Capitulo 15: Dinero y Poder

La lluvia fría de la primera semana de diciembre no les tomó por sorpresa, pero aún así resultaba molesta. Si alguno creyó que los clásicos maratones diarios se verían interrumpidos por algo tan trivial como el agua helada fué rápidamente desilusionado. Más de uno, incluyendo a Alex y a Jim sufrió de resfriado antes del diez de diciembre. Sin embargo al menos sabían que esa tortura duraría poco más. El quince empezarían las vacaciones navideñas y volverían a casa por unos días. Bastaría saber quiénes regresarían en enero.

Tras tres meses y poco más, la mayoría de los estudiantes ya dominaban los principios básicos de la metafísica y el control del aura. Ocultar sus habilidades de otros y, especialmente, de los primigenios les sería posible a todos con poco esfuerzo y aquellos que no hubiesen destacado especialmente serían transferidos a secundarias menos agresivas, desde allí podrían tener vidas casi normales.

Jim, Alex y Faith estaban cenando y vieron como otro grupo de estudiantes abordaban el autobús. Cada semana dos o tres estudiantes eran retirados por incumplimiento del Veto, de las normas de la institución o de las normas draconianas de Cumbre.

- ¿Cuántos quedamos ya? - preguntó distraídamente Jim

- 32... Cumbre nos está despellejando - respondió Faith - A la mayoría al menos... Sus estrellas siguen intocables

No era un secreto que aquellos que gozaban de los favores de la Directora Cumbre tenían ciertos privilegios, y no sólo King, Graham y Logan, sus discípulos, también todos aquellos alumnos que estuviesen cerca del grupo de Graham. Alumnos destacados o con habilidades especiales a quienes Graham tenía cerca. Todo aquel que no le rindiese nada menos que pleitesía debía esforzarse el doble en todo.

Alex y sus amigos se esforzaban el triple.

Sin embargo y por alguna razón Alex parecía especialmente alegre esa noche y no había querido decirles la razón. Desde su llamada diaria a su familia hacía un momento, la cual fue especialmente larga, estaba de muy buen humor. Faith y Jim asumieron que la cercanía de las vacaciones le ilusionaba especialmente y no insistieron mucho más en sus preguntas.

Faith apartó su plato vacio y suspiró con satisfacción.

- Quizá el maratón sea una tortura, pero la comida lo vale... Siempre es fabulosa - declaró sinceramente

- Si, bueno, se gastan una pasta en darnos lo mejor de la gastronomía local, cinco estrellas - respondió Jim

Faith bajó la voz, casi como si conspirase con sus amigos.

- Si, siempre me pregunto de dónde sale tanto dinero

Jim adoptó su clásica postura de profesor en ciernes, dados sus conocimientos en historia, a sus amigos no se les hizo raro en lo absoluto.

<<Toma en cuenta, Faith querida, que los templarios virtualmente inventaron la banca, saben manejar dinero... Eso fue lo que en gran medida les daba el poder que muchos envidiaban y que lo hundió. La Orden simplemente empezó a invertir y esconder a plena vista el dinero. Si ves la poca información que se tiene de la Troyes notarás que hay miles de empresas que donan millones al año para su funcionamiento... Bueno, esas empresas pertenecen a miembros de la Orden. Hay muchas empresas millonarias cuyas acciones se reparten entre miembros de la Troyes... En fin, todo va y vuelve a casa ¿No?>>

- Graves, mi patrocinante, dijo que él tenía un par de cafeterías...¿Pertenecen a la Orden? - preguntó Faith

- No directamente, aunque seguro que algún banco de la Troyes le dió el préstamo... Así cobran los miembros de la Orden.

- Mi tía - intervino al fin Alex - tiene acciones en un par de empresas automotrices...

- Exacto... La Orden paga directamente sólo a los empleados que normalmente deben cobrar, profesores secretarias... En fin, eso hace que ocultar los fondos sea más sencillo.

- ¿Y cuánto gana entonces un miembro de la orden? - fue la siguiente pregunta de Faith.

- Pues depende de su posición... Y claro, de la influencia que tienes... Sospecho que incluso en la Orden hay ciertos niveles de codicia. Allí tienes a Cumbre... Su guerra contra los estudiantes "débiles" se traduce en una influencia en aquellos que ocupan puestos importantes en el futuro. Sospecho que hay muchos que le deben favores. - El rostro de Jim dibujaba una mueca de desagrado - Dinero e influencia, no hay lugar en mundo que se libre de eso, ¿No?

Genevieve Cumbre se encontraba sentada a solas en su despacho, a diferencia de los sobrios recintos de sus colegas, el despacho de la directora Cumbre estaba amoblado en un estilo victoriano bastante decadente. Quien ingresaba en el recinto, en la última planta de la oficina de la biblioteca de Nueva York, se sentía sencillamente intimidado.

Cumbre acababa de dar un sencillo conjunto de instrucciones a su discípulo. El joven Graham había mostrado ser un eficiente modelo de chico militar. Obediente y disciplinado. Moldeable.

Las grandes decisiones de la Troyes eran tomadas por diferentes comités y oficinas, en un modelo burocrático que trataba de mantener cierta independencia en sus respectivas acciones. Pero ningún mecanismo humano era perfecto y Cumbre había, hacía años, descubierto la forma de influir en cada aspecto del funcionamiento de la Orden. En casi cada oficina y cada comité había al menos un antiguo favorito de Cumbre.

Las reglas impedían que nadie pudiese patrocinar a más de tres estudiantes, pero cada año Cumbre buscaba que sus aliados patrocinasen a quienes ella consideraba serían alguien en el futuro, a la vez, se aseguraba de patrocinar directamente a los líderes naturales. En la práctica, más de la mitad de los estudiantes eran controlados por ella.

Era una manera eficiente de obtener influencia en toda la costa este, aunque no era perfecta, claro. Al granjearse el respeto de los próximos miembros de la Orden, perdía influencia real en quienes se convertirían en bibliotecarios y profesores, quienes simplemente le odiaban. Pero claro, ella dominaba a los superiores de los primeros y los segundos dependían mucho de ella, como parte del consejo de admisiones. Y la influencia sobre los profesores no haría si no crecer. Durante mucho tiempo había estado ocupada en la creación de un comité que controlase las escuelas de forma directa. Y ella se aseguraría de estar a cargo.