Luke Williams miró la comparta de los gitanos con desprecio. Siempre le habían parecido unos vulgares ladrones, aunque rara vez culpaba a alguien de algo que no podía cambiar.
Había recurrido a unos amigos que habían contraído nupcias con mujeres romaní y le informaron que a Londres había llegado hace una semana una comparta desde Cambridge. Dudaba que alguno de ellos le diera información fácilmente, así que se había traído consigo la esposa de uno de sus amigos.
Dika lo miró y sonrió. Debía aceptar que la mujer era hermosa, su larga cabellera negra, sus labios carnosos y unas sensuales curvas. Él se preguntó qué demonio había poseído a su amigo para que le permitiera a su mujer acompañarlo.
–¿Está usted segura que me dejarán entrar?
Ella asintió–Viene usted conmigo, no hay ningún problema.
–Bien ¿Conoce usted a todos?
–A la mayoría.
–Estoy buscando a un hombre llamado Charles Newton.
–Sé quién es, aunque ya no se hace llamar así. Su nombre es West. Hace algunos años llegó a la comparta, había perdido la memoria. Logró encajar casado y que su esposa había venido por él.
–¿Qué sucedió?
–No se fue, prefirió quedarse.
–Un hombre rudo.
–Un comportamiento natura diría yo.
Muchos de ellos los observaban mientras caminaban y otros simplemente los ignoraban. Dika se detuvo y le señaló un hombre delgado, cabello negro, con ropas de colores llamativos y algo desaliñado. Este intentaba prender fuego con la leña que había reunido.
–Allí está.
Luke se acercó a él lentamente.
–¿Señor Newton?
Él dejó lo que estaba haciendo y lo miró con curiosidad.
–Hace mucho que no me llamaban así.
–Soy el detective Luke William de Bow Street, buenas tardes.
Charles lo miró receloso–¿Qué desea?
–Señor tengo una invitación por parte de la duquesa de Hastings para usted y su familia–le dijo mientras le tendía una tarjeta.
Él la recibió y lo miró confundido–¿Una duquesa?
–sí, ella es íntima amiga de la actual duquesa de Westhampton, Lady Charliene. Su anterior esposa.
–¿Charlie es una duquesa?
–Si señor y necesita verlo cuanto antes. Si su respuesta es si, vendrá un carruaje en una semana por usted.
Él lo pensó un momento y luego asintió.
–Gracias señor Newton, no lo molestaré más, que tenga un lindo día.
Él llegó hasta donde estaba Dika.
–Gracias por su ayuda.
–Ha sido un placer, detective Williams.
–¿Regresará conmigo?
–No, mi esposo sabe que me quedaré a saludar a mi familia.
–Bien, hasta entonces.
Luke se guardó una sonrisa. No había intuido que sería tan fácil, completaría su misión y tendría dinero de sobra para derrochar en el burdel más vulgar de Londres.
Dika observó cuando el detective Williams se marchó y se perdió de su vista. En ese momento miró a Charles y se acercó a él quitándole la tarjeta.
–Ya pueden salir.
De una de las carpas salieron Camelia Bright y Lord Uriel Westhampton. Estos habían llegado hace un rato y habían hablado con Charles sobre lo que había sucedido. Por otra parte, su esposo era íntimo amigo de Lord Uriel, ya que este le pasaba información cuando aún ejercía de detective, el conde lo había ido a ver ayer por la mañana.
Dika le entregó la tarjeta a Uriel y él asintió.
–No volveré a dudar de los instintos de mi esposa, ella me dijo que no confiaba en lo absoluto en el detective Luke Williams.
–Las mujeres tienen un sexto sentido muy bueno–le aseguró Charles.
–Muy bien señor Newton hará exactamente lo que le voy a decir ¿De acuerdo?
***
Charlie miró la larga fila de las debutantes que están saludando a Su Majestad. El vestido que llevaba era fascinante, era de color ámbar y tenía un escote ovalado que dejaba ver el nacimiento de sus senos; manga larga y de satén. Su cabello estaba recogido en un tocado alto con rizos y lo sostenían hermosas guirnaldas.
Becky era su acompañante esta noche, no necesitaba una carabina, pero no podía ir sola a ver a Su Majestdad.
–¿Estás nerviosa?–le preguntó.
–¿Por ver a ese vejestorio? Eres de no creer.
Su cuñada tuvo que reprimir una risa.
–Wolf nos dijo que fuiste su dama de compañía favorita.
–Si tortura y favoritismo lo consideras sinónimos. Es amargada, terca, testaruda, está quedando sorda, insoportable, come demasiado rápido, pero es la persona más honesta que conozco. Es muy confiable.
–En mi presentación fue muy amable conmigo.
–Eso si que es una novedad. Esa vieja bruja no es amable en lo absoluto, pero la entiendo, tú eres un ángel ¿Cómo no quererte?
Ella le apretó la mano con cariño.
En ese instante llegó un criado de Su Majestad y les hizo una reverencia.
–Su gracia, lady Rebecca, Su Majestad ha ordenado que pasen al frente.
–¿Al frente? ¿Quiere decir que pasemos a todas?–le preguntó Becky desconcertada.
–Se tardó demasiado–le dijo Charlie–vamos Becky.
Ella la siguió–Esto no está bien.
–Claro que si, se llama “Ser Duquesa de Westhampton”
Todos las miraban atónitos. Alguien dijo que ella era la duquesa de Westhampton y todas empezaron a murmurar y a observarla con interés.
–Lady Westhampton–una mujer que tenía la cabeza llena de plumas moradas se interpuso en su camino.
–Aún no nos han presentado formalmente, pero soy Penélope Johnson, Baronesa. Ella es mi hija Rachelle, va ser presentada hoy a Su Majestad.
La chica le hizo una reverencia–Su Gracia.
–Aunque seamos de diferentes círculos Su Gracia, estaría muy honrada de contar con su apoyo para mi Rachelle. Promete ser la belleza de la temporada.
Charlie vio la desesperación en sus ojos. Las personas miraron a la baronesa con desdén, si ella la rechazaba, la pobre Rachelle iba a sufrir.
Ella le sonrió–Es un placer conocerla señora Johnson ¿Quisiera venir a tomar el té en Westhampton House? Nos encantaría recibirla.