Hoy es un día muy normal en el aquelarre, las brujas más ancianas le enseñan un nuevo truco a las novatas, las demás brujas se encargan de preparar pociones, ir a buscar más hierbas mágicas o simplemente se encargan de su hogar, todos están concentrados en sus cosas, cuando una luz alumbra la aldea, el loto dorado de ha abierto al mismo tiempo que se oye un llanto, todos buscan al causante de el, un bebé ha nacido en una choza un tanto alejada del centro, todos avanzan hacia ella liderado por el brujo más sabio, empuja la puerta, está trancada, lanza un hechizo que logra derribarla en el interior una joven bruja se aferra a su bebé en brazos, el cual le es arrebatado, con las pocas fuerzas que le quedan después de haber dado a luz, se levanta intentando defender a su bebé, el brujo la empuja y cae golpeando su cabeza, quedando inconsciente al momento
-debemos destruirlo- dice el brujo observando al bebe, tan frágil y blanco- no sabemos que tan grande es su poder, ni que camino tomara, debemos acabar con el, antes que el termine con la tierra
Le estira el bebé a una bruja de su confianza
-encárgate de acabarlo-
Y de ahí no se supo más de esa frágil criatura…
La chica cierra el Libro que lleva en la mano, no se cansa de leer una y otra vez esa historia, es una de sus favoritas, en su mente imagina ser una de ellas, vivir entre seres míticos, pero es una simple humana que vive en una aldea cerca de la ciudad…
Una simple chica que trabaja de camarera en el único café ubicado en ella, su aldea están chica que todos se conocen, por lo tanto rápido se dan cuenta cuando hay alguien nuevo, no pasa desapercibido el chico blanco y tan rubio que acaba de entrar por la puerta del establecimiento, no lo había visto antes, es tan guapo que todas se le quedan viendo, hasta ella queda en un tipo trance, del que sale cuando su amiga pasa a su lado y le da un codazo
-disimula al menos- le dice su amiga muriéndose de risa, no puede evitar que sus mejillas se tinte de rojo
El se ha sentado en una de sus mesas, camina hacia el y le toma su orden
-Que le vamos a servir
-Un café americano- contesta el sin mirarla, ella anota la orden y se dirige ala ventanilla que da a la cocina y cuelga la nota
Después de toda una tarde está cansada, solo quiere llegar a casa y tomar una ducha
Al llegar saluda a su tía, cena algo ligero y se dirige a su habitación, intentando dormir