La Ley Del Lobo

Capítulo 25

Charlie se encontraba muy incómoda con aquel vestido. Estaba sentada en un extremo de la mesa y Tyler en otro; por alguna extraña razón Marsias y Georgia le tiraban miradas asesinas a él y cuando ella hizo las presentaciones, ellos fueron demasiado arrogantes. Lo sorprendente era que Tyler los había ignorado tan descaradamente que Charlie temió que estos se ofendieran y le dijeran a Westhampton que lo echara.

Él no había hablado con ninguno de ellos y se encontraba conversando con Gabriel y Jhonathan.

A Charlie le había caído extremadamente bien la esposa de Uriel, Aitasis; al verla está la había abrazado y ahora se encontraba charlando con ella, Becky, Iuola y Georgia. Victoria se encontraba charlando muy animadamente con el duque de Leithold y Uriel.

—Tengo una curiosidad infinita de cómo es Tyler—le informó Aitasis con una sonrisa.

Ella vio cómo Georgia se tensaba y Becky también; por el contrario Iuola se limitó a beber su taza de té.

—Bueno...—comenzó a decir ella—Consideró que es un hombre muy serio, aparentemente responsable y buena persona; también es guapo y... a decir verdad, no sé a ciencia cierta quién demonios es Tyler Breedlove, pero de algo si estoy segura y es que... siento que podría enamorarme perdidamente de él.

—¿Aunque resulte ser un rufián?—le preguntó Aitasis y todas le tiraron una mirada asesina.

—Él no es ningún rufián, es un buen hombre. Y me he abierto con él, como ninguna otra persona, ni siquiera con mi difunto marido

Todas se quedaron en silencio.

—A ustedes no les agrada ¿verdad?—se atrevió a pregunta

—Lo cierto es que no, me recuerda a un personaje que siempre me saca de quicio—le dijo Aitasis mientras reía—¿Serán gemelos?

—Aitasis por favor—la riñó Becky—Charlie nosotros no somos nadie para juzgar al hombre que escogiste como marido, si tu corazón te dice que ese es el indicado, lo será.

Ella las miró a todas horrorizada.

—Por favor no me digan esas cosas, acabo de casarme

—Puedes divorciarte—le dijo Iuola con calma mientras depositaba la taza en la mesa—Si sientes que él no es el indicado.

Charlie no se dio cuenta de que Tyler estaba a su lado.

—Es normal que alguien como usted—le dijo a Iuola—piense que soy muy poca cosa para Charlie, señora

—Excelencia—le corrigió esta—Soy duquesa, diríjase a mi como “Su excelencia” y no me gustó nada el tono que está usando conmigo señor Breedlove, espero que no tenga que recordarle cuál es su lugar

Él apretó la mandibula—Discúlpeme excelencia.

—¿Qué desea usted?—le preguntó Georgia—Estamos en medio de una conversación privada

—Necesito hablar con mi esposa—les dijo él—Ahora

—El señor Breedlove puede esperar a que terminemos de hablar—le dijo Aitasis mientras le sonreía—¿No es así?

—No irá usted a contradecir a unas damas—añadió Becky—Y mucho menos si esas damas son familia de su patrón

Él se quedó en silencio un rato, luego asintió y se fue.

Cuando lo hizo todas se echaron a reír a carcajadas.

—¡Pienso disfrutar esto un buen tiempo!—confesó Aitasis

Charlie las miraba como si estuviese locas.

—¿Les puedo preguntar qué demonios les pasa? ¿Por qué trataron así a mi esposo? Entiendo perfectamente que ustedes son aristócratas, pero no tienen ningún derecho de tratarlo así y menos en nuestra boda

—Charlie créeme—le dijo Iuola—Algún día nos entenderás

Ella se puse de pie—Si con eso me dices Iuola que algún día seré como ustedes, creo que antes prefiero la muerte. No hay nada más que odie que los que tienen todo humillen a los que no tienen nada, con permiso.

Ella se marchó enojada y todas alzaron las cejas. Tyler se encontraba hablando con Jhonathan y ella le hizo señas para que se acercara.

—¿Nos vamos?—le preguntó Charlie y él asintió. A continuación les arrojó una mirada asesina a las mujeres Westhampton.

“Nadie humilla a otra persona delante de mi, aunque las tenga en alta estima. Jamás lo permitiré” pensó.

Lejos de los oídos de Charlie una Iuola le sonrió a sus hermanas.

—Será una buena duquesa.


 


 

***


 


 

Lo primero que hizo Charlie al llegar a su casa fue quitarse la larga falda y la dejó en la sala. Se quedó en corsé y subió a su habitación; Tyler la siguió de cerca.

—Quiero pedirte disculpas por cómo te trataron—se excusó—No tenían por qué hacer eso

Él le tomó ambas manos y se las besó.

—No te preocupes

Ella lo miró con emoji—Ahora que lo pienso nunca te he visto enojado

—No ha habido razones para estarlo

Ella le sonrió y no le dijo nada.

—Dejaré que te prepares, volveré en diez minutos.

Ella le sonrió mientras él salía de su habitación.


 


 

***


 

Wolfram pensó que esos iban a ser los diez minutos más largos de su vida. Al entrar a la habitación que le había asignado Charlie, decidió quitarse aquella ropa y colocarse la bata. No cabía duda de que extrañaba a su ayuda de cámara, no obstante ya se había acostumbrado a vestirse y a desvestirse solo.

Sus hermanos habían fallado en todo intento de hacerlo sentir incómodo, después de todo él no tenía porque darle explicaciones a sus hermanos menores. En estos momentos sólo le importaba el bienestar de su esposa, ellos eran responsabilidad de sus cónyuges, no de él.

Pero eso no era lo que le quitaba el sueño por las noches. Constantemente pensaba en cómo, cuándo y dónde decirle toda la verdad. Él siempre había manipulado todo a su antojo y siempre sabía que hacer, pero en una situación cómo esta, su mente estaba en blanco.

Él ató su bata y salió de la habitación. Quizás podía hacerlo ahora, pero esperaría la consumación del matrimonio. No tenía ni idea qué podía hacer aquella mujer con carácter del demonio. Después de todo no había sido diferente de sus hermanos, al escoger una mujer tan difícil.



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En el texto hay: wolfram, charlie, sagawesthampton

Editado: 02.03.2021

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