La Leyenda de Isthar #3. La Batalla por la Tierra

PARTE XIX: EL BAILE DE LA VICTORIA II

Artemisa

Cuando nos fuimos tuve que hacer serios esfuerzos por no soltar una carcajada, allí mismo.

Intendente: “Me lo vas a contar, porque estoy viendo que te vas a sangrar por tragártelo.

Artemisa: “Se trata de una inepta, que no la traga ni su propia familia. Siempre va presumiendo que es familiar de un Consejero Imperial, y más de una vez ha usado “ese rango” para pisotear a quienes no hemos sido como ella… pero esta vez te has lucido amiga… sin querer la has humillado de la mejor forma posible… con la ignorancia le has dicho que estoy por encima de ella.

Intendente: “Ya decía yo que te veía algo contenida, parecías una bomba a punto de explotar.

Sin darnos cuenta llegamos a mi destino, saludé protocolariamente a la Emperatriz, mi tía, y la llevé hacia el púlpito en donde daría la buena nueva de la victoria conseguida en el Sistema Solar.

Helanka: “Ciudadanos del Imperio, hoy es un día de grandes alegrías. La beligerancia desatada en el sector LKHT 568, conocido como Sistema Solar ha terminado. Ahora mismo tropas Imperiales Tezcas y Quantums, bajo el mando unificado de nuestra amada Gran Canciller, controlan el sector antes mencionado. Asimismo quiero anunciar que el Consejo Imperial de los Mundos ha acordado y yo he apoyado la decisión de formar parte de una organización terrícola cuyo fin es ayudar a los heridos, desaparecidos y muertos en las beligerancias para tal fin se ha dispuesto que el símbolo que aparecerá en sus visores tendrá el mismo status que cualquier nave embajada. Nuestras mesnadas se mantendrán en aquel lugar para mantener vigilado e impedir que nadie intente robar a los terrícolas sus armas para que sean usadas en contra de cualquier mundo.

El príncipe Güe^y quiere reparar el daño causado por uno de los hombres de confianza del Gran Déspota, para lo cual está dispuesto a poner bajo mando del Imperio Quantum a sus mesnadas. En este momento de alegría quiero rendir un homenaje a aquellos que, sin dudar se lanzaron en pos de una aventura que consistía en salvar a sus tribus, familias o clanes, dependiendo del mundo al que pertenezcan, del ansia de poder de unos pocos que se creen que son superiores porque así lo han decidido los diferentes dioses, protegiendo a seres que ni siquiera sabían que existimos por eso quiero rendir este silencio.”, mi mente fue a parar en mi hermano, y también en la Capitana junto a su compañero eterno. Jugándose la vida por averiguar el lugar exacto en el que se ocultaban los malditos piratas del espacio. Un ruido extraño rugió dentro del Palacio Imperial, y fue la ovación de los humanos, mezclado con lo similar que realizan cada una de las especies que conformamos el tejido social del Imperio, nunca me fue tan grato como ahora decirlo con la boca bien alto.

La Emperatriz también tuvo un detalle, del cual me ocupé personalmente, con la ayuda inestimable de la Intendente de la Escolta Imperial. Se preparó en cada centro de amparados una fiesta para que supiesen lo que había ocurrido en la Tierra, pero además iba a estar una nutrida representación de todos los terrícolas que habíamos acogido mientras su planeta estaba en una beligerancia total, y sorpresivamente todos mostraron respeto y cariño hacia la Emperatriz, mi tía Helanka.

Terrícola 1: “Alteza nos han explicado por el camino hasta este magnífico Palacio vuestra desdicha, yo no soy nadie dentro de nuestro planeta pero en lo que mis pobres conocimientos sirvan, podéis estar segura que vuestra dolencia será mi primer objetivo para que podáis estar totalmente restablecida… sin faltar al respeto de mis colegas… ¿extraterrestres?”, dijo con un tono dudoso provocando algunas risas a su alrededor.

Isthar

Después de la Victoria vino el momento de dar las recompensas a los más increíbles seres que nos han ayudado en estos momentos, y después iniciar el cambio de Líder en el mundo Sepquork. Comenzamos a preparar el lugar donde se irá a celebrar el egregio acontecimiento, y poco a poco vimos como todas las mesnadas se iban juntando y celebrando la victoria. Había varias bebidas de todas las galaxias y mundos que forman parte del Imperio Quantum.

Los resedianos con su piel metálica eran notorios ya que ellos, junto con los terrícolas que caen de las alturas, se estaban convirtiendo en leyenda. Ahora no había nave que no estuviese a salvo de ellos, ya que no había necesidad de abordar naves con otras, eran capaces de tomarla sin mucho esfuerzo. Los sepquirinianos, que junto con los terrícolas además del K1, han sido capaces de anular las más modernas armas de la galaxia, y no hay en el Universo nadie más capaz de armar y desarmar artefactos de destrucción instantáneo, los Taerugs, conocidos por los terrícolas como “los Valquirios” ya que por su altura, la compañera del Coronel Claudio es de las bajas y mide, aproximadamente una yet y media[1], y el dorado que cubre sus sienes los hacen terriblemente atractivos/as pero también fieros en combate.




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