La Loca Esa (novela Cristiana)

41. Venganza del pasado

"El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos."

Proverbios 17:9

Al escuchar la palabra "camello" muchos pensarían instantáneamente en el animal con tres jorobas, pero en el bajo mundo la palabra "camello" tenía otro significado, los camellos en general son conocidos por ser animales de carga, en sus jorobas so...


Al escuchar la palabra "camello" muchos pensarían instantáneamente en el animal con tres jorobas, pero en el bajo mundo la palabra "camello" tenía otro significado, los camellos en general son conocidos por ser animales de carga, en sus jorobas sostienen todo tipo de cosas, desde personas hasta mercancía por eso las personas encargadas de llevar drogas, licores e incluso a otras personas de un lado a otro eran bautizadas como "Camellos". Ese día en especial Nathaly tenía una cita con un camello de drogas y personas, le iba a dejar unos cuantos kilos de droga para sus fiestas y clientes, luego, le daría la dirección a donde debía ir en dos meses a conseguir nuevas "mercancías" que cumplieran todos los deseos de sus clientes.

Nathaly se paseó tranquila por el parque principal de la ciudad, con un helado de ron con pasas en una mano y su teléfono en la otra, observaba detenidamente las fotografías de la nueva "mercancía", Nathaly sonrío complacida, había muchos hombres con un letrero con letras neón que decía "sumiso" en su frente, perfecto para sus clientes reprimidos que deseaban salir del closet por unas horas y después volver con sus aburridas esposas.

— ¿En qué está pensando la famosa Súcubo? — Nathaly observó de reojo a la persona detrás de ella y luego volvió la mirada a su celular.

— En que el negocio debería expandirse — Nathaly terminó de comerse su helado y dejó caer la servilleta en un contenedor de basura —, no sé, a veces me da ganas de incluir a niños entre la mercancía.

— Buena idea, siempre hay depravados que les gusta lo inocente y lo pequeño.

Nathaly contuvo una risa.

— ¿Como a tí? — el hombre asintió.

— Exacto, como a mí.

— Hablando de eso, ¿Usted qué hace aquí? ¿Por qué el gran "Señor De Las Sombras", el jefe de los jefes, viene a reunirse con una simple y humilde proxeneta? ¿Por qué no mando a uno de sus camellos? Creí que usted ya no quería nada que ver conmigo — el hombre se limitó a encogerse de hombros.

— Aun tenemos negocios que atender, Nathaly y lamentablemente no me puedo deshacer de usted hasta terminar nuestro negocio.

Nathaly rodó los ojos algo fastidiada, tenía que admitir que daría un riñón por ese hombre pero a veces de verdad la desesperaba.

— Como sea, ¿Tienes lo que te pedí?

— ¡Me extraña araña! Claro, ¿Desde cuando yo soy tan incumplido? Le recuerdo que este muñeco de vitrina tiene palabra.

Nathaly se giro hacía el hombre cruzada de brazos y claramente perdiendo la paciencia. 

— Vea, usted sabe que yo a usted lo amo y por usted yo hago lo que sea, pero como usted ha estado de bipolar estos días, me dices que sí, luego que no, ¡Uno ya no sabe ni qué pensar! — Nathaly se sentó en una de las sillas del parque — ¡Eso sí! Admito que me sorprendió que hasta el momento nadie lo haya reconocido.

— Eso es por dos razones.
1) No me he encontrado que personas que puedan reconocerme.
2) No iba a salir a la calle asi como si nada, sin un cambio de look. Te sorprendería la magia que puede hacer el tinte para el cabello.

— Mucho bobo de buenas — dijo Nathaly relamiéndose los labios y viendo a las personas pasar por el parque, cada vez que veía alguna persona medianamente atractiva pensaba en cómo podría obtener dinero con esa persona y a qué cliente podía satisfacer —. Aunque eso también es en parte por otras dos cosas.
1) Su papá tiene comprada a toda la policía de la ciudad y se encargó de que su rostro no fuera publicado en ningún medio como el asesino qué es.
Y 2) ¡Usted no salía mijo! A los únicos lugares que usted iba cuando estaba aquí era de su casa a la de ellos y ya, ¡Hasta tenía sirviente que le hacía las compras! Por eso pocas personas saben como es su es rostro, claro que...yo no soy nadie para juzgar, además teniendo semejante casa con semejante piscina, ¡Uf! ¡Yo tampoco salgo! No vuelven a ver en sus vidas.

El hombre abrió su chaqueta negra y de allí sacó una pequeña bolsa con polvo blanco adentro.

— Deje de ser tan arrastrada que yo no le voy a dar mi casa, tome más bien y vea a ver pues qué hace después, ya le mande la dirección de la mercancía — Nathaly tomó la bolsa y la guardo en su bolsillo —. El resto del polvo mágico se lo mando en la noche. 

— Bueno — Nathaly sintió como el aire se le escapaba de los pulmones cuando vio a Genevieve caminando por el parque —. Tenemos compañía, váyase que la tipa lo está investigando, no ha llegado muy lejos gracias a su papá pero usted sabe mejor que nadie que ella tiene sus propios contactos — el hombre asintió, empezando a irse.

— Vale, nos vemos luego, Natha.

Nathaly se mordió el labio viéndolo alejarse.

— Bye, bye Señor De Las Sombras.

Nathaly se puso de pie e intentó irse sin ser vista por Genevieve, sabía que ella podía llegar a ser muy violenta, ¿Quién sabe cómo reaccionaría al enterarse que Nathaly no era una simple prostituta sino la proxeneta principal de la ciudad? La mataría, Genevieve sin duda la mataría o peor, la alejaría de Joshua, pero no había dado ni un paso cuando sintió una mano en su hombro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.