¿Cómo conocí a Sara?
Arrepentirme de conocer a Sara, sería injusto con ella y cruel conmigo mismo, no puedo hablar mal de la mujer que me regaló bonitos recuerdos y que estuvo en momentos duros de mi vida, también en mis grandes logros.
Un Lunes hace mas de diez años, llegué temprano a la universidad, ese día tenía que presentar mi tercer informe de mi tesis de grado, estaba a punto de ser un futuro Ingeniero Civil. Era un poco mas de la ocho de la mañana y mi tutor todavía no llegaba. Me acerqué a la cafetería pedí un café con leche, mas bien debería de llamarse café con dos lagrimas de leche, con un sándwich de pollo y jamón. Aunque ese pollo parece que fuera un pájaro porque salió volando, por ningún lado pude sentir el sabor a pollo.
Definitivamente cada día buscan la forma de engañar a los consumidores, lo mas bueno es que lo hacen de frente, pero no habiendo mas con mi mujer me duermo. Busqué una mesa desocupada, halé la silla hacia atrás para poderme sentar, observé que en la silla había una carpeta color blanca. La recogí y me senté, puse la carpeta sobre la mesa, mi morral lo coloqué en la otra silla. Me volví polifacético, con mi mano izquierda bebía mi café con dos lagrimas de leche y comía mi sándwich de pollo volador, con mi mano derecha abrí la carpeta.
Encontré los documentos correspondientes a una exposición de la materia derecho procesal laboral, era de una estudiante de octavo semestre. Estaba marcado con el nombre de Sara López Torres, eso decía la portada del documento. También estaba una hoja de vida de la estudiante, con una foto a color, se veía que era una joven muy hermosa. Pero con esto de las aplicaciones y redes sociales, no sabía que podría ser mas engañoso si la foto o el desayuno que me estaba comiendo. Observe hacia los lados que cara fea encontraba en la cafetería, empecé a detallar una por una y con mi imaginación a coloqué los filtros, fallé en mi búsqueda.
Estuve por un momento chismeando los documentos y la hoja de vida de mi princesa Fiona, era tres años menor, trabajaba como dependiente judicial para una firma prestigiosa de abogados. ¡Que peligro casarse con una abogada! Dios me libre de una mujer así, aunque para toda Fiona existe su Sherk.
Las dos lágrimas de leche hicieron su efecto, un pasaje directo al baño. Recogí mi morral y la carpeta, entré rápido al baño como alma que lleva el diablo. Soy de los que no me gusta hacer mis necesidades a las carreras, me gusta sentarme en la tasa del inodoro y relajarme un poco, ese era mi yoga. En el colegio me dictó clase un profesor la materia de ciencias sociales, él siempre decía que las mejores ideas llegan cuando estamos en el baño, o que si tu querías recordar algo que olvidaste ese era el sitio perfecto para poner en funcionamiento tus recuerdos. Aunque muchos no lo crean, a mi me funcionó miles de veces.
Saqué mi celular, entré a mi facebook y busqué a Fiona pero el resultado siempre era el mismo, no la podía encontrar. Su facebook estaba configurado para que ningún desconocido revisara las fotos de su hermoso pantano. No tenía mas opciones que llamarla o tal vez regresar la carpeta a la cafetería. Nunca sabemos que tipo de persona estaríamos tratando. -¿Que tal fuera un extraterrestre infiltrado?
Días anteriores vi un programa de televisión, donde decían que vivían entre nosotros, muchas veces pienso que pueden tener razón. Cuanta gente loca se encuentra a diario por ahí en la calle, yo creería que mi vecina hasta sería una extraterrestre. Su casa siempre mantenía cerrada, las ventanas bien tapadas, nunca se vio salir de su casa. ¿Como se explica que una mujer pueda sobrevivir sin salir a comprar comida?
No hablaba con nadie y en las noche por las ventanas se podía ver una luz verde, hasta que un día esa luz no se volvió a ver mas. Los vecinos del barrio preocupados llamaron a la policía, ellos entraron a la casa y no encontraron a nadie en la casa, la vecina desapareció sin dejar rastro alguno. Las paredes por dentro estaban forradas de papel aluminio, la luz verde que se miraba en las noches, correspondía a un jarrón de cristal en forma de triangulo lleno de luciérnagas. Murieron por falta de oxígeno, en fin no se sabe con quien se convive.
Terminé de hacer mis necesidades, busqué papel higiénico pero no había. ¿Ahora como me limpio? Como las cosas pasan por algo, hacía unos minutos me encontré una carpeta con documentos, creo que no la entregaría completa con todas sus hojas. En mi defensa diré que ase la encontré y agradezca que la estaba devolviendo.
Busqué la hoja donde se encontraba el número de celular, pero no la hallé. Como lo encontraría si busqué en el lugar equivocado, pensé en botar la carpeta y dejar así. No tenía el valor de meter la mano a la cesta y abrir el papel, pero tenía la duda de conocer a la posible alienígena. Tal vez supiera el paradero de la vecina, o podría extorsionarla y que me diera mucho dinero, mejor le diría que me colaborara con mi tesis de grado, ya me estaba sacando canas. Si en algún caso se resistiera la entregaría a los Estados Unidos y posteriormente seria enviada a el Área 51, donde dicen que tienen extraterrestres trabajando para los gringos.
Apunté el número en mi celular, lavé bien mis manos, podría decir que acabé todo el jabón en mi manos y por poquito dejo los baños sin agua. Fui a la oficina de mi tutor, él ya había llegado y presenté mi informe. Fue mas lo que duré en el baño que de salir de la oficina, estaba contento porque me aprobaron el informe y estaría pendiente de presentar mi tesis final.
Llamé a Fiona pero se fue a buzón de voz, volví y lo intenté otra vez pero pasó lo mismo. Dejé un mensaje para que se comunicara conmigo cuando pudiera, tenía sus documentos y era de su importancia. Salí de la universidad y tomé el bus que me dejaría cerca de la casa de la tía María, Vivía con ella.