La Humana es Mia ( Alpha x humana )

CAPITULO 37- Muñecos

s * * * * * * *  CAPITULO 37- Muñecos * * * * * * * 

Narra Elena:

Me quedé a dormir en la habitación de hotel que James había alquilado porque James me había dicho que estaban vigilando el anterior hotel, al igual que su apartamento y mi habitación que tenía cerca de la universidad.

 

Esa noche estuve luchando para dormir porque sentía el sonido de todas las cosas multiplicado por dos, al igual que los olores, y el tacto con las sábanas; podía sentir los hilos, lo cual provocó que se me dificultara dormir.

A la mañana siguiente, una llamada interrumpió mis sueños.

—"Señorita, su solicitud ha sido procesada y tiene la sustentación de su artículo para esta mañana a las 10, esperamos que esté presente. Todos los jueces están listos"—Dicho esto, la llamada finalizó.

Me levanté de prisa y me vestí muy rápido. Se me cayeron algunas cosas del lavamanos antes de irme, y eso despertó a James.

—Iré a mi habitación por mi traje. Sustentaré mi artículo esta mañana, no te preocupes por mí.—Dije, cerrando la puerta del departamento mientras James me miraba consternado.

¿Cómo habían apresurado todos los demás proyectos? Quizás ellos habían decidido atrasar sus proyectos y el más cercano era el mío. Al menos tenía suerte de que no esperaría días, cuando ya todo lo tenía listo.

Me vestí con un traje y rápidamente me dirigí a la universidad.

La sustentación me quitó el resto de la mañana. Casi salí a las dos y treinta de la tarde.

—¿Elena?—Dijo alguien detrás de mí, y apenas distinguí la voz.

—¿Gregory?—Mencioné, confundida y aturdida.

—No sabía que estarías en la universidad.—Mencionó, parándose frente de mí.

—Vine a...

—¿Sustentar tu título?—Interrumpió.

—Sí. ¿Cómo lo sabes?—Dije, confundida.

—Estás con un traje, muy pocas veces en la universidad van vestidas así los enfermeros o doctores.—Dijo, observándome.

—Tienes razón.—Afirmé.—¿Y tú?—Pregunté, y empezamos a caminar en los pasillos de la universidad.

—Vine porque uno de los doctores lo solicitó, viajo mañana hacia la universidad de Canadá y como él no acaba de cancelarlo, un boleto libre.—Mencionó, sacando de su bolsillo un boleto de avión y acercándolo a mi mano.

El aroma de James se intensificó rápidamente.

—Elena—Dijo James, sujetando mi mano antes de que Gregory acercara aún más el boleto.

James había aparecido de la nada detrás de mí.

—¿James, qué estás haciendo aquí?—Dije, sorprendida de que no me haya llamado por teléfono o el vínculo.

—Quise esperar a que salieras de la universidad para llevarte a comer. Por cierto. ¿Qué tal te fue?—Empezó a hablar.

—Me fue bien, me lo aprobaron de inmediato, y me enviarán a mi correo mi título digital y el impreso; puedo ir cualquier día a recoger. Habrá una ceremonia mañana con algunos docentes y los titulados en este mes.—Conté entusiasmada.

—Sabía que podías hacerlo, eres la mejor.—Dijo, abrazándome.

Mis padres ni siquiera habían llamado, aunque tampoco les había comentado nada, pero deberían saber, al menos, que su hija terminaba la universidad este año. Ya no importaba, solo necesitaba concentrarme en el ahora.

—Señorita Elena fue muy desconsiderado de mi parte querer darle un boleto cuando va a participar en su ceremonia de titulación aún—Mencionó Gregory.

Y James se detuvo en seco cuando Gregory se cayó.

—Ella no necesita esos boletos.—Sentenció, mirándolo fijamente.—¿Por qué sigues aquí?

—Pues ella tendrá que decirlo, no usted.—Habló con un tono superior, y James solo intentó ignorarlo volteando la cabeza.

—¿O acaso no sabes de su pasantía de especialización en la universidad de Canadá?—Dijo intrépidamente, dejándome a mí sin habla.

James volteó a verme para confirmar o negar dichas palabras.

—Yo... Iba a decírtelo hoy... fue inesperado.—Empecé a excusarme.—No planeaba ir, solo que tengo una beca completa y...

—Está bien, será mejor Canadá que California.—Me interrumpió James con una sonrisa.

—Espero verte allí.—Dijo finalmente Gregory y se fue.

Exhalé cansada de la presencia de él junto a James, ya que era un ambiente bastante pesado.

—¿Quién era él?—Dijo James en un tono frío.

—Es solo un chico que conocí apenas, porque se sentó a mi lado.—Mencioné.

—Deberías tener cuidado con ese tipo de seres, parecen humanos pero son muñecos.—Dijo James.

—¿Qué? ¿Cómo que muñecos?—

—Se puede percibir esencia humana o no humana dentro de él, pero en un estado de caos; por eso se llaman muñecos, son contenedores de esencias. Son cosas peligrosas... pero no te preocupes estaré contigo.—Recalcó lo último.

—¿Pero...?

—Elena, dejemos esta conversación así.—Dijo en un tono serio.—Vayamos a comer.—Sonrió.

¿Muñecos? ¿Un portador y acumulador de esencias humanas y no humanas? Acaso no era un simple humano, pero ahora que lo pienso, a pesar de que era un chico muy lindo, tenía una aura que daba miedo, y además, mis sentidos se habían agudizado desde que James me había mordido, pero no percibí aroma en Gregory.




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