche gritar.
Lamentablemente los deportes no eran para mí y rápidamente perdí de vista a ambos que se habían dirigido hacia el bosque. Justo le iba a decir que no causara líos.
Me cansé de perseguirlo, pero necesitaba asegurarme de que Camila no se perdiera.
Entonces escuche el grito de Camila, me apresuré a ir y me encuentre a un lobo casi igual de grande que James, de pelaje marrón oscuro.
Camila siguió gritando y yo apenas estaba a metros del ahí.
El lobo no reaccionaba lo único que se me ocurrió es ir corriendo hacia donde estaba mi hermana y jalarla de la mano. Corriendo salimos del bosque, por suerte solo era la parte del jardín.
Sí se trataba de Terry, me tendría que escuchar unas buenas regañadas, por poco y mataba a mi hermana de un susto.
TERRY:
Sentí la conexión.
¿Por qué nadie hablaba de lo bonito que era? Por primera vez sentirla tan cerca, me daba ganas de ir hacia ella y marcarla. Entones mi mirada choco con ella, y traté de controlarme así que salí corriendo.
—Oye —La escuche decir cuando voltee la esquina —Hey detente —Replicó su voz sin embargo no hice caso.
Llegue al bosque y me transforme para correr a las afueras de jardín, pero en plena transformación ella me bloqueó , sin embargo ya era demasiado tarde.
Terminé convirtiéndome en mi forma lobuna. Sin embargo su reacción no fue la que o vi en las chicas de las manadas al conocer a sus lobos, más bien fue una de terror, ella empezó a gritar y no pude reaccionar.
Obviamente me tenía miedo, yo era un monstruo en sus ojos
Aquello me dejo perplejo y me quede el resto de la mañana en el bosque, hasta que por mis obligaciones tuve que volver.
James ya se encontraba en la oficina cuando ingrese, empece a ordenar, y leer algunas quejas de los sectores.
—Lleva esto hacia la hermana de Elena — Ordenó extendiendo un sobre.
Al parecer era dinero para la ceremonia.
—¿Hermana de Elena?—
No sabía que llegarían invitados a la mansión.
—Sí llegó esta mañana, será quien se encargara de la celebración, así que tratale bien — Dijo James
—¿Esta mañana?—Pregunté tratando de no suponer nada, peor todo era más que claro.
Ella era solo una humana, y yo creí que no tenía aroma por menor de edad.
Lo he jodido- Admití.