La Luna de Emily

Caja de Secretos

Cuando entro al club, todo está igual, parece que la vida nocturna nunca cambia. Jakob y Harry no están hoy, es extraño, pero imagino que tienen negocios que atender. Me acerco a la barra, le doy mi tarjeta al chico pagando por una noche con una chica, espero con ansias que Emily aun esté disponible. La bonita morena se acerca a mí. Sheryn ese es su nombre, aun lo recuerdo.

— Hola guapo.

Su es tono coqueto y mueve su dedo por encima de mi camisa.

— ¿Emily no está disponible?

Trato de sonar lo más educado posible, ella me ve extraño y apunta hacia unas mesas con la cabeza, Emily está ahí sirviendo bebidas. Ella camina hacia mí y yo le sonrío. Viene un poco nerviosa. Sheryn no se ha ido muy lejos, está sentada en la barra observándonos con mucha atención.

— Hola...

Saluda con algo de timidez.

— Hola... ¿vamos arriba?

Ella lleva su mirada hacia Sheryn y está le da a entender que está bien, caminamos hacia la habitación en silencio nuestras manos se rosan y ambos sentimos la electricidad. En un impulso, yo tomo su mano, mientras subimos las escaleras alfombradas. Se siente suave y cálida, ella se sonroja un poco. Me gusta cuando hace eso.

Entramos a la habitación sin soltarnos de la mano yo dejo la bolsa que llevo en la otra mano en el sofá y tomo su cara con mis dos manos, ella me ve con esos ojos color miel hermosos un poco dudosa y yo no resisto más y la beso. Un beso suave y lento, saboreo cada uno de sus labios y ella me abraza, con uno de esos abrazos que dicen: ¨ No me sueltes nunca¨ Y... Yo no quiero hacerlo.

Bajo mis manos hasta su espalda y la pego más a mí. No puedo controlarme, la deseo demasiado, y me dejo llevar porque con ella, no puedo evitarlo. Pierdo la noción del tiempo y cuando me doy cuenta ya estamos completamente desnudos, sintiéndonos el uno al otro, con sus uñas clavadas en mi espalda y esa sonrisa que tiene justo en el momento exacto. Yo no quiero parar, quiero hacerlo una y otra vez, una y otra vez, hasta que no pueda más. Esta vez con las manos entrelazadas sonreímos juntos mientras sentimos esa sensación que se siente como amor pero que es imposible que lo sea.

— Te he traído algo

Saco de la pequeña bolsa el libro y se lo doy en sus manos, ella se sienta en la cama con las piernas entrelazadas y comienza a examinarlo.

Su cara se ilumina al leer la dedicatoria de la primera página.— ¿Por qué?

Pregunta curiosa y algo confundida.

— Porque creí que debías leerlo. Quizás te guste mucho.

Sospecho que no es la respuesta que esperaba, pero es lo mejor que puedo darle.

Ella se levanta y camina hacia el closet, se agacha y busca algo, saca una caja de zapatos, abre la tapa y mete el libro ahí. Yo me acerco a ella, y la veo tratando de ordenar todo. Me siento en el suelo al lado de ella.

— ¿La caja de los secretos?

— Algo así

— Déjame ver.

Ella me deja indagar en sus secretos. no hay mucho, veo un pequeño álbum de fotos donde se retratan ella y su familia, noto que se parece mucho a su padre, pero también tiene de su madre, sonrío al ver a una pequeña Emily acostada en un sofá con un pequeño labrador café sobre ella.

— Él era Black, era el perro más dulce del mundo.

— ¿Black?

— Si, ya se, ni siquiera es negro, pero mi hermano y yo peleamos mucho por escoger el nombre y papa decidió poner fin a nuestra pelea escogiendo el nombre él.

— Ya veo. Los hermanos pelean mucho, ¿no es verdad?

— Si, todo el tiempo.

De repente se pone triste mientras ve al niño, rubio con la sonrisa traviesa, yo cierro el pequeño álbum y tomo un librito pequeño ¨ El Principito¨ de Antoine de Saint Exupery.

— Si leíste ese libro cuando pequeño ¿ Verdad?

— la verdad no.

Se sorprende parece imposible de creer para ella, me arrebata el libro de las manos, y se va a la página número diez. Me muestra un dibujo algo irregular, parece un sombrero.

—¿Qué ves ahí?

— ¿un sombrero?

— ¿En serio? vamos piensa.

Lo observo detenidamente, pero me sigue pareciendo un sombrero. Ella me mira un poco decepcionada.

— Siento pena por ti

Lo dice y realmente parece que si lo sintiera. Me muestra la parte de abajo de la página y veo que dentro del dibujo que parece sombrero hay un elefante. y yo aún sigo sin entender.

— Es un elefante dentro de un boa constrictor.

—¿Pero cómo podría saberlo?, yo no hice el dibujo

— No, pero pudiste haber pensado en cualquier otra cosa que le diera forma, no solo creer que es lo que parece.

Y si, tiene sentido, pero no soy del tipo de personas que imagina mucho, soy bastante realista y voy al punto lo que es, es. Pero no se lo digo. 

La miro por un momento, tiene las mejillas sonrosadas por lo que estuvimos haciendo antes, me gusta ver el brillo de su rostro y el color que toman sus mejillas después del sexo, y pienso que ella es como ese dibujo, aparenta ser lo que no es. Le ayudo a colocar sus pertenencias en su caja y ella deja su dije adentro y al cerrar la tapa ella se levanta y esconde la caja debajo de un estante para zapatos dentro del closet. Me acuesto en la cama y ella se acomoda mi lado. Me gusta tenerla cerca y sentir su olor, también la suavidad de su piel y la manera que disfruta mis caricias en su espalda. Es bastante extraño pero tenerla acostada a mi lado después de haber tenido sexo , no resulta para nada incomodo.

 



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En el texto hay: accion, amor, explotacion sexual

Editado: 25.10.2023

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