Algunas personas cuando están en desacuerdo o enojadas con otra deciden que es buena idea aplicarles un castigo y esto lo hacen aplicando lo que se conoce como “La ley del hielo”. Parecería que pretender ignorar a alguien de esta forma es el “castigo supremo”, pero en realidad es una reacción sumamente inmadura que erosiona las relaciones y ridiculiza al que la aplica.