37. «Falso positivo»
IVANNA
No contesta.
Intento llamarlo tres veces, también le dejé un mensaje pidiéndole que me devuelva la llamada, pero Luca no contesta.
«Volvemos a lo mismo».
Y no me dejó decirle que el sol es una estrella.
...
El dolor que provoca volver a sentirme ignorada también me quita el impulso de platicar a otros lo que Pipo y yo descubrimos. ¿Para qué? Solo daré lastima por mostrarme ilusionada por algo que ya no es. De manera que, regreso al jacuzzi, termino de darme mi baño con agua tibia y vuelvo a mi cama para intentar dormir.
Pese a que continúan con él mis pensamientos, me tomo como meta descubrir que tan fácil es pasar página, de modo que, tal como lo semana pasada, paso los siguientes días trabajando en la clínica donde está internada Babette. Cuando ella duerme cojo mi laptop para tipear o salgo al pasillo a hacer llamadas. Sigo dividiendo mi tiempo entre el trabajo y Babette. Sin embargo, tal como se lo dije a mis amigos, el viernes 9 de junio estoy en el avión rumbo a India.
Llego a Nueva Delhi y después a Bombay, en la primera no tuve éxito, pero en la segunda si conseguí agendar una nueva reunión para venir a firmar.
Con una sonrisa más grande en los labios, el 15 de junio llego a Bangkok, Tailandia. Omi en persona me espera afuera del aeropuerto, me lleva a comer y a empezar a conocer gente.
No me quedo en un hotel, me quedo en «La torre de Victoria», un edificio de apartamentos de lujo que le pertenece a Omi, y me quedo acompañándolo a él, en el piso para uso privado de él; escuchando, ciertamente, la historia detrás del nombre del edificio.
El jueves 15 lo usamos para hablar, salir por la ciudad y disfrutar. El viernes 16 nos reunimos con dos de sus amigos ya con más formalidad, él mismo me presenta como «La loba», una leyenda vida en el sector empresarial de Ontiva.
Consigo cerrar el primer trato y dejar en espera el segundo, por lo que igualmente deberé concertar otra reunión en videollamada o volver, lo que me hace feliz y para celebrar aprovecho el resto del día para seguir conociendo.
El sábado 17 tengo dos reuniones más, por ser fin de semana la primera es un desayuno y la segunda un almuerzo. En la segunda, en particular, tengo éxito por gustarle a uno de los empresarios que, por lo mismo, además me invita a cenar. Pero no estoy de ánimo, solo vine a trabajar y a... olvidar, de manera que Omi me rescata y, al mismo tiempo me ayuda a no quedar «mal» y perder el trato, al decir que nosotros estamos saliendo.
Al salir del almuerzo recogemos a Pipo y a René, el novio de Pipo, en el aeropuerto. Cuando llegué a Bangkok a la primera persona que llamé fue Pipo, le dije a Omi que me hace bien hablar con él y como resultado Omi lo invitó a venir.
Esa misma noche subimos a un yate y ponemos una milla de distancia entre nosotros y la playa. Personal de Omi nos sirve la cena a un costado de la proa, preparan bebidas y con él explicando qué es cada una bebemos hasta pasada la media noche. Por mi reciente cantidad de trabajo apenas había tratado a René y Omi no los conocía ni a él ni a Pipo, por lo que no es difícil encontrar temas de conversación y proponer más planes a gusto de cada uno.
También aprovecho un momento a solas para decirle a Pipo que tenía razón respecto a Omi y Victoria, lo que no le sorprende, Pipo es un sabueso; sin embargo, sí le entristece, sobre todo por Omi, pues, al percatarse de que Pipo ya sabe él mismo le platica la historia de la torre de Victoria, lo que termina haciendo llorar tanto a Pipo como a René. De ahí que Pipo, mostrándose solidario y solapador tal como siempre lo ha sido conmigo, valiéndose de que Victoria se quedó con Sherlock, durante el viaje la llama repetidamente para que Omi al menos la mire de lejos.
Ya sea porque no se arrepiente de nada y todavía la ama, a diferencia de Victoria o Michelle, Omi sí platica a detalle cómo se dieran las cosas:
Con el pretexto de venir a recaudar fondos para el tratamiento de la esclerosis múltiple, y trayendo de cómplice a Michelle, en el 2015 Victoria pasó varios días en Tailandia con Omi. Ya que, siendo Omi un reconocido deportista extremo y «donador constante» a la causa, en casa dijeron que, en parte, las ganancias serían destinadas al centro que trata a Gary y por ser Victoria quien «gestionó» la ayuda ella vendría como la representante.
Omi y Victoria salieron durante seis meses antes de que él le pidiera dejar a Gary, y ella, negándose, pusiera fin a su relación y dejara de verlo. De ahí que, cuando tiene tragos de más y está dolido, a Omi le da por llamar a Victoria «cobarde».
Como me la estoy pasando bien cada que puedo me tomo fotografías, lo he hecho desde que llegué y no tengo prisa. En India solo estuve en la ciudad, no había mucho para apreciar, pero en Tailandia sí puedo disfrutar del mar y otros sitios turísticos.
Lo más destacable lo publico en mi cuenta de Instagram: yo, arrodillada sobre la arena; en una piscina; paseando sobre la arena o en el yate con Omi; y tarde Pipo me recuerda que, por petición de él mismo, ahora tengo agregado a Luca y puede ver lo que publico. De hecho, lo hizo para que hace un par de semanas viera las fotos con Laura. Pero esto no fue a propósito aun cuando así lo parezca y así lo piense él.
—Pronto veremos otra vez a Laura —me dice Pipo y, a la mañana siguiente, acompañado de un «Te lo dije», me enseña las últimas publicaciones de Luca en Instagram.
Reviso y ya publicó sobre La loba, por fin dejó de esconderla, lo que me hace sonreír. No obstante, tal como señaló Pipo, en la última fotografía de nuevo está en algún restaurante con Laura, aunque ahora los acompañan Alexa y Roy.
«Salida en parejas».
Ignoro el dolor en mi pecho, incluso cuando al anochecer miro el cielo estrellado y de día el azul, pero me quedo en Tailandia hasta el domingo 18. A regañadientes, porque me rogó quedarme más tiempo, Omi otra vez me lleva personalmente al aeropuerto. Tendrá un día más a Pipo y eso lo consuela. Le digo que con él podrá hablar de Victoria, aunque, por cuanto sé sobre los dos, sé que igualmente le hace bien hablar conmigo.