CAPÍTULO 24 - Ordende restricción

* * * * * * * *  CAPÍTULO 24 * * * * * * * *

ELENA: 

Camila había estado empacando sus cosas, las cuales yo había aventado por toda la habitación . 

—No puedes ser tan dramática, déjame explicarte —Exclame deteniendo su mano que se encontraba doblando unos pantalones jeans. 

—¿Explicar qué? Yo vi cómo apareció ese lobo; no estoy loca, así que no me trates como una —

Tenía un carácter difícil de lidiar a diferencia de mí, ella pasó por peores momentos, donde se obligó a trabajar sola, renunciar a sus logros. Sin embargo sé que pretendía ser valiente cuando en realidad todo le aterraba. 

—Son distintos— Comenté— No son humanos, pero es lo único que te puedo decir, si sabes mucho te quedarás a guardar su secreto. 

—¿Estás siendo obligada?— Inquirió rápidamente 

—No — Sisee — El sentimiento que tengo no es algo ligero; se siente como si fuera la única persona que puede sentir todo de él. 

Suspiré.

—Solo ayúdame con esto, ¿Sí?— 

—Bien, pero sabes que no toleraré que me traten mal aquí, y menos que te traten mal a ti.—

—¿A qué te refieres?—

—Ese chico de la entrada, ni siquiera saludo; simplemente dio la vuelta —Recalcó. 

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Ya habían pasado un par de días, y todo estaba casi listo. Exceptuando yo. La abuela de James había bendecido los anillos, y ya era la hora de la ceremonia. 

¿Y Camila? 

Salí con un vestido ligero a buscarla, la casa estaba llena de gente y no podía ubicarla. Encontré a Terry ingresando al invernadero, lo seguí para preguntarle. Aunque creí que se encontraba con James, ayudándolo.

Mis ojos se abrieron aún más cuando Camila corrió hacia la puerta sin darse cuenta de mi presencia y se lanzó hacia Terry. 

—Necesito una explicación —Exigí y ambos giraron sus miradas, destruyendo su atmósfera. —Vámonos — Sujete a Camila de su mano y la saque corriendo del lugar hasta la habitación. 

—Y-yo— Empezó diciendo 

—Cuando termine todo esto, te mandaré de vuelta a casa. Ni siquiera intentes convencerme —Interrumpí cerrando la puerta 

—¿Por qué?—Inquirió enfadada 

—Tienes apenas diecisiete, joder —Exclamé 

—¿Y?— Inquirió 

—¿Y?—Le miré con ironía —Estas consiente que él te lleva por muchos años 

—¿Qué hay de James? ¿Acaso tienen la misma edad? —

—Me da igual, pero no permitiré que te quedes, porque te pondrás en peligro —

—Eso no lo decides tú— Gruñó 

De pronto un estruendo intervino en todo el lugar. Sentí como mi cuerpo reaccionaba a la sensación de peligro. 

Enseguida vi a varios soldados con armas militares especializadas. 

—La señorita Rita reportó un secuestro — dijo uno de los soldados superiores por un altavoz. 

¿Rita? _ Qué diablos había hecho esa chica. 

Al poco tiempo los oficiales entraron a la mansión sin que nadie los detuviera, hasta llegar a la puerta donde nos encontrábamos y destruirla.

James llegó cuando ambos oficiales nos pidieron acompañarlos por las buenas. 

—¿Qué está sucediendo?— preguntó James a los dos oficiales. 

—Se llamó por una extraña desaparición de ambas hermanas humanas, la protección de los lobos tiene límites no puede interferir con las leyes humanas.— 

No entendía a qué se refería, pero al parecer nos devolverían a nuestras casas. 

—Ella es mi pareja no puedo permitir que se la lleven — Inquirió James sujetando mi mano de camino. 

—Por algo funciona el consejo de protección de lobos, interrumpe situaciones que llegarán a hacer una desgracia en el tiempo. Alpha James deja de interrumpir nuestro trabajo, o tendremos que agredir por poner resistencia. 

James protesto a través del link, sin embargo trato de tranquilizarme. Al parecer pondrían orden de restricción para que no tenga nada que ver con él, al igual que a mi hermana, ya que al final terminó involucrada en esto.

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