A la mañana siguiente empezaban las clases, genial, sentía ganas de vomitar, era muy vomitona como verán, cuantos nervios, amigos nuevos, felicidad, tristeza, comida, Nutella... OMG.
Ok, respiro... Vamos a repasarlo otra vez:
—Hola, mi nombre es Harper, mucho gusto, espero que seamos las mejores amigas...— Dije al espejo practicando mi saludo... —A quien engaño, no sé ni saludar, ¡Les voy a dar miedo! Tengo que parecer una persona normal, como si todos los días hablo con alguien, salgo con mis amigas, voy de compras... Una persona normal...— Qué decepción. —Hola, soy Harper, tengo 16 años, vivo a unas cuadras de aquí, puedes venir a mi casa si quieres, quiero ser tu amiga... No, eso da más miedo, demasiada información... ¿Qué tal...?: Hola, soy Harper... Mhm, creo que con eso basta...—
Luego la ropa: unos jeans ajustados con hoyos en las rodillas... Listo. Una blusa azul oscuro con encajes negros... Listo. Mis botas favoritas que uso para todo... Lis... No, no, ¿¡dónde estaban?!
—Dios no me hagas esto, ¡Son mis favoritas!— Bajé corriendo las escaleras para preguntarle a mi madre donde las había puesto y cuando la encontré, las estaba lavando.
—NOOOOOOOOO— Grité dramáticamente.
—¿¡Que pasó hija?!— Preguntó mi mamá sobresaltada.
—NO SE PUEDEN LAVAR— Dije sacándolas del agua —Mamiii, se van a dañar, tengo que secarlas ahora—
—Ou, lo siento, no sabía, las traje aquí porque sé que las usarás mañana, solo quería limpiarlas...— Dijo sintiéndose mal, no podía culparla, ella no sabía.
—Está bien, no te preocupes, ahora tengo que sacarlas al sol o algo, espero que estén secas para mañana...— Dije más calmada y alejándome para salir a sacarlas afuera.
Cuando estuve afuera colocando las botas en el sol para que se secaran, ví un animal en el árbol mas cercano. No era una ardilla, estaba segura, porque más parecía un demonio ardilla, y no me sacaba la mirada de encima... Sus ojos eran de un amarillo demoníaco, sus dientes eran más afilados que los cuchillos de mi cocina, y estaba tan quieta que pensé que estaba muerta... Me entró curiosidad y le tiré una piedrita... mala elección... La ardilla zombie, no sabía cómo, me voló encima y empezó a rasguñarme toda la cara... Entré en pánico y grité como si no hubiera un mañana...
Un chico que pasaba en su bicicleta por el frente, me vió y por estar de pendenciero, no miró al frente y chocó con un poste de luz. MALDITA ARDILLA ZOMBIE.
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Lunes 5:00 a.m
Ya estaba levantada y sentada al borde de mi cama, con la mirada perdida. Pensando e imaginando todo lo que pasaría ese día. Qué nervios Dios.
6:00 a.m
La alarma sonó con la cancion *Shout out to my ex* de Little Mix y en vez de pararme y apagar la alarma, me volví loca y empecé a bailar y cantar a todo pulmón.
—¡HOY ES EL DIA! ¡ES HOY, ES HOY!— Grité a las 6 de la mañana. Seguí bailando hasta resbalar con la alfombra y caer redonda sobre ella. Tenía mis sospechas de por qué Josh me decía Guanábana...
—¡Harper cállate!— Se escuchaba a mi mamá gritar desde su cuarto.
—Es que hoy es el dia...— Susurré para mí, aún en el piso.
7:00 a.m
Estaba bañada, frente a mi cama , mirando la ropa que me iba a poner... Decidi al fin usarla, ¿el único problema? ¡Las botas!... Seguían húmedas, y no tenía más nada que combinara con la ropa... Era de elegir, o ir con otros zapatos y arriesgarme a que todo el mundo note mi descombinación oooo usar las botas húmedas y aceptar que algunos, muy pocos, se darían cuenta. Yes, me puse las botas.
7:20 a.m
Bajé por las escaleras, esa vez sin caerme. Era mi dia... Bueno no, al parecer no... Cuando bajé, un pajarito entró volando rápido y pasó por arriba del candelabro de la sala justo cuando yo iba pasando por debajo. El candelabro me cayó encima; la suerte que no era de esos de cristal, estaba hecho con plásticos y no me dolió mucho. Ya en la cocina, no veía a nadie y decidí hacerme algo yo: CONFLEIS CON LECHE (corn flakes) lo unico que sabía "cocinar".
Esperando a que mi madre se despertara, se bañara, se arreglara... Dieron las 8:00 am.
—Mamiiiii ¡Voy tarde a mi primer día de escuela!—
—¡Ya casi termino!— Respondió ella desde su habitación.
****
Ya estabamos en el carro, así que saltaré esa parte, algunos contratiempos, algunos casi choques, alguna que otra ardilla volando...
Llegamos.
LLEGAMOS.
Llegamos a una escuela bien grande, en mi opinión, un color marrón por fuera y un blanco amarillento por dentro. Me desmonté del carro y seguí a mi madre a la oficina de la directora. En el camino ví unas cuantas personas mirándome raro, me sentía muy extraña, claro, con todo y botas húmedas, pero mi mamá me había dicho que no se notaba.
Me senté en la silla que se encontraba al frente a la derecha del escritorio de la directora, mi mamá al lado. Toda esa parte es suuuuper aburrida, la mujer solo diciéndome las reglas, las actividades, los clubes... Todo eso normal en cualquier escuela (por lo que me habían dicho). Saltando a la parte emocionante... Al salir ví a un Josh caminado por el pasillo.
—¡JOSH!— Le grité por detrás, el volteó y me dedicó su radiante y amplia sonrisa. Corrí a abrazarlo y me levantó por la cintura dándome vueltas.
—¡Mi Guanabanita! Te extrañé estos dias, me hiciste falta, desastroza— Dijo con un tono dulce. Cuando me bajó nos abrazamos. Y me llegó un pensamiento.
—NOOOOO— Grité... Me gustaba gritar... —No no no no— Repetía mientras me soltaba de Josh que tenía una cara de confundido.
—¿Eh? ¿Que no qué?— Preguntó.
—¿No recuerdas que eres 1 año mayor que yo?...— Le dije mientras miraba a sus confusos ojos.
—Si, ¿Y?...— Wow, que lento, su cara me dijo que seguía esperando que terminara la oración...
—¡Que no estaremos juntos! Ahora es que empiezo el 3er año, ¡Tú estás en último año! Sí que eres lento Josh— Me burlé, pero seguía mal por la idea.