PARTE XIV: LA BATALLA DEFINITIVA (II COMBATES)

Isthar

Estamos demasiado nerviosos la batalla definitiva se nos acerca, el equipo Halcón-Hawk está demasiado nervioso, ya he tenido que intervenir en discusiones inútiles por culpa de los nervios. Para colmo me acabo de enterar de un plan que han ideado en el Palacio Imperial que involucra a dos personas muy queridas por mí, la Capitana y su compañero eterno, el Teniente Marcus. Ahora mismo estoy esperando que vengan para que me den una explicación.

Capitana: “Con permiso Alteza Imperial, ¿nos mandó llamar?”

Isthar: “Sí, quiero una explicación sobre esto.”, dije muy autoritariamente mientras les entregaba un e-documento.

Marcus: “La Capitana está fuera de esto. Ella intentó, incluso hace unos minutos estaba intentando convencerme de informarla antes de que se iniciase el combate. Hace unos tres meses, más o menos, intercepté un mensaje cifrado en Morse, el interlocutor se me identificó como el Comandante Alférez, líder de la Resistencia Humana y actualmente Alpha líder del escuadrón Vía Láctea. De forma discreta intenté averiguar si era aliado o un espía dedicado a sabotear operaciones del Imperio, confirmé lo primero descubriendo que es un estratega de alto nivel, me estuvo preguntando por sistemas de localización que usábamos en la Tierra, y llegamos a la conclusión de que si combinásemos las dos tecnologías y la implantásemos en una nave de carga podríamos descubrir el escondite de los piratas y realizar un ataque a su base, mientras ellos nos atacan. Y pusimos el proyecto en marcha, decidimos usar una remolcadora por ser una nave más pequeña que se puede adherir a cualquier nave sin ser detectada… Tana me descubrió en una charla y me hizo jurar que antes del combate le explicaría todo para que no tuviese duda sobre nuestro compromiso con el Imperio, sólo le rogaría que no comentase nada a Robert, hasta que llegase el momento.”

Isthar: “Sólo si me juras que volveréis con vida los dos…”, en ese momento me derrumbé y empecé a sollozar.

Capitana: “Tranquila Ana estaremos de vuelta para ver a su Alteza Imperial la Emperatriz Helanka pisando el planeta Tierra.”

Marcus: “Si me lo permite Ana, me gustaría que viera de primera mano el proyecto que se ha desarrollado aquí, bajo su augusta dirección.”

Me llevaron a un lugar que aparentemente era un almacén, pero lo que me encontré allí fue increíble, varios técnicos, terrícolas y nosotros, trabajando mano a mano sin pelear, ayudándose mutuamente. Algo que me gustaría recalcar el Día del Combate Final (DCF) antes de que las naves salgan para sus puestos, me entrevisté con el director del proyecto, que era un terrícola que me recordaba al padre del Capitán Robert y el Coronel Claudio. Me estuvo enseñando la remolcadora nadie, ni terrícolas ni de los nuestros, habían hablado del proyecto secreto cuando terminé de visitar la nave ordené a Marcus que se subiese a la nave y que saliese de inmediato. Yo me encargaría del Capitán Robert.

Al recibir la notificación de que la nave estaba totalmente terminada y el Teniente Marcus y su Compañera Eterna habían salido sin ser detectados, ordené a todos los integrantes del proyecto que me acompañasen, merecían estar en el estrado junto a las Autoridades, casi todas las naves estaban desplegadas por el Sistema Solar. Solo faltaban el Equipo Águila y los paracaidistas y ocultos, como los llamaban los terrícolas. Pero ahora también estaban quantums, sepquirinianos, resedianos, y representantes de todos los mundos del Imperio Quantum. Los integrantes del Equipo Halcón-Hawk ya tenían sus naves en su destino solo faltaba un transporte que los llevase hasta su lugar, nos fuimos, los técnicos y yo, incorporando al estrado.

Isthar: “Dentro de algo más de una rotación, entraremos en combate, pero hace unos grados de rotación, he recibido la comunicación del Palacio Imperial del desarrollo de un proyecto secreto, dos de vuestros compañeros son los encargados de cumplir la misión que nos podrá dar la victoria final, aquí hay un doble cebo, uno será Su Serenísima Senatorial que será quien atraiga a los piratas a que salgan de su madriguera, y el otro seremos nosotros. Sé que algunos se quedarán allí fuera pero ese sacrifico no será en vano pues habrán evitado que otros mundos, incluido el propio sean basto de la avaricia de gente sin corazón. Ahora os deseo de corazón que los diferentes dioses os sean propicios y os regalen la mayor de las victorias… ¡TODOS A SUS PUESTOS DE COMBATE!”

Después de mis palabras todas las tropas se fueron de forma ordenada a sus respectivos destinos, unos a los transportes, otros se fueron hacia los hangares a recoger o a incorporarse a sus diferentes naves de combate, destructores, zafarranchas o incluso remolcadoras. Estaba intranquilo cuando me llegó el Capitán Robert y Rebeca su compañera eterna.