Capítulo 44 - PARTE 2 FINAL

Iuola puso al corriente todos los criados e iniciaron la búsqueda a todos los criados e iniciaron la búsqueda por toda la casa, Shana y Anabelle buscaron en el segundo piso.

En ese momento Marco se asoma en uno de los balcones con una Victoria muy agitada.

―¡Gracias al cielo!―exclamó Iuola―¿Dónde estabas?

Marco la ayudó a bajar las escaleras y de inmediato se acercó a ella.

―¿Qué te sucedió?

―Lady Darleen y Lady Francesca me encerraron… mandaron a un criado a que metiera un perro y me atacara.

―Más tarde me dirá usted quién fue ese criado―le dijo Marco.

―Marco siéntala en el sofá, la voy a atender―le ordenó Iuola.

―Estoy bién, no me hizo nada. Por suerte amo a los animales.

―Iuola escúchame. Debes escucharme… sé lo que pasó en el compromiso de Wolf y esa bruja.

Georgia se encontraba corriendo a toda prisa por el laberinto, Susan, Becky y Camelia ibas tras ella.

―¿Crees que Charlie esté aquí?―Le preguntó Camelia sin detenerse.

―Espero que no―respondió―Aunque ella también se sabe el camino.

En ese momento se tropezaron con la duquesa de Hastings y Lady Catherine.

―Vaya―comenzó a decir la duquesa―jamás había visto a nadie tan apresurado de ganar un premio.

―Sólo diré una cosa―les dijo Georgia mientras les arrojaba una mirada asesina―si ustedes están tramando algo contra mi cuñada, lo van a pagar muy caro.

―¿Está usted amenazando una duquesa?

―Siempre me ha parecido un ducado inferior.

La mujer alzó la barbilla dispuesta a responder el insulto, pero Lady Catherine la tomó por el brazo.

―No tiene caso madre, vámonos. Al parecer Lady Westhampton está en el centro del laberinto.

Ambas mujeres se marcharon.

―Es obvio que están tramando algo―afirmó Susan.

―¿Por qué tienen que ser tan malas?―se preguntó Becky.

―¿Qué hacemos Georgia?―le preguntó Camelia.

―Vamos, tenemos que llegar antes.

Aitasis, Agnes y Lucius se adentraron al laberinto y le bloquearon el paso a Darleen y a Francesca; estas se encontraban junto a Gregory.

―¿Qué significa esto hermano?―le preguntó este.

―Pregúntaselo a Darleen―le respondió.

La aludida se echó a reír―Está molesto porque cambié la actividad a última hora.

―Lucius deja que le arranque los dientes―le pidió Aitasis.

―Ya es demasiado tarde―dijo Gregory―los invitados están entusiasmados buscando a la duquesa, cuando este juego termine será tu turno.

―Si es que continúa el baile―añadió Francesca mientras reía.

―Lucius puedo arrancarle los dientes a ambas―insistió Aitasis.

―Esperemos que no esté en una situación comprometida―comentó Francesca.

En ese momento se hizo el silencio y tres invitados pasaron junto a ellos corriendo.

―¿Darleen? ¿A qué se refieren?―le preguntó Gregory.

―Vimos a Lady Westhampton entrar al laberinto con un hombre que no era Westhampton.

―Esa acusación es muy grave―le dijo Gregory―¿Estás seguras?

―Totalmente―confirmó Francesca.

Aitasis se acercó a ella y Lucius la detuvo.

―No vale la pena cariño―le dijo―Si piensas Darleen, que la historia se repetirá, pero de forma diferente, estás muy equivocada. Definitivamente alguien va ser exiliada y no va ser Lady Westhampton.

―Vamos―dijo Agnes y los tres siguieron Su camino por el laberinto.

Charlie se encontraba sentada en la fuente con la mano izquierda acariciando el agua.

―No sabía como dejarte y simplemente escapé. Cuando llegué a Londres me asaltaron y ya sabes lo demás. Para mí, el hecho de que no pudieras tener hijos fue devastador, y abandonarte por eso… hubiese sido cruel.

―Entonces pensaste que creerte muerto era mejor.

Él guardó silencio.

―Charles eres ruin, me das asco.

―Me siento más tranquilo ahora que te lo dije y con respecto a lo otro, espero tomen medidas contra esas personas. Hasta nunca Charls.

En ese momento aparecieron Marsias y Uriel y se lo llevaron.

―Que imagen tan devastadora.

Ella alzó la cabeza y miró a Wolfram.